Cien familias han conseguido vivienda gracias a la "patada a la puerta" en los ¨²ltimos dos meses
La ocupaci¨®n de viviendas vac¨ªas por el sistema de la patada a la puerta, fen¨®meno que surgi¨® en Madrid hace cuatro a?os, ha experimentado un notable auge desde finales de este verano. Seg¨²n c¨¢lculos aproximados, desde septiembre pasado un centenar largo de familias se ha instalado en viviendas vac¨ªas, todas ellas construidas con protecci¨®n oficial, a la vez que otros 150 casos permanecen a la espera del pronunciamiento de los tribunales.
De todas formas, esos c¨¢lculos pueden quedar cortos si se considera que son numerosos los adjudicatarios oficiales de viviendas de protecci¨®n oficial que se han desentendido totalmente del piso y que, por tanto, no han denunciado la ocupaci¨®n. Con todo, a finales del pasado a?o, un millar largo de personas hab¨ªa conseguido alojamiento por este sistema y, tras un descenso de las ocupaciones, desde el pasado mes de septiembre, puede decirse que otras cien familias m¨¢s disfrutan en estos momentos de un cobijo en el que resguardarse.Las zonas en las que este movimiento se ha hecho notar de nuevo son todas aquellas barriadas en las que la protecci¨®n oficial ha levantado bloques de pisos y en las que gran parte de las adjudicaciones que se hicieron en su momento han sido olvidadas por sus beneficiarios. Aunque, eso s¨ª, el olvido se acaba en el momento en el que se enteran de que en su piso ha entrado otra familia.
Los barrios m¨¢s afectados por las ocupaciones son San Blas y Carabanchel, aunque haya otros como Moratalaz o la Ventilla en lo que contin¨²an produci¨¦ndose ocupaciones espor¨¢dicas.
Las asociaciones de vecinos, desligadas de las ocupaciones
Este nuevo resurgimiento se est¨¢ caracterizando, seg¨²n cuentan sus propios protagonistas, por un desligamiento total de las asociaciones vecinales respecto al tema.Algunas entidades ciudadanas han llegado incluso a pronunciarse p¨²blicamente en contra de este fen¨®meno, como es el caso de la Coordinadora de Urbanismo de Palomeras -en la que se aglutinan diez asociaciones de vecinos- que se manifest¨® p¨²blicamente en contra de las famosas ocupaciones de General Fanjul.
As¨ª las cosas, las familias que por diversos motivos -el paro es el m¨¢s generalizado- se deciden a dar una patada a la puerta de un piso vac¨ªo, lo hacen de manera individual y con la ayuda informativa de familias. que est¨¢n en su misma situaci¨®n y que han renunciado, por cansancio, a hacer largas colas para solicitar una vivienda social.
Fernando Salas, abogado que que se ha encargado de la defensa de distintas familias de ocupantes explica que el resurgimiento de este fen¨®meno obedece en gran parte a que la Delegaci¨®n Provincial de Urbanismo ha hecho muy poco de cara a solucionar el ya duro problema de la vivienda de esta ciudad.
A?ade que el decreto del MOPU de 14 de abril de 1978, por el que se proced¨ªa a legalizar todas las situaciones de irregularidad en cuanto a la titularidad de la vivienda, sirvi¨®, en un primer momento, para normalizar la situaci¨®n de algunas de las familias que estaban en situaci¨®n ilegal, pero que despu¨¦s se produjo un paro y no se trat¨® ni una sola de las ocupaciones que afectaran a pisos de la extinguida Obra Sindical del Hogar cuando se da la circunstancia de que el movimiento afect¨® a casas propiedad de este organismo.
En cuanto a la acumulaci¨®n de m¨¢s de 150 casos en los juzgados, Fernando Salas opina que se trata de evitar una colisi¨®n de competencia por parte de los jueces, ya que ?es un problema que debe resolver el Ministerio de Obras P¨²blicas, pero que pretenden que sean los tribunales los que les solucionen el conflicto?.
?Las dos sentencias absolutorias dictadas por el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 19?, prosigue Salas, ?las interpreto como una correcta toma de postura en lo que debe ser la l¨ªnea a seguir por los juzgados. Por eso, aunque las diligencias de muchos de esos casos fueron ya abiertas hace tres a?os, los juicios est¨¢n parados, y esto puede crear un desconcierto que s¨®lo el MOPU debe resolver?.
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