Maya: "Ami padre no le hubiera gustado este traslado"
Maya Picasso, la hija del pintor que se muestra m¨¢s reticente sobre los deseos oficiales espa?oles de recibir el Guernica en Madrid a lo largo de este a?o, habl¨® ayer para EL PAIS sobre el tema desde su casa de Marsella, en Francia. He aqu¨ª la conversaci¨®n.Pregunta. ?Qu¨¦ condiciones cree que hubiera deseado su padre para que se llevara a cabo el traslado del Guernica a Espa?a?
Respuesta. Mi padre deseaba que el Guernica volviera a Espa?a cuando la Rep¨²blica fuera restablecida. Pues bien, no es este el caso. Alargando el caso, yo llegar¨ªa aceptar el traslado si existieran unas libertades democr¨¢ticas, pero por lo que leo en los peri¨®dicos esto no parece muy evidente. No podemos hablar de democracia en Espa?a mientras no exista una ley de divorcio lo bastante humana y mientras no se regule la situaci¨®n de los hijos naturales. Ahora acabo de recibir informaci¨®n sobre la legislaci¨®n que se prepara en torno a estos dos temas. Voy a estudiarla cuidadosamente, pero dudo que se me haga cambiar. No, mientras se mantenga una polic¨ªa y un Ej¨¦rcito del viejo r¨¦gimen.
P. Habr¨¢ usted o¨ªdo decir que el Rey ha jugado un importante papel precisamente como mediador entre el Ej¨¦rcito y unas ciertas aspiraciones de cambio.
R. S¨ª, ya s¨¦ que no es un rey como los de antes y que hace todo lo que puede por arreglar las cosas. Tambi¨¦n s¨¦ que no todo es maravilloso en una rep¨²blica. Mi t¨ªa Lola, por ejemplo, corri¨® peligro durante la guerra espa?ola por conservar Ciencia y caridad y La primera comuni¨®n, dos cuadros de tema religioso pintados por mi padre. Pero algo no marcha bien en Espa?a cuando no se le permite entrar en el Mercado Com¨²n.
P. Bueno, puede que en este asunto intervengan tambi¨¦n otro tipo de factores, como, por ejemplo, los intereses econ¨®micos particulares de algunos de los pa¨ªses miembros.
R. Puede ser, puede ser. Por eso no quiero hablar de pol¨ªtica. No es mi problema. Yo s¨®lo s¨¦ que porque mi padre haya nacido hace cien a?os no debe hacerse una cosa que a ¨¦l no le hubiera gustado. Y desde l¨²ego, si es par¨¢ encerrar el cuadro en el Cas¨®n, menos todav¨ªa.
P. ?Y no cree que, a pesar de todo, no estar¨ªa mucho peor el cuadro en Espa?a, que en Norteam¨¦rica, donde Reagan acaba de ser elegido presidente?
R. No, porque mi padre confi¨® el cuadro al Museo de Arte Moderno de Nueva York y no a Reagan. He vivido veinte a?os con mi padre y le he conocido lo suficiente para saber lo que hubiera pensado. Quiz¨¢ sea muy testaruda, precisamente porque soy la m¨¢s espa?ola de mis hermanos. Amo a Espa?a m¨¢s que a ning¨²n otro pa¨ªs en el mundo, pero no cambiar¨¦ jam¨¢s mis ideas.
P. Y si el resto de los herederos, es decir, Claude, Paloma, Marian, Jacqueline y Bernard, estuvieran de acuerdo, ?cu¨¢l ser¨ªa su actitud?
R. En este caso, me ver¨ªa obligada a ceder ante la mayor¨ªa, pero en contra de mi voluntad.
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