Los Sirex, mejor que ayer

Los S¨ªrex. Ellos mismos introducidos el pasado martes en el Marquee para ser vistos por la pandilla madrile?a y cualquiera que se apuntara a las nostalgias y las presencias.Pero no hablemos del ayer que nuestras almas disloca. Digamos m¨¢s bien que Los S¨ªrex es un grupo que naci¨® en los sesenta y que se puso ese nombre porque alguno de ellos trabajaba en una ¨®ptica. ?Recuerda alguno esas gafas (muy ligeras) cuyo cristal estaba sujeto por un fino hilo de nailon? Pues esa maravilla tecnol¨®gica son Los S¨ªrex. Esto es, que el conjunto naci¨® cuando la gente todav¨ªa se asombraba de los vasos de Duralex, de las tazas de pl¨¢stico a lunares, de la televisi¨®n y de la guitarra el¨¦ctrica. Eso marca mucho, y a Los S¨ªrex actuales se les nota el peso de ¨¦poca tan incomprendida.

Son mayores, no lo disimulan (gran acierto) y llenaron el escenario m¨¢s que ning¨²n otro grupo de los que han pasado por all¨ª. En el v¨¦rtice del subdesarrollo, Los S¨ªrex instrumentales marcan el paso por detr¨¢s de un Leslie con perfil menos afilado, pero con parecida sonrisa de fauno. Esta sonrisa algo mal¨¦vola es lo que daba carisma al grupo cuando se lanzaba a rocks de siempre o a canciones como El tranv¨ªa.

Ahora y en vivo, Los S¨ªrex posiblemente lo hagan mejor que entonces, y como en realidad sus canciones m¨¢s conocidas son las m¨¢s horteras, aquello era un viaje nost¨¢lgico s¨®lo a ratos. Como cuando, asumiendo su pasado, hasta el m¨¢s vergonzante, cantaron el Chao Chao (alias Downtown de Petula Clark) o Qu¨¦ bueno (eurovisiva de Conchita Bautista). Pero ten¨ªan una presencia, una cosa profesional y un tenerle clar¨ªsimo, que daba gusto de poco habitual en Madrid. En Barcelona la gente lloraba con ellos, mientras aqu¨ª s¨®lo se les admiraba con amable curiosidad. Porque para el resto de Espa?a Los S¨ªrex eran horteras. Y no, era un buen grupo que hizo cosas muy malas, pero que hoy siguen tocando.