La venganza del actor

? Entre el actor y el director de teatro se produce un tipo de relaci¨®n normal, unas veces buena y otras mala. A veces, el actor se venga del autor, aunque si el director tiene un gran poder de convocatoria, el actor acaba haciendo lo que dice el director?. El autor de esta reciente afirmaci¨®n, Adolfo Marsillach, tras largos a?os de dedicaci¨®n al teatro, principalmente como actor, se ha decidido a escribir una comedia, ha ca¨ªdo por fin en esa trampa, ?irremediable para un hombre con sentido de la totalidad teatral?, de escribir una obra.Por dos cosas se ha distinguido fundamentalmente Adolfo Marsillach a lo largo de su carrera teatral: por su dedicaci¨®n total a las actividades teatrales, como actor (en escenarios y en televisi¨®n, aunque vetado en tiempos), como director e incluso como primer director del Centro Dram¨¢tico Nacional, y por sus posiciones cr¨ªticas, por medio de las que -paso adelante, paso atr¨¢s- ha conquistado importantes parcelas de libertad en los ¨²ltimos a?os del franquismo y primeros de la transici¨®n.

Nacido en Barcelona en 1928, comenz¨® sus actividades teatrales en la facultad de Derecho de esta ciudad. En 1958, con su propia compa?¨ªa, mont¨® la obra de Lope de Vega Los locos de Valencia, que le vali¨® el Premio Nacional de Direcci¨®n de Teatro. La temporada siguiente fue primer actor y director del teatro Lara, de Madrid. En febrero de 1978 fue nombrado primer director del entonces reci¨¦n fundado Centro Dram¨¢tico Nacional, del que dimiti¨® en mayo del a?o siguiente.