Herri Batasuna critica el movimiento por la paz de los partidos pol¨ªticos vascos

Francisco Letamend¨ªa, Santiago Brouard y Txomin Ziluaga, miembros cualificados de la mesa nacional de Herri Batasuna (HB), auguraron ayer, en Bilbao, el rotundo fracaso del movimiento por la paz iniciado por cinco partidos pol¨ªticos (al que calificaron de ?frente para el enfrentamiento?), al tiempo que criticaban duramente la presencia en el mismo de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) y Partido Nacionalista Vasco (PNV), ?que?, afirmaron, ?est¨¢ en el mismo chantajeado por las transferencias?.Aunque el motivo de la conferencia de Prensa era otro, los tres dirigentes de Herri Batasuna acabaron refiri¨¦ndose al movimiento para la paz que PNV, PSOE, UCD, PCE y carlistas iniciaron hace dos semanas en San Sebasti¨¢n, y al que repetidamente denominaron ?frente?. Para el partido del Gobierno fueron las cr¨ªticas m¨¢s duras. Su presencia en el movimiento fue calificada por los portavoces de HB como una ?farsa?, ya que, seg¨²n afirmaron, te consideraban ?responsable de una parte importante de la violencia que se vive hoy.

?El concepto de paz de UCD?. afirm¨® Francisco Letamend¨ªa, ?con su pol¨ªtica represiva en Euskadi, su ley antiterrorista, la existencia de torturas y el amordazamiento de un pueblo que quiere decidir su destino, no es el concepto de paz que tiene el pueblo vasco?.

Letamend¨ªa indic¨®, al referirse a la presencia en el movimiento para la paz del PNV, que este partido ha recibido fuertes presiones para que participe activamente en el mismo a cambio de transferencias. ?Los intentos fallidos por formar un frente del PCE, primero, y del PSOE, luego, vienen casi desde 1977?, se?al¨®. ?Es a partir de la vuelta del PNV al Parlamento espa?ol y el relanzamiento de sus relaciones con UCD cuando empieza a fraguar el proyecto, porque a los nacionalistas se les chantajea con el planteamiento de que si quieren transferencias se las dar¨¢n, pero para que las utilicen contra ese sector importante del pueblo vasco que est¨¢ por la ruptura democr¨¢tica?.

?En ese contexto?, a?adir¨ªa Santiago Brouard, presidente de HASI, ?la venida de Su¨¢rez a Euskadi ser¨¢ una prueba de ese chantaje, porque el presidente traer¨¢ bajo el brazo algo sustancioso para el PNV?.

En este sentido, Francisco Letamend¨ªa pidi¨® a los nacionalistas que recapaciten sobre su papel en el movimiento para la paz. ?Le ponemos ante su responsabilidad?, dijo. ?Hay dos tipos de paz: la paz en el honor, en la que nadie pierde y gana la sociedad, y la paz del opresor contra el oprimido?.

Frente para la represi¨®n

Txomin Ziluaga, secretario general de HASI, insisti¨® en la imposibilidad de que el movimiento iniciado por los cinco partidos vascos traiga la paz a Euskadi. ?Este no va a ser un frente por la paz?, afirm¨®. ?Lo vemos claramente como un intento de represi¨®n sobre la izquierda abertzale que, ante el fracaso del frente, saldr¨¢, una vez m¨¢s, fortalecida. Mucho me temo que ese frente va a ser un frente para el enfrentamiento?.?Ese proyecto para la paz?, a?adi¨® Ziluaga, ?no puede prosperar sin contar con una gran mayor¨ªa del pueblo vasco que est¨¢ con Herri Batasuna, la segunda fuerza de Euskadi, y sin pasar por la alternativa KAS, que es la nuestra?.

?Ni el Estatuto ni el frente por la paz traer¨¢n la soluci¨®n a los problemas de Euskadi?, terci¨® Francisco Letamend¨ªa. ?porque son como "parches". La soluci¨®n est¨¢ en la alternativa KAS; no hay que olvidar que dos fuerzas pol¨ªticas de Euskadi consideran, y as¨ª lo han afirmado, que el Estatuto vasco es "de m¨ªnimos"' y sus planteamientos se aproximan a nuestro programa, por lo menos en puntos como el de la autodeterminaci¨®n?.

A una pregunta sobre una posible tregua como v¨ªa para el logro de un eventual ?alto el fuego? de las dos ramas de ETA, a la que se ,refer¨ªa d¨ªas pasados el secretario general de EIA, Mario Onaind¨ªa, en unas declaraciones, Brouard contest¨®: ? La tregua s¨®lo es posible con la aceptaci¨®n de la alternativa KAS, que debe ser discutida global y p¨²blicamente. Creo que es el m¨ªnimo para empezar a pensar en una tregua, sin olvidar que, mientras se discute, ¨¦sta no existir¨¢?.