Andr¨¦s Amor¨®s, de ensayo, por "Introducci¨®n a la Iiteratura'"

El escritor, cr¨ªtico y catedr¨¢tico Andr¨¦s Amor¨®s obtuvo ayer el Premio Nacional de Ensayo 1980, patrocinado por el Ministerio de Cultura, con una dotaci¨®n de un mill¨®n de pesetas, por su libro Introducci¨®n a la literatura, publicado por Editorial Castalia. El jurado estuvo formado por el director general de Promoci¨®n del Libro y de la Cinematograf¨ªa, Mat¨ªas Vall¨¦s; el acad¨¦mico Gonzalo Fern¨¢ndez de la Mora, el catedr¨¢tico Jes¨²s Arellana, el escritor Eduardo de Guzm¨¢n el editor Juan Salvat, el cr¨ªtico Luis Blanco Vila y el ganador de la anterior edici¨®n, Fernando S¨¢nchez Drag¨®. El jurado concedi¨® el premio por unanimidad.?Se ha premiado un libro que es estrictamente un ensayo?, declar¨® ayer Andr¨¦s Amor¨®s. ?En el pr¨®logo de Introducci¨®n a la literatura digo que no se trata de un estudio erudito, sino de un ensayo dirigido a un p¨²blico no especializado. Es un libro muy poco acad¨¦mico, donde me suelto el pelo como lector. Cuando se public¨® tuvo buena acogida y me consta que se ha le¨ªdo con gusto, ya que lo puede entender cualquiera, sin notas a pie de p¨¢gina y sin lenguaje cr¨ªptico para iniciados. He querido volcar mi experiencia de lector, los muchos a?os de lectura?.

Una prueba del inter¨¦s de Andr¨¦s Amor¨®s por la ?literatura viva? es el ¨ªndice de autores citados en el libro que acaba de merecer el premio nacional de ensayo. En esta lista aparecen Shakespeare, Cort¨¢zar, Woolf`, Chacel, Rosa Montero, Woody Allen; en un p¨¢rrafo se cita a Arist¨®teles y en el siguiente aparece Francisco Umbral. ?Frente a la tendencia de hacer un libro historicista o estructuralista hay un predominio de las distintas clases de literaturas y de lecturas. Hay muchos libros sobre teor¨ªa literaria; el m¨ªo no est¨¢ escnto por un profesor, sino por un lector. Adem¨¢s de este aspecto, creo que es tambi¨¦n singular los aspectos del ¨²ltimo cap¨ªtulo, dedicado a la sociedad literaria espa?ola?.

Lo principal para Amor¨®s, es el disfrute de la lectura, el placer del texto, que no se pierda la experiencia y la emoci¨®n de la lectura. Considera un error convertir la literatura en lenguaje abstracto, y advierte el riesgo de que los profesores sean funcionarios.