El plan sider¨²rgico de urgencia de la CEE limita considerablemente las importaciones espa?olas

Las exportaciones espa?olas de acero a la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) experimentar¨¢n en 1981 un considerable descenso como consecuencia del plan anticrisis elaborado por la Comisi¨®n Europea. Los organismos comunitarios han acentuado su vigilancia para asegurarse el ?estricto cumplimiento? del acuerdo en vigor para este a?o, e instar a las autoridades espa?olas a que faciliten sin retrasos ni disculpas los datos y estad¨ªsticas que la comisi¨®n precisa.
Las cuotas de productos sider¨²rgicos atribuidas a Espa?a en los ¨²ltimos tres a?os han experimentado considerables variaciones. En 1978 rebasaron ligeramente las 900.000 toneladas, en 1979 descendieron a 800.000, para experimentar un ligero incremento este a?o, en el que quedaron fijadas en 850.000 toneladas. De acuerdo con los planes restrictivos de la Comisi¨®n Europea, la cuota para 1981 podr¨ªa descender hasta las 600.000 Tm.El plan anticrisis preparado por la comisi¨®n -que incluye la declaraci¨®n de estado de crisis manifiesta, y, consecuentemente, la asignaci¨®n autoritaria de cuotas de producci¨®n a cada uno de los nueve Estados miembros de la CEE- podr¨ªa entrar en vigor a partir del pr¨®ximo d¨ªa 22 de octubre, una vez superadas las actuales divergencias con el Gobierno de la Rep¨²blica Federal de Alemania.
La RFA solicit¨®, el pasado mi¨¦rcoles, la convocatoria de un nuevo Consejo de Ministros para recabar mayor informaci¨®n sobre la situaci¨®n del sector sider¨²rgico, as¨ª como detalles m¨¢s pormenorizados sobre el plan elaborado por el comisario Etienne Davignon. Finalmente se ha llegad0 a un acuerdo de principio: la Comisi¨®n facilitar¨¢ los datos deseados al Gobierno de Bonn, y ¨¦ste dar¨¢ su opini¨®n (lo hizo ayer), por escrito, antes del pr¨®ximo d¨ªa 22.
La crisis de la siderurgia europea no es ninguna sorpresa, pero s¨ª lo es la fase aguda en la que se ha entrado, pese al programa corrector que la CEE tiene en marcha desde hace varios a?os. El descontrol del mercado del acero europeo proviene, seg¨²n la Comisi¨®n, de la ruptura de la confianza entre los principales productores. Por eso, estima Davignon, la Comunidad debe arbitrar medios autoritarios que garanticen el respeto de los techos de producci¨®n, asegurando a cada productor que su competidor no ?hace trampa?.
Los propios productores europeos est¨¢n de acuerdo, seg¨²n Etienne Davignon, en que la situaci¨®n actual es insostenible, y en que o se encuentra remedio o la siderurgia de los nueve camina hacia un desastre sin precedentes, con la primera e inmediata consecuencia de varios centenares de millares de nuevos despidos.
Los ¨²ltimos datos sobre el deterioro del sector sider¨²rgico ponen ?los pelos de punta? a los t¨¦cnicos comunitarios.
La demanda de acero ha sufrido una reducci¨®n espectacular en los ¨²ltimos meses, con lo que los ¨ªndices de utilizaci¨®n de las industrias sider¨²rgicas europeas han bajado hasta l¨ªmites jam¨¢s conocidos en la CEE (58%). Esta evoluci¨®n negativa de la demanda se ha visto? acompa?ada por una rebeli¨®n, cada d¨ªa m¨¢s evidente, de las propias empresas a la hora de respetar los programas comunitarios. Consecuencias: descenso brutal de los precios, aumento de los costes de producci¨®n y deterioro creciente de la situaci¨®n financiera del sector.
El futuro inmediato no se adivina m¨¢s prometedor. Por el contrario, los pedidos, tanto comunitarios como de pa¨ªses terceros, disminuyeron en los mismos meses de mayo, junio y julio en un 14,5%, 13% y 16,3%, respectivamente.
La reducci¨®n de la producci¨®n trajo como secuela el incremento de las horas no trabajadas, con lo que la mayor¨ªa de las empresas europeas se han lanzado a amplios programas de despidos y de ?paros t¨¦cnicos?.
El programa de urgencia dise?ado por los expertos comunitarios es, en cierta forma, draconiano. Contempla un per¨ªodo de nueve meses (octubre 1980-junio 1981) durante el cual la Comisi¨®n impondr¨¢ un r¨¦gimen de cuotas de producci¨®n esencialmente restrictivo, basado, eso s¨ª, en la no discriminaci¨®n entre empresas.
Las cuotas de producci¨®n para productos laminados se dividir¨ªan en cuatro apartados, que suponen el 90% de la producci¨®n total de laminados en los nueve. El ¨ªndice de reducci¨®n -tomando como base el mejor mes del mejor a?o desde 1977- ir¨ªa del 17% al 20%, seg¨²n dichos apartados.
Etienne Davignon no oculta la repercusi¨®n que este plan tendr¨¢ sobre el nivel de empleo en la siderurgia, pero estima que, sin ¨¦l, las consecuencias ser¨ªan a¨²n peores.
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