Adolfo Marsillach estrena su primera obra de teatro
"Yo me bajo en la pr¨®xima, ?y usted?", una comedia escrita para Concha Velasco y Jos¨¦ Sacrist¨¢n
El d¨ªa de Navidad se estren¨® en Valencia, con car¨¢cter de primicia en Espa?a, la comedia escrita y dirigida por Adolfo Marsillach Yo me bajo en la pr¨®xima, ?y usted? Es la primera obra que escribe Marsillach para dos populares actores, Concha Velasco y Jos¨¦ Sacrist¨¢n, que tambi¨¦n, por primera vez, representan en la escena teatral a una pareja desencantada de su vida en com¨²n.
La obra pretende, por medio de la iron¨ªa y el desenfado, presentar trazos de la historia de una generaci¨®n, que surgi¨® de los a?os cuarenta sin haber provocado o vivido la guerra civil. Generaci¨®n que mira ahora hacia atr¨¢s con tristeza y alegr¨ªa al mismo tiempo, desilusi¨®n y credulidad, porque se le escap¨® la vida esperando, y cuando podr¨ªa tocar hoy la esperanza ya le ha pasado la edad. De ah¨ª la pregunta final de los ¨²nicos dos actores de la comedia, ??podr¨ªamos volver a empezar? ?.
Una obra para dos actores
?No es una recuperaci¨®n, sino una contemplaci¨®n de aquellos a?os?, coment¨® Adolfo Marsillach a EL PA?S, minutos despu¨¦s que los aplausos del p¨²blico pusieran un merecido colof¨®n a esta trepidante comedia. ?Aunque ha habido alg¨²n espectador que abandon¨® la sala a media funci¨®n, mi intenci¨®n no va m¨¢s all¨¢ de la cr¨®nica ir¨®nica de una ¨¦poca que yo he vivido. La historia de mi generaci¨®n no la veo con sentimentalismos, tampoco con excesiva irritaci¨®n. Todos fuimos un poco rid¨ªculos y pat¨¦ticos, lo que me permite emplear en la obra una cierta distan cia, un cierto humor?.Todo empez¨® con una pieza de caf¨¦-teatro cuyo primer texto estuvo terminado hace dos a?os. ?Incluso pens¨¦ presentarla. Pero Pepe y Concha me animaron a que la alargara, y si el resultado les gustaba la har¨ªan ellos en el teatro. Animado por estos dos espl¨¦ndidos actores y amigos de toda la vida, la termin¨¦ pensando en su perfecta preparaci¨®n. Me parece que este es un sistema v¨¢lido como cualquier otro para escribir teatro. Miura jam¨¢s terminaba sus obras hasta que empezaba los ensayos?.
Hasta hoy, Marsillach hab¨ªa hecho de todo en el teatro, excepto escribir. ?Bueno, all¨¢ por los cincuenta y algo, colabor¨¦ con un amigo en una tragedia existencial. Sartre estaba de moda. Tambi¨¦n, una vez que estuve muy enfermo, termin¨¦ una obra de vanguardia bajo la influencia de Samuel Becket, que se llamaba Con una idea basta. Aunque enseguida descubri¨® que con s¨®lo una idea no bastaba?.
Las series de televisi¨®n, los art¨ªculos semanales en la Prensa de gran tirada, fueron nuevos ejercicios literarios emprendidos durante los ¨²ltimos a?os. ?En fin, que se ven¨ªa venir. Cuando uno amenaza tanto, llega un momento que no queda m¨¢s remedio que cumplir las amenazas. Estaba claro que un d¨ªa acabar¨ªa escribiendo y estrenando?.
Un pretexto art¨ªstico Y el resultado ha sido un espect¨¢culo dentro del m¨¢s puro arte teatral, entendido como medio para comunicarse con un p¨²blico, que mantiene en todo momento la atenci¨®n en el juego de la pareja estelar que mira hacia el pasado para entender los errores de su fracaso.
?No he intentado hacer un texto importante?, se?ala Marsillach. ?Conozco mis limitaciones y puede que esta obra no sea m¨¢s que un pretexto art¨ªstico pensado para dos actores, cosa que acepto encanta do. En este sentido, no es un estreno pretencioso. Con mis treinta y pico a?os de ejercicio teatral ser¨ªa ingenuo que as¨ª lo pensara?.
A lo largo de la representaci¨®n, que en Madrid se podr¨¢ ver en la segunda quincena de enero, Concha Velasco y Jos¨¦ Sacrist¨¢n agotan todos los mecanismos teatrales posibles sobre un escenario. Cantan y bailan las canciones que oyeron de peque?os, se disfrazan para representar aquellos personajes que influyeron en sus vidas, al tiempo que discuten cuando el juego teatral deja paso a la incomunicaci¨®n de la pareja acabada. Entre la comedia y el caf¨¦-teatro, desfilan Concha Piquer, Juanita Reina, Nat King Cole, los Platters, Antonio Mach¨ªn, galer¨ªa de famosos recuperados por el excelente oficio de estos dos actores para un nuevo autor: Adolfo Marsillach.
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