El Opus Dei y los democristianos boicotean el divorcio y la autonom¨ªa universitaria

Viene de primera p¨¢ginaLuis Gonz¨¢lez Seara dijo, con tono airado desde la mesa presidencial: ?He observado que el planteamiento general de este grupo no tiene que ver con la discusi¨®n normal que han tenido otras leyes. Hablemos claro. Si esto sigue as¨ª yo me callar¨¦, pero he de decir que, como miembro del Gobierno, no acepto que se aplace la Comisi¨®n de Universidades y no me responsabilizo de las consecuencias que tal aplazamiento pueda tener?.

?Tampoco entro?, sigui¨® el ministro, ?en aceptar que se modifiquen los sistemas normales del trabajo de la comisi¨®n por los temas conflictivos. Por consiguiente, mantengo mi postura y, como ministro del Gobierno, quiero que la comisi¨®n comience ma?ana y haga su trabajo normal. Lo que no sea esto, lo estimo improcedente?. Terminada su intervenci¨®n, Gonz¨¢lez Seara abandon¨® la mesa presidencial.

Las cuatro propuestas que se plantearon para enfocar la convocatoria de la comisi¨®n fueron: 1) Reuni¨®n de la comisi¨®n. 2) Reuni¨®n, pero con ?aplazamiento? de los temas pol¨¦micos. 3) Que el grupo aconsejara a su consejo de direcci¨®n la designaci¨®n de una ponencia de cinco o seis miembros para que, junto con los ponentes habituales de UCD y de acuerdo con el Gobierno, estudiara los puntos conflictivos. 4) Que los extremos pol¨¦micos se plantearan el viernes en la ejecutiva del partido. Estas propuestas fueron sacadas de intervenciones de los diputados Carrascal, Mart¨ªn Oviedo y Camacho, entre muchos otros. ?Tras mantener contactos con el Gobierno y con las diversas posiciones?, seg¨²n dijo el portavoz del grupo centrista, Miguel Herrero de Mi?¨®n, sali¨® adelante una soluci¨®n que no puede calificarse como luz verde a la comisi¨®n para que realice su ?trabajo normal?, como quer¨ªa Gonz¨¢lez Seara. En medios socialdem¨®cratas cunde la impresi¨®n de que una dimisi¨®n del ministro no es descartable si la LAU es modificada en el aspecto que pretenden los democristiarios.

?La Comisi¨®n de Universidades?, dijo Miguel Herrero, ?se reunir¨¢ a las doce de la ma?ana (por hoy), en vez de a las 10.00 horas, porque Coalici¨®n Democr¨¢tica y las minor¨ªas vasca y catalana s¨®lo tienen un diputado para esta reuni¨®n y la de la Comisi¨®n de Justicia, convocada para la misma hora. La comisi¨®n trabajar¨¢ al ritmo conveniente para llegar al art¨ªculo 5. Hasta este art¨ªculo habr¨¢ numerosos problemas, por lo que las decisiones de la comisi¨®n no ser¨¢n irreversibles para UCD. Los principales problemas se plantear¨¢n en los art¨ªculos 3 (universidad como servicio p¨²blico) y 5 (libertad de creaci¨®n de centros universitarios)?.

Las intervenciones de Herrero de Mi?¨®n

?Sobre el art¨ªculo 3?, a?adi¨® Herrero de Mi?¨®n, ?deber¨¢n pronunciarse el grupo parlamentario, la comisi¨®n interna y otros ¨®rganos del partido. Tendremos presente la enmienda de Meil¨¢n (desaparici¨®n del concepto de universidad como "servicio p¨²blico") que, en principio, no prosperar¨ªa, porque debe recibir un n¨²mero de votos que le permitan ser honrada, no honrada de honra, sino de honradez. Esta enmienda quedar¨ªa viva para el Pleno y el art¨ªculo 3 quedar¨ªa abierto?.

As¨ª, en medio de los eufemismos del portavoz (?ritmo conveniente?, cuando hab¨ªan debatido hasta la saciedad darle al debate un ritmo francamente lento; ?art¨ªculo 3 abierto?, porque prefer¨ªan no lanzar la consigna final de art¨ªculos ?aparcados?) se lleg¨® al final de las intervenciones y de la sesi¨®n, mientras Herrero de Mi?¨®n les dec¨ªa a los diputados centristas que la soluci¨®n que se hab¨ªa arbitrado ?permite que no haya vencedores ni vencidos, que el grupo siga siendo corresponsable de decisiones pol¨ªticas tan importantes como ¨¦sta y que se d¨¦ entrada en esas decisiones a otros ¨®rganos, como la ejecutiva del partido?.

De los aproximadamente setenta diputados que hab¨ªa para entonces (nueve de la noche) en la sala, s¨®lo vot¨® en contra uno -la nueva incorporaci¨®n por Granada- y once se abstuvieron, entre ellos la presidenta de la Comisi¨®n de Universidades, Carmela Garc¨ªa Moreno, el ministro de Justicia, Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, y los socialdem¨®cratas Javier Moscoso y Carmen Solano.

Jos¨¦ Luis Meil¨¢n -?yo no estoy en ning¨²n bando, aunque soy del Opus Diei; mi propuesta es s¨®lo acad¨¦mica y est¨¦tica?- atac¨® la consideraci¨®n de la universidad como ?servicio p¨²blico? hasta la saciedad. ?No puedo admitir?, dec¨ªa por la ma?ana en un pasillo, ?que me digan que el obst¨¢culo es el art¨ªculo 3 de la ley Villar, que ya dice que la universidad es un servicio p¨²blico, porque entonces yo, con perd¨®n, me cisco en la ley Villar, porque prefiero basarme en la Constituci¨®n que en una ley ordinaria anterior a ella?.

Meil¨¢n explic¨® que en lo que la universidad verdaderamente representa es un ?servicio esencial a la comunidad? y dijo que en el tema del profesorado su permanencia y acceso cab¨ªan dos sistemas: el de la habilitaci¨®n, que les permite ingresar en el funcionariado, y el del contrato, ?que yo no lo veo como un sistema de elecci¨®n del profesorado permanente, sino como una f¨®rmula residual. Hay que optar por uno de ellos porque no se pueden hacer sistemas modelo hermafroditas?.

En el fondo de este debate radica lo que Carmela Garc¨ªa Moreno calific¨® como ?miedo a que la universidad se convierta en el reino de los profesores no numerarios?. ?La ponencia?, sigui¨® la presidenta de la Comisi¨®n de Universidades, ?establece contratos temporales para los PNN, lo que hace que la calidad de la ense?anza sea mayor, ya que ahora se les contrata indefinidamente?.

Como otra aportaci¨®n a la batalla del ?servicio p¨²blico?, Satr¨²stegui afirm¨® que ?no es procedente considerar la universidad como un servicio p¨²blico, como no lo son los peri¨®dicos, las carnicer¨ªas o las panader¨ªas?.