Duras cr¨ªticas socialistas al texto de divorcio elaborado por la ponencia
El Partido Socialista Obrero Espa?ol ha criticado el proyecto de divorcio salido del estudio de la ponencia y ha decidido mantener todas sus enmiendas, entre ellas una a la totalidad. ?El hecho de que el texto no contemple el divorcio de forma aut¨®noma, mantenga la existencia de un proceso previo de separaci¨®n, haya dejado en el aire el procedimiento a seguir en los casos de mutuo acuerdo, contenga una filosof¨ªa de culpabilidad y deje un amplio margen al arbitrio judicial, entre otras cosas, nos hace afirmar categ¨®ricamente que este no es nuestro texto?, manifestaron a EL PAIS los ponentes socialistas Virgilio Zapatero y Antonio Sotillo.
Los socialistas opinan que ?este proyecto de ley es bueno para solucionar los problemas de la tercera edad?, como dijo el propio ministro Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, pero cara al futuro no es una ley presentable, afirma Antonio Sotillo, ?Nos dicen que esta ley?, sigue Sotillo, ?es mejor que la italiana. ?Faltar¨ªa m¨¢s! Han pasado diez a?os y en Italia ya la est¨¢n reformando. Y el texto que nos ocupa es peor que otros europeos, m¨¢xime conociendo nuestra Administraci¨®n de justicia. ?Qu¨¦ va a pasar cuando, al d¨ªa siguiente de la aprobaci¨®n de la ley, el juez de primera instancia tenga sobre la mesa 4.000 casos? Que el juez redir¨¢ el finiquito?.Los miembros socialistas de la ponencia que estudia el proyecto de disoluci¨®n matrimonial entienden que ?este no es el proyecto Cavero, algo se ha mejorado, y, de hecho, Cavero ya sugiri¨® algunas de las modificaciones que se han hecho, pero permanece la filosof¨ªa del texto inicial?, seg¨²n palabras de Virgilio Zapatero, y manifiestan que sus principales discrepancias son las siguientes:
1. No hay divorcio aut¨®nomo. Se accede a ¨¦ste o por un proceso de separaci¨®n (art¨ªculo 86.1 y 2) o por plazos, a partir del cese de la convivencia (articulo 86.3 y 4), ?lo cual no significa que se exija un proceso judicial de separaci¨®n previa. ?Hasta ah¨ª podr¨ªamos llegar! No lo hay en ning¨²n pa¨ªs del mundo?, explica Antonio Sotillo.
2. ?Nos parece muy grave la exigencia en los puntos 1 y 2 del art¨ªculo 86 del doble procedimiento, separaci¨®n y despu¨¦s divorcio. Esto encarece enormemente el proceso. Dice UCD que nuestras diferencias de plazos son de tres meses, pero el procedimiento de incidentes dura tres meses en el texto; en la realidad es incalculable, depende de los juzgados. Si el ministro de Justicia es coherente con lo que nos dijo el pasado jueves en la comisi¨®n, de que algunos jueces ten¨ªan encima de la mesa 4.000 asuntos, exigir dos procesos es mucho dinero y mucho tiempo?, afirman los socialistas.
3. ?El tema del procedimiento en los casos en que haya mutuo acuerdo entre los c¨®nyuges es clave y los ponentes desconocemos cu¨¢l puede ser la propuesta que nos hagan?.
4. ?A¨²n no nos han respondido si podr¨¢ pasarse del procedimiento de divorcio contradictorio al mutuo acuerdo?.
5. ?Seguimos manteniendo la enmienda de supresi¨®n del art¨ªculo 87, porque se contin¨²a dando facultades al juez para denegar el divorcio. En realidad se ha articulado un proyecto muy judicialista y en la disposici¨®n adicional quinta se establece que podr¨¢ acordar pruebas de cualquier ¨ªndole?.
Los ponentes socialistas se oponen tambi¨¦n a que se hayan establecido los catorce a?os como edad para contraer matrimonio y mantienen su propuesta de que sea a los dieciocho a?os, y a los diecis¨¦is con emancipaci¨®n o dispensa. Se preguntan ?por qu¨¦ se exige, en los casos de separaci¨®n por mutuo acuerdo, que haya transcurrido un a?o de matrimonio y por qu¨¦ se toma en cuenta la participaci¨®n en los hechos" para fijar la pensi¨®n?. ??A qu¨¦ viene esto??, dice Sotillo. ??A colar por la ventana la culpabilidad que no entr¨® por la puerta? ?Qu¨¦ tiene que ver la participaci¨®n en los hechos con el desequilibrio econ¨®mico??.
?Tambi¨¦n denunciamos por inconstitucional ?, afirma Virgilio Zapatero, la disposici¨®n adicional d¨¦cima (los jueces civiles no podr¨¢n conocer una controversia sobre nulidad de matrimonio can¨®nico mientras la misma cuesti¨®n est¨¦ pendiente de un ¨®rgano eclesi¨¢stico al que se hubieren sometido las partes de com¨²n acuerdo, que infringe el derecho y el principio de la libertad religiosa. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si un litigante cambia de religi¨®n y no reconoce la jurisdicci¨®n eclesi¨¢stica??.
El ponente comunista Josep Sol¨¦ Barber¨¢ se?ala en el nuevo texto el aumento de los criterios de igualdad entre el hombre y la mujer, ciertos criterios de mutuo consenso y la limitaci¨®n de las facultades del juez para denegar el divorcio. No obstante, afirma que ?la ley es laber¨ªntica, el mutuo consenso de los c¨®nyuges se recoge de forma t¨ªmida y no desaparece del todo la necesidad de culpabilidad de una de las partes?. Tambi¨¦n critica la mezcolanza que se hace de los matrimonios civil y can¨®nico.
Atribuciones de la Iglesia
La abogada feminista Cristina Alberdi coincide con gran parte de las criticas socialistas al texto estudiado por la ponencia. El hecho de que no se recoja el divorcio por mutuo acuerdo; la culpabilidad, que condiciona el derecho a la pensi¨®n o el ejercicio de la acci¨®n de divorcio; la multiplicidad de acciones, ?sabiendo c¨®mo funciona la justicia?, y las facultades del juez para denegar el divorcio (?antes dec¨ªa "excepcionalmente" y ahora "por razones de extraordinaria gravedad"?) hacen inaceptable el proyecto a ojos de la abogada feminista.Cristina Alberdi critica tambi¨¦n que el proyecto est¨¦ determinado por los acuerdos con la Santa Sede, ?sacados adelante con la colaboraci¨®n de los llamados partidos de la oposici¨®n?, y la ?no separaci¨®n Iglesia- Estado ?, que se concreta en aceptar los efectos civiles del matrimonio can¨®nico (?es casi grotesco que para cubrir las apariencias digan que tambi¨¦n los tendr¨¢n los matrimonios de otras confesiones?) y en la eficacia civil de las sentencias dictadas por los tribunales eclesi¨¢sticos sobre nulidades de matrimonios ratos y no consumados, entre otros aspectos.
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