Sigue el terror

A punto de concluir la pausa navide?a, con su cine dedicado sobre todo a los ni?os, contin¨²a el terror para adolescentes y mayores. En este doble juego donde el miedo se acepta y rechaza a la vez como una especie rara y sabrosa, capaz de dar sabor a los guisos m¨¢s elem¨¦ntales, hay productos para todos los gustos y sensibilidades. Desde el humor a la iron¨ªa, desde la fantas¨ªa original a los relatos tr¨¢gicos, el terror, cuando no sus suced¨¢neos, suele recorrer una escala parecida a la de tantos otros g¨¦neros cinematogr¨¢ficos.Sabe que estds sola no pretende buscar ning¨²n camino nuevo, ni siquiera apartarse un ¨¢pice de los ya recorridos a menudo. Su historia supone el terror por el terror, sin ning¨²n pretexto, sin otro aditamento. Realizada con medios modestos, su director reparte pu?aladas desde la secuencia primera, asustando al p¨²blico no ya con lo que pueda suceder, sino con lo que ante sus ojos realmente sucede.

Fotograf¨ªa habitual

Una fotograf¨ªa habitual en este tipo de historias y una m¨²sica que anticipa los acontecimientos m¨¢s o menos tr¨¢gicos ayudan, en lo que cabe, a esta aventura que se inicia con un doble crimen: en la pantalla y en la sala, con cine a partir del propio cine.Luego una galer¨ªa anglosajona de sospechosos tenderos, quincea?eras bobas, cl¨¦rigos sombr¨ªos, cristos que sudan por culpa de una ca?er¨ªa rota y ¨®rganos que suenan por s¨ª solos contribuyen un tanto toscamente a mantener la atenci¨®n de los espectadores, que, en el fondo, piden m¨¢s asesinatos.

Los actores, escogidos en funci¨®n de su f¨ªsico, sobre todo, cumplen dentro de lo que se les pide, que no es mucho, ciertamente, al igual que al filme, destinado a rellenar, salvo imprevistos, el tiempo de esta breve pausa, cara a la definitiva temporada.