El sector sider¨²rgico parar¨¢ hoy ante la falta de acuerdo en las negociaciones
Finaliz¨®, sin acuerdo, a las 3.30 horas de ayer, la reuni¨®n mantenida por la comisi¨®n negociadora de la siderurgia integral con el subsecretario de Industria, Enrique Aldama, y el director general, Mariano Garc¨¦s, seg¨²n fuentes de UGT, que se ha ratificado por ello en la convocatoria de huelga para hoy en el sector sider¨²rgico y en aquellas empresas dependientes de los entes p¨²blicos. La Administraci¨®n, seg¨²n las mismas fuentes, mantuvo su postura de un incremento salarial del 5,5%, mientras que los trabajadores solicitan un 10% para 1981, un 3% por debajo del coste de vida, en 1982, y un 1,5% por debajo, en 1983.
M¨¢s de 50.000 trabajadores, por encima del 40% de la poblaci¨®n activa industrial asturiana, parar¨¢n hoy en Asturias para presionar al Gobierno en torno a la reestructuraci¨®n del sector sider¨²rgico integral (Ensidesa) y de Hunosa. El ministro de Industria, Ignacio Bay¨®n, inform¨® a una comisi¨®n de UCD de Asturias su firme criterio de homologar las subvenciones a la siderurgia y a la miner¨ªa con los niveles de la Comunidad Econ¨®mica Europea en tres a?os.La fijaci¨®n de una subvenci¨®n de 16.000 millones de pesetas para Hunosa durante 1981 en los Presupuestos Generales del Estado, a pesar de que las p¨¦rdidas reales ser¨¢n del orden de los 23.000 millones, de pesetas, responde al proyecto de Industria de reducir las subvenciones a aquella cantidad en 1983. El a?o pasado, las p¨¦rdidas de Hunosa fueron de 18.000 millones de pesetas. A la vista de estos datos, las centrales sindicales temen que el objetivo de proyecto consista en reducir el actual tama?o de Hunosa a la mitad en los pr¨®ximos tres a?os, puesto que a partir de unas determinadas p¨¦rdidas por tonelada de carb¨®n extra¨ªdo, a¨²n no determinadas por los t¨¦cnicos del Ministerio de Industria, comenzar¨ªa el cierre de pozos en 1983.
De la entrevista mantenida en Madrid por la direcci¨®n centrista asturiana con el ministro de Industria y el presidente del INI, Jos¨¦ Miguel de la Rica, se desprende tambi¨¦n, seg¨²n algunos de los asistentes, que este a?o no ser¨¢ clausurado el pozo Barredo, en contra del anuncio hecho por la direcci¨®n de la sociedad, si se llega a un acuerdo con las centrales sindicales sobre el plan de reestructuraci¨®n de Hunosa.
Por otra parte, Industria y el INI est¨¢n dispuestos, como m¨¢xima concesi¨®n, a dar su aceptaci¨®n a un seguimiento institucionalizado de las negociaciones por parte del Consejo Regional de Asturias, con la apertura de un cambio de impresiones semanal de directivos del INI y de la empresa con el presidente del organismo preauton¨®mico asturiano y los portavoces de los partidos.
Respecto a la siderurgia, la divisi¨®n de este sector del INI, cuyo presidente es Jos¨¦ Luis Baranda, a su vez presidente de Ensidesa, ha elaborado una propuesta b¨¢sica que ha sido rechazada por la comisi¨®n ejecutiva del INI. Dicha propuesta defend¨ªa la aplicaci¨®n del plan de alta inversi¨®n para Ensidesa y de baja inversi¨®n para Altos Hornos del Mediterr¨¢neo.
Entre las cr¨ªticas formuladas por el INI al plan de la divisi¨®n sider¨²rgica destacan las siguientes: no tiene una alternativa para el exceso de plantilla de Altos Hornos del Mediterr¨¢neo en 1985. En ese a?o se obtienen unas p¨¦rdidas de 28.000 millones de pesetas (Ensidesa, 24.000, y AHM, 4.000), cuando los objetivos del INI apuntan a conseguir unos beneficios del orden de los 1.200 millones de pesetas. Las amortizaciones anuales descienden en relaci¨®n a la facturaci¨®n a?o tras a?o. La generaci¨®n bruta de fondos es favorable, pero debido al descenso de las cargas financieras, motivado por la fuerte aportaci¨®n del INI (140.000 millones de pesetas). El coste del personal desciende del 31 % actual al 21 % en 1990 (hay congelaciones salariales previstas hasta 1983, con p¨¦rdida de dos puntos sobre el IPC de cada a?o, adem¨¢s de las reducciones de plantilla), y, sin embargo, en el coste a?adido (persona, cargas financieras, amortizaci¨®n) no se aprecian avances tangibles hasta 1985, y s¨®lo se alcanza el objetivo del 30% en 1990.
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