"La computerizaci¨®n de la imprenta va a cambiar de nuevo el campo de fuerzas pol¨ªticas"
Anthony Smith, actual director del Instituto de Cine Brit¨¢nico y miembro de la junta de gobernadores del cuarto canal de la BBC, en estado de creaci¨®n, ha estado siempre pr¨®ximo a los medios de comunicaci¨®n. Desde 1900, en que comenz¨® a trabajar para la radio y televisi¨®n estatal brit¨¢nicas, Smith ha publicado varios libros sobre temas de comunicaci¨®n, entre los que cabe destacar Como la sombra en la caverna, sobre pol¨ªtica radiof¨®nica, o la Geopol¨ªtica de la informaci¨®n. En 1980 public¨® Goodbye Gutenber (Adi¨®s, Gutenberg), sobre la revoluci¨®n de la Prensa diaria en la d¨¦cada reci¨¦n comenzada.
Pregunta. ?Cu¨¢les son, a su juicio, las implicaciones de la computerizaci¨®n de la imprenta y qu¨¦ consecuencias pueden derivar de este hecho en los pr¨®ximos a?os?Respuesta. Creo que esas implicaciones pueden ser tan importantes en los pr¨®ximos cincuenta a?os como lo fueron las invenciones de la escritura y la imprenta.
Plat¨®n se?al¨® c¨®mo la invenci¨®n de la escritura cambi¨® la relaci¨®n entre el comunicador y su p¨²blico, creando un nuevo tipo de p¨²blico aleatorio, ya que la comunicaci¨®n va de una persona a otra, y as¨ª, el escritor toma en cuenta a ese p¨²blico que est¨¢ fuera de su campo de visi¨®n. La imprenta va m¨¢s all¨¢, y es desde un principio un proceso pol¨ªtico que no pod¨ªa desarrollarse demasiado porque exist¨ªan distintos sistemas legales dentro de diversos pa¨ªses. Adem¨¢s, el control de la imprenta era algo sobre lo que el Rey, por derecho divino, ten¨ªa poder absoluto. Y cuando consigui¨® romper esta barrera jur¨ªdica, la imprenta hab¨ªa conseguido ya crear un nuevo sistema de aprendizaje. Sin ella no hubiera habido renacimiento. Fue la tecnolog¨ªa la que permiti¨® que naciera la nueva civilizaci¨®n comercial. Los efectos de la imprenta, y luego de la radio y de la televisi¨®n, forman parte de la revoluci¨®n gutenbergiana: lo que Gutenberg hizo fue multiplicar los ejemplares hasta que su n¨²mero se acerc¨® al n¨²mero de personas en el p¨²blico. La radio y la televisi¨®n, en cierto modo, hacen lo mismo
La tercera revoluci¨®n
La computerizaci¨®n del texto, cambia de nuevo todo el campo de fuerzas pol¨ªticas, pues significa que el texto es almacenado y transmitido de maneras muy diferentes a diversos p¨²blicos. El computador tiene un gran almac¨¦n de informaci¨®n que se convierte en una propiedad social. El p¨²blico, un p¨²blico de individuos, es el que selecciona la informaci¨®n, volvi¨¦ndose as¨ª a la situaci¨®n anterior a la escritura. Por eso pienso que se trata de una revoluci¨®n, es un cambio en el principio fundamental por el que se comunica la informaci¨®n en una sociedad.P. Suponen, pues, estos nuevos medios de comunicaci¨®n un proceso de privatizaci¨®n de la vida p¨²blica?
R. Efectivamente... La colada, el lavado de la ropa, es un buen ejemplo de algo que se ha desplazado de la esfera de lo p¨²blico a la de lo privado. Lo mismo podr¨ªa decirse de la cocina o incluso de la compra, que hoy en d¨ªa se lleva a cabo en p¨²blico, pero que se convertir¨¢ en algo privado.
P. Inspir¨¢ndose en el concepto hegeliano de la autonegaci¨®n, usted ha se?alado que el peri¨®dico, en su esencia, se est¨¢ transformando en algo opuesto a lo que pretend¨ªa ser.
R. Una de las primeras consecuencias de una nueva tecnolog¨ªa, de cualquier tipo y en cualquier campo, es que inmediatamente se pueden apreciar las redundancias y la ineficiencia de la antigua tecnolog¨ªa. Por ejemplo, el sistema de diligencias que floreci¨® en el Reino Unido antes de la llegada del tren, era muy eficaz. Pero, con el tren, uno se dio cuenta de las molestias que causaban las diligencias, su ruido, su mal olor.
Con la llegada de los sistemas electr¨®nicos de informaci¨®n, se puede ver que el peri¨®dico, que floreci¨® a partir de mediados del siglo XIX, tiene una serie de ventajas ilusorias. Para empezar, parece que da una imagen diaria del mundo, cuando no es as¨ª. La mayor parte de la informaci¨®n en un peri¨®dico es vieja y alguna est¨¢ ya caducada cuando se imprime, como los valores de las cotizaciones en Bolsa. Ahora, de repente, con los nuevos sistemas empezamos a ver que la informaci¨®n puede cambiar o desplazarse al ritmo que requiere la propia informaci¨®n.
Tambi¨¦n est¨¢ el problema del p¨²blico. El peri¨®dico ha ido adquiriendo un mayor p¨²blico con la inclusi¨®n de m¨¢s material. Pero son los lectores que el peri¨®dico ha adquirido m¨¢s recientemente los que est¨¢n menos satisfechos con la situaci¨®n. El peri¨®dico tiene material destinado a los adolescentes, pero es un medio muy ineficaz para llegar a este grupo generacional, que quiere una informaci¨®n m¨¢s intensa sobre las cosas que le interesan.
Esto no significa que el peri¨®dico sea un anacronismo o que vaya a desaparecer ma?ana. S¨®lo significa que podemos comparar el servicio que nos proporciona con el que nos proporciona un medio de comunicaci¨®n rival.
P. ?Qu¨¦ tipo de peri¨®dico, y de periodismo, veremos pues?
R. El periodismo es una parte importante del peri¨®dico, pero no es todo. El peri¨®dico aparece dentro de una ideolog¨ªa de la competencia. Suponemos que es un medio ideol¨®gico de comunicaci¨®n que compite con otros medios del mismo tipo. Pero en la mayor¨ªa de las sociedades, excluida la espa?ola, este no es ya el caso. Realmente la gente no cambia en el curso de su vida de una ideolog¨ªa a otra. Es absurdo tener un medio de comunicaci¨®n basado en la presunci¨®n de que los lectores cambiar¨¢n de ideolog¨ªa al leer otro peri¨®dico. Esto s¨®lo ocurre en una sociedad que est¨¢ saliendo de una dictadura.
En las democracias parlamentarias, los peri¨®dicos se convierten en monopolios naturales, menos politizados, y no en competidores naturales.
Mayor atenci¨®n al p¨²blico
P. ?C¨®mo cambia, pues, la relaci¨®n entre autor y lector?R. O se protege al p¨²blico o se protege al orador. Pienso que los sistemas electr¨®nicos tienden a prestar una mayor atenci¨®n al p¨²blico, mientras que el peri¨®dico est¨¢ dirigido por el ?editor?..., los sistemas computerizados son dirigidos por el p¨²blico, por el lector y, en consecuencia, toda la ¨¦tica social debe cambiar...
P. ?Y la idea del autor?
R. La imprenta giraba en torno al concepto del autor, y, as¨ª pens¨¢bamos en la informaci¨®n contenida en los libros como propiedad de un autor dado. Cualquiera que haya escrito un libro sabe que esto no es verdad, pero s¨ª conveniente. La mayor parte de la informaci¨®n en un libro proviene de otros libros, pero a la industria de la informaci¨®n le conviene pretender que hay autores, pues hace dinero al protegerlos. En una sociedad en que la informaci¨®n no proviniera de los libros, sino de un almac¨¦n central, perteneciente a la sociedad en su totalidad, el autor individual, sin desaparecer, tender¨ªa a perder importancia. La m¨ªstica del autor individual, que es una gran m¨ªstica posrenacentista, se esfumar¨¢. Antes del Renacimiento se consideraba que el autor contribu¨ªa a una suma total del conocimiento humano, era una persona que a?ad¨ªa el ¨²ltimo incremento, la ¨²ltima organizaci¨®n a una cierta informaci¨®n.
P. Usted ha escrito que ?Gutenberg ampli¨® el mundo del conocimiento medieval a un continente, mientras que la Prensa de masas y la televisi¨®n han reducido el p¨²blico al del Estado-naci¨®n?. Ahora habla usted de una nueva Alejandr¨ªa...
R. La informaci¨®n est¨¢ m¨¢s sujeta al imperialismo que el territorio, y, los historiadores del principio imperial han tendido a descuidar este hecho. La escritura fue un fen¨®meno mundial. La imprenta dependi¨® de la lengua vern¨¢cula, confirmando al principio la idea internacional del mundo. Erasmo habl¨® de que la imprenta hab¨ªa producido una biblioteca sin muros, porque estaba pasando en la antigua Alejandr¨ªa, una biblioteca con muros. La imprenta revent¨® los muros, pero la radio y la televisi¨®n han vuelto a poner el control de la informaci¨®n en las manos del Gobierno nacional, produciendo sistemas de informaci¨®n enteramente basados en el Estado-naci¨®n.
P. Volver¨¢n los nuevos sistemas electr¨®nicos a internacionalizar Ia informaci¨®n?
R. Lo que ofrecen es una nueva oportunidad para la traducci¨®n de una lengua vern¨¢cula a otra, aunque lo contrario podr¨ªa tambi¨¦n ocurrir. Depende de que uno sea optimista o pesimista.
P. Usted est¨¢ tambi¨¦n en la junta de gobernadores del cuarto canal, comercial, de la televisi¨®n brit¨¢nica, y durante un tiempo se habl¨® de usted como posible director de este canal. ?C¨®mo compagina esto con su puesto de director del Instituto de Cine Brit¨¢nico?
R. El instituto est¨¢ desempe?ando un papel muy importante en el cuarto canal. Yo quer¨ªa un sistema de organizaci¨®n abierta, idea que apoyaba tambi¨¦n el Gobierno laborista. Lo que yo quer¨ªa es que fuese posible el trabajo, la creaci¨®n, independientes. Desde hace diez a?os ha sido pr¨¢cticamente imposible innovar dentro de la televisi¨®n brit¨¢nica a causa de la rigidez de las estructuras. Ahora creo que vamos a liberar una gran cantidad de energ¨ªa creativa en todos los aspectos de la televisi¨®n: educaci¨®n, noticias, diversi¨®n... Lo que el nuevo canal, que empezar¨¢ a emitir en noviembre de 1932, est¨¢ haciendo es crear nuevas fuentes de producci¨®n de programas bajo una forma institucionalmente viable.
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