S¨¢nchez Barbudo: "La poes¨ªa de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez ha sido siempre minoritaria"

Se cumple este a?o el centenario del nacimiento de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, considerado uno de los poetas m¨¢s importantes de cuantos han escrito en castellano desde el Siglo de Oro. El primer acto de la conmemoraci¨®n que la Fundaci¨®n Juan March dedica al poeta de Moguer corre cargo del profesor Antonio S¨¢nchez Barbudo, quien recuerda en sus cuatro conferencias el car¨¢cter minoritario de la obra del escritor. Obra que se mantuvo en el olvido a causa del exilio Juan Ram¨®n y de la guerra civil. Por su parte, la Real Sociedad Econ¨®mica Matritense de Amigos del Pa¨ªs y la Asociaci¨®n de Amigos de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez organizan pasado ma?ana el acto inaugural del centenario con una conferencia a cargo del hispanista Ricardo Gull¨®n. El Consejo de Cultura de la Diputaci¨®n de Huelva, provincia en la que naci¨®, ha propuesto la creaci¨®n de un premio literario dotado con un mill¨®n de pesetas.

Antonio S¨¢nchez Barbudo, fundar en su juventud de la revista Hora de Espa?a, recientemente jurado de la c¨¢tedra que ha dirigido durante treinta a?os en la Universidad de Wisconsin y uno de los eruditos que m¨¢s ha estudiado la obra de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, inicia hoy un curso sobre este tema en Fundaci¨®n Juan March.A lo largo de las cuatro conferencias que comprende el ciclo S¨¢nchez Barbudo analizar¨¢ las sucesivas etapas que distingue en la trayectoria po¨¦tica juanramoniana, ofreciendo una s¨ªntesis actualizada de las investigaciones que ha -desarrollado en este campo en los ¨²timos veinte a?os. Las ediciones Cr¨ªticas de Dios deseado y deseante y Diario de un poeta reci¨¦n casado, -publicadas en 1964 y 1970, son sus principales aportaciones al conocimiento de la figura y obra del poeta de Moguer.

?La poes¨ªa de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez ha sido siempre minoritaria por su propia naturaleza intimista, pero adem¨¢s una serie de circunstancias han contribuido a mantenerla en el olvido?, afirma S¨¢nchez Barbudo. ?El exilio del poeta, la guerra civil espa?ola y la guerra mundial despu¨¦s no fueron precisamente propicias a la l¨ªrica juanramoniana. Ya antes del destierro, Juan Ram¨®n se qued¨® solo, y en cierta forma aislado, con el auge del movimiento de poes¨ªa impura y social que se impuso a principio de los a?os treinta en torno a Alberti y Neruda?.

El car¨¢cter intimista, narcisista, e incluso neurast¨¦nico, de la poes¨ªa de Juan Ram¨®n no est¨¢, sin embargo, re?ido con su perdurabilidad y vigencia, pues ?no es Juan Ram¨®n un poeta fr¨ªo ni inhumano?, asegura S¨¢nchez Barbudo. En esa humanidad es donde radica el inter¨¦s que puede despertar en el lector actual. Tambi¨¦n es lo que le redime de las famosas rarezas que hac¨ªan dif¨ªcil su trato?.

Es imposible visitar con frecuencia a Juan Ram¨®n, porque espera que se porten con ¨¦l como si todos los d¨ªas fuera su santo?, ironiz¨® en cierta ocasi¨®n Ram¨®n G¨®mez de la Serna este rasgo peculiar de la personalidad del poeta que le suscit¨® tantas veces aversiones y enemistades in¨²tiles.

Las cuatro estaciones de Juan Ram¨®n

Al margen de la an¨¦cdota personal o de la limitada difusi¨®n que ha tenido la obra juanramoniana, S¨¢nchez Barbudo resalta su trascendencia y significado en la historia de la literatura espa?ola y universal, patente en cada un de los cuatro per¨ªodos que distingue en su producci¨®n.?En su primera etapa po¨¦tica, entre 1898 y 1915, Juan Ram¨®n Jim¨¦nez fue, con Antonio Machado, art¨ªfice de una profunda renovac¨ª¨®n en la anquilosada poes¨ªa espa?ola, al introducir el simbolismo en Espa?a?, explica S¨¢nchez Barbudo. ?A partir de Diario de un poeta reci¨¦n casado, inicia un nuevo tipo de poes¨ªa no ret¨®rica ni sujeta a normas musicales, donde se encuentran los or¨ªgenes de la poes¨ªa moderna en lengua castellana o inglesa: es la poes¨ªa desnuda, cuya desnudez no est¨¢ s¨®lo en la forma simple y clara, sino en el fondo mismo del poema, pues la mejor y m¨¢s nueva poes¨ªa del Diario nace ya desnuda?.

La tercera estaci¨®n de Juan Ram¨®n, la del exilio en Am¨¦rica, representa la creaci¨®n de un tipo de poes¨ªa religiosa de inspiraci¨®n pante¨ªsta y esteticista de la que no hay otra muestra en toda la literatura espa?ola. Dios deseado y deseante es el libro que refleja esa visi¨®n m¨ªstica de un dios con min¨²scula asociado a la contemplaci¨®n de la belleza con la que el poeta conjura su constante obsesi¨®n por la idea de la muerte.

Y, por ¨²ltimo, los a?os finales, 1949-1958, que S¨¢nchez Barbudo define como de reca¨ªda en la depresi¨®n y escepticismo, del que s¨®lo es posible salvar lo que el poeta llama ?el momento eterno?.