Desciende el nivel de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica

El nivel de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica en la ciudad contin¨²a en descenso, seg¨²n los datos facilitados ayer por la ma?ana por el Departamento de Lucha contra la Contaminaci¨®n Atmosf¨¦rica del Ayuntamiento de Madrid. Seg¨²n las cifras facilitadas, en el aire madrile?o exist¨ªan 188 microgramos por metro c¨²bico de anh¨ªdrido sulfuroso, 63 de humos y 6,1 de mon¨®xido de carbono.Sin embargo, el descenso de los niveles de contaminaci¨®n en la ciudad no supone que los madrile?os est¨¦n menos preocupados por su incidencia en la vida ciudadana. Seg¨²n una encuesta realizada por encargo de la Direcci¨®n General del Medio Ambiente del Ministerio de Obras P¨²blicas y Urbanismo, el de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica es el tercer tema en inter¨¦s para los madrile?os, inmediatamente detr¨¢s del paro y de la seguridad ciudadana.

Por lo que respecta a la influencia que la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica pueda tener en la salud, la mayor¨ªa de los encuestados consideran que ¨¦sta es alta, y se han visto afectados en mayor o menor medida, especialmente, en irritaci¨®n de los ojos (55%), dolores de cabeza (39%), trastornos emocionales (34%) y dificultades cardiorespiratorias (27%).

En otra parte de la encuesta se solicitaba al ciudadano su opini¨®n acerca de las medidas que deber¨ªan ser tomadas para reducir la contaminaci¨®n. Las respuestas aseguraban la necesidad de que fueran tomadas inmediatamente y que deber¨ªan incidir sobre el tr¨¢fico en la ciudad y sobre las emisiones de humos de las industrias de sus alrededores.

Una r¨¢pida encuesta a varios grandes hospitales madrile?os sobre las repercusiones aparentes de la contaminaci¨®n en el aumento de enfermedades respiratorias ofreci¨® una ¨²nica respuesta: en apariencia, no hay, por ahora, datos sobre la influencia de la contaminaci¨®n en el aumento de afecciones bronquiales o respiratorias de cualquier otro tipo. Al parecer, esta conclusi¨®n provisional puede formularse, sobre todo, en puestos de asistencia ambulatoria. Varios de los m¨¦dicos consultados recordaron que en los momentos de m¨¢ximos ¨ªndices de contaminaci¨®n en 1979 esta repercusi¨®n s¨ª fue evidente. Todas las respuestas conseguidas estaban matizadas por una l¨®gica cautela: si las condiciones meteorol¨®gicas empeoran, las impresiones podr¨ªan modificarse inmediatamente.