A vueltas con el matrimonio can¨®nico
La Iglesia y su legislaci¨®n can¨®nica sobre el matrimonio volvieron a centrar la atenci¨®n de los miembros de la Comisi¨®n de Justicia del Congreso de los Diputados, que viene debatiendo el proyecto de reforma del t¨ªtulo IV del C¨®digo Civil sobre el matrimonio. Un art¨ªculo, el 60, que habla de ?matrimonio celebrado leg¨²n las normas del Derecho can¨®nico?, suscit¨® las iras de los diputados socialistas, quienes interpretan esta formulaci¨®n como un intento de dar entidad propia al matrimonio can¨®nico, m¨¢s all¨¢ del reconocimiento por el Estado de las formas religiosas del matrimonio, y no dudaron en calificar a dicho art¨ªculo como ?una canonizaci¨®n del C¨®digo Civil?.Efectivamente, esta formulaci¨®n plantea graves interrogantes y posibles contradicciones, no s¨®lo con el esp¨ªritu, sino tambi¨¦n con la letra del propio proyecto de la ponencia, que mantiene el principio b¨¢sico de la unidad de jurisdicci¨®n y de legislaci¨®n estatales sobre el matrimonio, en contraposici¨®n con la f¨®rmula arcaica del actual C¨®digo Civil, seg¨²n la cual existen dos clases de matrimonio: el can¨®nico y el civil, dando a ¨¦ste un car¨¢cter simplemente subsidiario respecto del primero.
El Grupo Parlarnentario Centrista, que mantiene con fuerza la exclusiva jurisdicci¨®n del Estado sobre el matrimonio frente a los intentos de Coalici¨®n Democr¨¢tica de establecer un sistema matrimonial doble, de car¨¢cter facultativo, parece no ver ninguna contradicci¨®n entre este principio y el reconocimiento expreso en el C¨®digo Civil de ?un matrimonio celebrado seg¨²n las normas del C¨®digo Can¨®nico?.
Los socialistas, sin embargo, claman que la contradicci¨®n es evidente, y explican la defensa de esta formulaci¨®n por UCD como una concesi¨®n que el partido del Gobierno hace a la Iglesia cat¨®lica ?para hacerle tragar la amarga p¨ªldora del divorcio?.
La posible contradicci¨®n puede hacerse evidente, aun para la propia UCD, cuando se llegue a la discusi¨®n del art¨ªculo 85, en el que se dice que ?el matrimonio se disuelve, sea cual fuere la forma y el tiempo de su celebraci¨®n, por la muerte o la declaraci¨®n de fallecimiento de uno de los c¨®nyuges o por el divorcio?. ?No habr¨¢ la posibilidad de que la Iglesia cat¨®lica interprete que la forma religiosa del matrimonio, circunscrita al rito o la ceremonia, nada tiene que ver con el matrimonio can¨®nico, que se celebra seg¨²n normas sustantivas de derecho, y que, por tanto, aqu¨¦l queda al margen del ¨¢mbito de aplicaci¨®n de la legislaci¨®n del Estado sobre el divorcio?
El miedo de que esto sea as¨ª fue expresado p¨²blicamente por los socialistas y, en voz baja, por algunos diputados centristas, y a ello tienden los esfuerzos reiterados de Coalici¨®n Democr¨¢tica, en el sentido de que el matrimonio can¨®nico no quede incluido en el C¨®digo Civil dentro de las formas religiosas de matrimonio de las restantes confesiones que no tienen un derecho matrimonial sustantivo.
Los centristas se oponen, por no ser de recibo hoy en d¨ªa, a la recepci¨®n ¨ªntegra del Derecho Can¨®nico matrimonial en la legislaci¨®n del Estado, pero entienden que debe darse un trato diferenciado a la Iglesia cat¨®lica, por ser hasta ahora la ¨²nica confesi¨®n religiosa con la que se mantienen acuerdos y por reconocimiento de la realidad social.
Esta misma disputa sobre el valor del matrimonio can¨®nico volvi¨® a suscitarse en el tema de la inscripci¨®n en el Registro Civil del matrimonio. celebrado en forma religiosa, para la que s¨®lo se exige ?la presentaci¨®n de la certificaci¨®n de la Iglesia o confesi¨®n respectiva?, pero que podr¨¢ ser denegada por el funcionario si ?consta que el matrimonio no re¨²ne los requisitos que para su validez se exigen en este t¨ªtulo?. Coalici¨®n Democr¨¢tica niega capacidad legal al funcionario del Registro Civil para dar validez al matrimonio can¨®nico, mientras que UCD mantiene que el Estado no puede renunciar a exigir el cumplimiento de su ley.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Divorcio
- Opini¨®n
- I Legislatura Espa?a
- Pol¨ªtica justicia
- Matrimonio
- Comisiones parlamentarias
- Iglesia Cat¨®lica espa?ola
- Congreso Diputados
- Legislaturas pol¨ªticas
- Familia
- Parlamento
- Gobierno
- Espa?a
- Administraci¨®n Estado
- Iglesia cat¨®lica
- Cristianismo
- Legislaci¨®n
- Pol¨ªtica
- Administraci¨®n p¨²blica
- Religi¨®n
- Justicia
- Ruptura sentimental
- Relaciones pareja
- Sociedad