La victoria de CC OO en Catalu?a erige a los comunistas del PSUC en los primeros interlocutores de la Generalidad

La victoria de las Comisiones Obreras catalanas en las elecciones sindicales en curso -un, 39,6% de los delegados contra un 27,8171 para UGT, seg¨²n la Generalidad- tiene amplias repercusiones en varios ¨®rdenes. En primer lugar, sin estos doce puntos de diferencia, CC OO no aventajar¨ªa a UGT en el conjunto de Espa?a (32,8% contra 31,3% para UGT, seg¨²n la CEOE).

Otras consecuencias se producen en el terreno de los intentos de la Generalidad de crear un marco catal¨¢n de relaciones laborales, el de la confrontaci¨®n entre el PSC-PSOE y la UGT en Catalu?a y el de las discrepancias entre el comunismo catal¨¢n y el espa?ol. Finalmente, estos datos reafirman la inexistencia en Catalu?a de un sindicalismo nacionalista como el que, en los mismos comicios, ocupa el primer lugar en el Pa¨ªs Vasco y el segundo en Galicia.El ¨²nico terreno en el cual la Generalidad ha intentado llevar a cabo una pol¨ªtica algo imaginativa ha sido el de las relaciones laborales. La promulgaci¨®n de una sola ley auton¨®mica -la que creaba la festividad del 11 de septiembre- en nueve meses de existencia del Parlamento catal¨¢n demuestra que, en efecto, el impulso legislativo, y en consecuencia la labor de autogobierno, ha sido insignificante.

En todos estos meses, el hito m¨¢s significativo fue el debate sobre pol¨ªtica econ¨®mica llevado a cabo en el Parlamento catal¨¢n. Pujol reiter¨® entonces su voluntad de crear un marco catal¨¢n de relaciones laborales, ?basado en la concertaci¨®n sistem¨¢tica? de las partes sociales, bajo el patrocinio de la Generalidad.

Esta pol¨ªtica, que pasa tambi¨¦n por la creaci¨®n de un fondo de lucha contra el paro -el denominado ?plan Rigol?, en base al apellido del consejero de Trabajo-, fue en todo momento rechazada por el empresariado catal¨¢n, cuyo favor -por razones sociol¨®gicas obvias- era precisamente el que buscaba Pujol. Por su parte, UGT tampoco ha expresado entusiasmo ante esta beligerancia auton¨®mica. Estas dos partes han recordado en todo momento el encuadre espa?ol de la econom¨ªa catalana.

Comisiones Obreras, en cambio, acogi¨® con abierta simpat¨ªa este intervencionismo. ?Coincidimos con la Generalidad en la creaci¨®n de un marco catal¨¢n de relaciones laborales?, afirm¨® a este diario Jaime Aznar, dirigente de CC OO catalana, ?porque debido a la correlaci¨®n de fuerzas existente en Catalu?a, lo que aqu¨ª consigamos ser¨¢ m¨¢s progresivo que en el resto de Espa?a, servir¨¢ para dar unos planteamientos sociales a la Generalidad y tambi¨¦n constituir¨¢ un est¨ªmulo para otros avances en el resto de Espa?a. Por estas mismas razones, pero desde una ¨®ptica antag¨®nica, la patronal catalana no desea una beligerancia laboral por parte de la Generalidad?.

Sucede, pues, que los planteamientos intervencionistas de Pujol son s¨®lo aceptados por la central sindical m¨¢s radical, que adem¨¢s resulta ser la vencedora en las actuales elecciones. De seguir por un camino de pactos protagonizado por la Generalidad y CC OO, el precio electoral que podr¨ªa pagar Jordi Pujol llegar¨ªa a ser enorme, dada la actitud de la patronal y de UGT. Por ello, en medios sindicales y patronales se informa ya de que, a medio plazo, el consejero Rigol no tendr¨¢ otra alternativa que retirar su plan.

Por parte de UGT, los resultados facilitados por la Generalidad han suscitado vivas cr¨ªticas en contra de la actual direcci¨®n del PSC-PSOE. La acusaci¨®n ugetista consiste en afirmar que los socialistas catalanes no se han empleado a fondo en favor, de UGT. Un parlamentario socialista acept¨® esta versi¨®n de los hechos dada por un dirigente de UGT. Sucede que el ¨²ltimo congreso del PSC-PSOE se sald¨® con una victoria por escaso margen del sector procedente del PSC, el cual estuvo apoyando hasta hace pocos meses a los seguidores catalanes de la corriente de Zufiaur, los cuales precisamente por eso fueron en su d¨ªa excluidos de la UGT de Catalu?a. Por su parte, la direcci¨®n de la central sindical socialista en Catalu?a se identific¨® en todo momento con el sector del partido procedente del autodisuelto PSOE de Catalu?a, perdedor en el mencionado congreso y actualmente no representado en la direcci¨®n del partido. Desde entonces las relaciones no han mejorado.

Como dato singular destaca que los sectores productivos donde la UGT de Catalu?a ha obtenido mayores porcentajes de votos -siempre detr¨¢s de CC OO- son textil, metal y qu¨ªmicas. Es decir, los grandes ramos ?obreros? por antonomasia. En cambio, UGT ha quedado muy mal situada en sanidad, seguros y banca, ramos donde existe un voto moderado que en principio deber¨ªa ser favorable a UGT y a su pol¨ªtica de pactos.

Dos opciones sindicales de car¨¢cter nacionalista, propiciadas por el partido de Jordi Pujol, han quedado literalmente barridas en estas elecciones sindicales. Una es el sindicato Solidaritat d'Obrers de Catalunya, de origen democristiano, de muy escasa implantaci¨®n y reconocido por la Confederaci¨®n Mundial del Trabajo, organizaci¨®n internacional de origen tambi¨¦n cristiano. Este sindicato ha logrado, siempre seg¨²n los datos actuales de la Generalidad, s¨®lo un 0,7%.