Marichal y Francisco Ayala analizan el pensamiento liberal y el destino tr¨¢gico de Aza?a
Hoy termina un ciclo de homenaje al escritor y pol¨ªtico republicano
El pensamiento de Manuel Aza?a como heredero de la tradici¨®n liberal espa?ola, el tr¨¢gico destino que le reserv¨® la historia y una de las facetas m¨¢s desconocidas de su personalidad, la actividad que desarroll¨® como traductor, son las tres dimensiones de la figura del ¨²ltimo presidente de la Rep¨²blica que tratan Juan Marichal, Francisco Ayala y Enrique Tierno, respectivamente, en un ciclo de conferencias organizado por el Aula Municipal de la Delegaci¨®n de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, que se celebra en el Centro Cultural.
.?Me aventuro a asegurar que en un futuro no lejano los espa?oles encontrar¨¢n en las p¨¢ginas de Manuel Aza?a un mensaje de fraternidad y comprensi¨®n humana, similar al que contienen las de El Quijote?, dijo Juan Marichal, catedr¨¢tico de las universidades de Harvard (Estados Unidos) y Alcal¨¢ de Henares, y especialista en al obra de Aza?a, en la conferencia que pronunci¨® sobre Manuel Aza?a y la continuidad de la historia espa?ola, en la inauguraci¨®n del ciclo, celebrada el pasado martes, con una numerosa asistencia de p¨²blico.
?Siendo un hombre muy de su generaci¨®n, era consciente de que los liberales de 1812, pese a sus errores y limitaciones, contribuyeron a un importante adelanto. Su idea de la democracia regida con humanidad corresponde al designio espa?ol que hered¨® del docea?ismo corregido de acuerdo con las circunstancias de su ¨¦poca?.
Marichal comenz¨® su exposici¨®n con un comentario favorable a la adaptaci¨®n teatral de La velada en Benicarl¨®, estrenada recientemente en el Bellas Artes. ?El montaje refleja con gran fidelidad el libro, e incluso logra expresar m¨¢s que su lectura Viendo la obra, no hace falta leerlo ?, dijo.
Tras centrar el tema mediante algunas referencias hist¨®ricas, Juan Marichal record¨® las cr¨ªticas de Aza?a al ?abuso de la raz¨®n en la organizaci¨®n del Estado?, que asombraron en su momento a quienes lo ten¨ªan por un racional y cartesiano. Tal abuso de raz¨®n, entendido como una tendencia al centralismo seg¨²n el modelo franc¨¦s, lo achacaba Aza?a, no s¨®lo a la derecha conservadora sino tambi¨¦n a los liberales que admiraban a los comuneros castellanos.
Los ingredientes del espa?olismo genuino de Aza?a, integrado en su condici¨®n de intelectual; las contradicciones que dicha condici¨®n imprim¨ªan a su quehacer pol¨ªtico, y su concepto de la Rep¨²blica espa?ola (la misi¨®n hist¨®rica que deb¨ªa cumplir) fue ron otros puntos que analiz¨®.
?Aza?a cre¨ªa que la Rep¨²blica podr¨ªa enriquecer y dar profundidad a cada espa?ol, al hacerle participar de una responsabilidad que har¨ªa posible la renovaci¨®n del impulso civilizador espa?ol y la reconciliaci¨®n de los conflictos latentes en la herencia hist¨®rica?, se?al¨® Marichal. ?Cre¨ªa tambi¨¦n que con la Rep¨²blica se producir¨ªa la necesaria transformaci¨®n de la sociedad espa?ola, sin tener que hacer la revoluci¨®n?.
Un h¨¦roe de tragedia
Con la sensaci¨®n del misterio que gobierna los destinos humanos, provocando espectaculares mudanzas en la vida de los personajes hist¨®ricos, se aproxim¨® Francisco Ayala a la imagen de Aza?a, que describi¨® como la de un ?h¨¦roe tr¨¢gico inmerso en la realidad palpitante en virtud de una especie de iron¨ªa del destino ya que la tendencia de su personalidad era convertir en materia po¨¦tica esa realidad que se le impon¨ªa?.?Sus dichos pod¨ªan adoptar un aire apod¨ªctico o las agudas abreviaturas del epigrama, pero siempre transmit¨ªan una idea cabal. Con Aza?a sab¨ªa uno lo que quer¨ªa decir, porque ¨¦l dec¨ªa exactamente lo que pensaba decir?. Evoc¨® Ayala la visi¨®n personal que tuvo de Aza?a, a quien conoci¨® hacia 1925 en la tertulia de La Granja El Henar, cuando Aza?a no era m¨¢s que un ?escritor oscuro, muy respetado y temido por su inteligencia?, con ambiciones pol¨ªticas que no hab¨ªa realizado por entonces.
Esa cualidad oratoria de Aza?a, unida al trasfondo intelectual que dotaba a sus discursos de solidez y de su capacidad de improvisaci¨®n fue, en opini¨®n de Francisco Ayala, la clave de su ¨¦xito en la pol¨ªtica activa. Su nueva oratoria, clara y densa, s¨®lo encontraba tres competidores de su categor¨ªa: Alcal¨¢-Zamora, Lerroux y Prieto.
??Hasta qu¨¦ punto el intelectual es inepto por esencia para la pol¨ªtica??, plante¨® en su conferencia. Sin dar respuesta concreta a la pregunta, Francisco Ayala reproch¨® a Aza?a el no haber respondido a ?las expectativas que cifraban en ¨¦l quienes esper¨¢bamos que mantuviera el pulso firme ante las perturbaciones provocadas por los extremistas de derecha e izquierda. S¨®lo ¨¦l pod¨ªa evitar el deterioro de la situaci¨®n, pero huy¨® a la presidencia de la Rep¨²blica con el prop¨®sito de actuar como presidente modelo en un r¨¦gimen de normalidad?.
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