N¨²?ez, el caos

A Jos¨¦ Luis N ¨²?ez le pondr¨¢n los socios del Bar?a el sambenito y lo pasear¨¢n por las Ramblas en expiaci¨®n. El pueblo, que ya comienza a silbar en los cines cuando aparecen anuncios de la firma N¨²?ez y Navarro, acabar¨¢ lapid¨¢ndole. Para los pecados del sumo hereje del barcelonismo no habr¨¢ perd¨®n. ?El menut? (peque?o), como le llaman algunos socios, ha cometido los m¨¢s grandes desaguisados de la historia del club. El Barcelona est¨¢ perdiendo el gran respeto que como instituci¨®n ten¨ªa.N¨²?ez cree que el f¨²tbol se resuelve a golpe de talonario. Les sac¨® a los socios las cuotas por adelantado y con ello pudo ofrecer un balance positivo. Ha invertido millones sin cuento en fichajes y con ello no ha logrado superar la mediocridad. Los t¨¦cnicos le duran un suspiro y los jugadores los compra y revende como si fueran antiguallas.

La directiva del Barcelona ha logrado crear entre la plantilla un clima de inseguridad absoluta. A KrankI le ficharon, le cedieron, le recuperaron y ahora se siente tan amenazado como Simonsen. Kubala recibe ahora a un jugador al que s¨®lo ha visto media hora por televisi¨®n. Helenio Herrera, que ha recomendado a Schuster, tampoco le conoce. Ha informado por medio de tercera persona.

Kubala, al margen sus errores, no puede hacer su equipo, sino el que le imponen. Los campeonatos no se ganan con histerismos. Los equipos campeones se construyen con serenidad. N¨²?ez llevar¨¢ al Bar?a al caos total.