Hoy se conocer¨¢n los posibles compradores del 'Times'

?El ser el peri¨®dico nacional ingl¨¦s ser¨ªa un t¨ªtulo al que The Thimes, con una modestia t¨ªpicamente inglesa, no podr¨ªa pretender, salvo in extremis?, declar¨® una vez el actual director del matutino londinense, William Rees-Mogg. In extremis est¨¢ desde que el pasado 22 de octubre lord Thomson decidiera ponerlo en venta. Hoy, con el a?o, termina el plazo de presentaci¨®n de las ofertas para la compra de The Times, del dominical The Sunday Times y de los suplementos literario y de educaci¨®n. Si no hubiera ning¨²n comprador serio, ambos peri¨®dicos dejar¨ªan de publicarse el pr¨®ximo 14 de marzo, el primero, y el 8 del mismo mes, el segundo.

Se rumoreaba que hasta ahora se hab¨ªa presentado s¨®lo un comprador, pero esta noticia ha sido desmentida por un portavoz de la International Thomson Organization, grupo propietario de los peri¨®dicos. El portavoz declar¨® que hoy se dar¨ªan a conocer las distintas empresas que est¨¢n dispuestas a comprar los peri¨®dicos, conjuntamente o por separado. Por su parte, William Rees-Mogg prosigue sus esfuerzos para poner en marcha una cooperativa de los redactores que siguiera publicando The Times. Rees-Mogg comenzar¨¢, sin embargo, a partir del 14 de marzo su nuevo trabajo de administrador en la Compa?¨ªa General de la Electricidad (GEC) brit¨¢nica.Entre los posibles compradores figuran sir James Goldsmith, propietario de los semanarios Noew! (brit¨¢nico) y L'Express (franc¨¦s): lord Bametson, del grupo Associated Newspapers, que publica los diarios londinense Daily Mail y New Standard, y Robert Maxwell, millonario que est¨¢ a la cabeza del grupo editorial Pergammon Press. Otros nombres que se barajan son el de Rupert Murdoch y el de la compa?¨ªa estadounidense de petr¨®leos Atlantic Richfield, que posee el dominical brit¨¢nico The Observer.

Entre las condiciones que pone lord Thomson, cuya familia adquiri¨® The Times en 1966 y The Sunday Times siete a?os antes, est¨¢ la de que se preserve la calidad de ambos peri¨®dicos. No se puede olvidar que las columnas de The Times recogieron la toma de la Bastilla. Hoy, The Times se ha convertido en un peri¨®dico- archivo cuyas cr¨®nicas parlamentarias siguen haciendo ¨¦poca.

Con el incierto futuro que se ci?e sobre este tipo de publicaciones, The Times podr¨ªa morir adem¨¢s de la compleja enfermedad que aqueja a toda la Prensa brit¨¢nica: la obsolescencia tecnol¨®gica, unida a una resistencia sindical al cambio y a una mano de obra excesiva. Se dice que si The Times fuera impreso en Washington y llevado por v¨ªa a¨¦rea a Londres todas las ma?anas, costar¨ªa cada ejemplar veintisiete pesetas, en vez de 36 pesetas.

Para intentar luchar contra estos problemas, The Thimes cerr¨® ya del 30 de noviembre de 1978 al 13 de diciembre del a?o siguiente. Este cierre, que le cost¨® a la empresa m¨¢s de 7.000 millones de pesetas, no solucion¨® nada, como demuestran los ¨²ltimos acontecimientos. Incluso los redactores se pusieron en huelga este verano, exigiendo un aumento salarial.

M¨¢s de 4.000 empleados han recibido ya sus cartas de despido para el pr¨®ximo 31 de marzo. Es dudoso que el nuevo propietario acepte encargarse de The Times, que tira unos 315.000 ejemplares diarios, tal como est¨¢. El problema de The Sunday Times, con una tirada que se acerca al mill¨®n y medio de ejemplares cada domingo, es estructuralmente diferente. Seguramente los dos peri¨®dicos ser¨¢n comprados por dos empresas separadas. En cualquier caso, The Times tendr¨¢ que sanearse, clarificar las relaciones laborales en su seno y dejar de contar con la poderosa fortuna del grupo Thomson para cubrir sus p¨¦rdidas.