Umbral: "M¨¢ximo psicoanaliza a diario la arquitectura del poder"
?M¨¢ximo hace a diario un psicoan¨¢lisis de la arquitectura del poder?, dijo el escritor Francisco Umbral en el acto de apertura oficial de la exposici¨®n de dibujos de M¨¢ximo:con la que han quedado inauguradas las VI Jornadas de Arte Contempor¨¢neo y Medios e Comunicaci¨®n, organizadas por la Caja de Ahorros San Fernando y la Diputaci¨®n Provincial de Sevilla.En el marco incomparable -por lo inh¨®spito- del sal¨®n de actos del Museo de Arte Contempor¨¢neo, Umbral comenz¨® su intervenci¨®n afirmando que ?M¨¢ximo es, sin duda, el dibujante, el periodista gr¨¢fico m¨¢s aptual, m¨¢s de ¨²ltima hora, que tenemos en Espa?a?, con un humor que cultiva el racionalismo ir¨®nico frente al surrealismo de Chumy Ch¨²mez, cuya carga cr¨ªtica reside en el texto, o de un Ops, que subraya la imagen y, al no poder decirlo todo en el tardofranquismo, opt¨® por no decir nada.
Lament¨® el escritor que en la exposici¨®n -seleccionada de los 1.400 dibujos publicados en EL PAIS- no estuviese suficientemente representada la ¨²ltima faceta de M¨¢ximo: las grandes moles oficiales, esos edificios que est¨¢n ,entre el b¨²nker y el rascacielos, y que le sirven para explicar su visi¨®n del mundo en que vivimos.
Los edificios en s¨ª, que no son otra cosa que las instituciones, aplastantes y amenazadoras, reflejan la fascinaci¨®n y la cr¨ªtica que siente M¨¢ximo, al mismo tiempo, por la arquitectura de nuestro tiempo. Son construcciones dotadas de falsas perspectivas -tan falsas que las har¨ªan imposibles de levantar-, que las d¨¦smitifican. El humorista no recurre al viejo truco de humanizar el edificio; al con trario, muestra su agresividad sobre el hombre y critica al poder, a todo poder, a trav¨¦s de los edificios- instituciones.
Esta actitud cr¨ªtica se refuerza con los r¨®tulos, que, o son ir¨®nicos en s¨ª mismos, o con respecto al propio edificio, al que niegan y ridiculizan, y con la estructura interior, de una irracionalidad absoluta: escaleras que no llevan a ninguna parte o pasillos enrevesados y confusos.
M¨¢ximo, por su parte, confes¨® que le dol¨ªa el est¨®mago porque no est¨¢ preparado para estos embates de elogio (el presidente de la Diputaci¨®n tambi¨¦n hab¨ªa dicho que ?escribe los mejores editoriales de la Prensa espa?ola? por sus dibujos en EL PAIS). ?Han explicado en un 110% lo que es mi humor, de modo que todav¨ªa tengo que ganar ese 10% en el que yo no hab¨ªa ca¨ªdo?, dijo, a?adiendo que lo normal es que si alguien le hablaba de su dibujos era para confesarle que no los entiende.
Antes del acto, M¨¢ximo coment¨® que ?el papel del humorista hoy es parecido al del buf¨®n en las antiguas Cortes, aunque ¨¦ste era un funcionario a sueldo, y ahora podemos decirle cosas al soberano en p¨²blico. Somos una especie de anarquistas populares?. Neg¨® que con Franco se hiciese mejor humor: ?No creo en absoluto en la fertilidad de la censura?.
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