Esperanza sin rivalidad

A mi regreso de los Picos de Europa, he leido parte de la numerosa in formaci¨®n que EL PAIS ha dedicado a las operaciones de rescate de los monta?eros de la Pared de Pe?a Vieja, Rafael Morales y Francisco J. Fern¨¢ndez. Siento que un medio de informaci¨®n generalmente tan bien informado y objetivo haya mostrado, en esta ocasi¨®n, una versi¨®n tan deformada de los hechos y de las personas.?

La operaci¨®n del rescate de Rafael Morales y Francisco Javier Fern¨¢ndez estuvo presidida, en todo momento, por un aut¨¦ntico esp¨ªritu de solidaridad. La Administraci¨®n colabor¨® de la forma m¨¢s entusiasta posible con los mejores medios a su alcance, teniendo en cuenta las l¨®gicas limitaciones y el p¨¦simo clima imperante.

Por lo que respecta a mi persona, debo decir que en ning¨²n otro acto de socorro, de los muy numerosos de mi larga vida en monta?a, he estado m¨¢s horas trabajando en los m¨¢s distintos escenarios del terreno, y en los que he llegado al l¨ªmite del agotamiento. Al margen de mi presencia oficial como asesor de Protecci¨®n Civil, me ha extra?ado, hasta a m¨ª mismo, mi poco inter¨¦s por el tan anunciado protagonismo que tan injusta y tendenciosamente se me imputa.

Al margen de las l¨®gicas peque?eces humanas que, como no, los alpinistas tambi¨¦n ejercitan, toda la triste y angustiosa operaci¨®n de rescate ha sido solidaria Y emocionante, y no debe empa?arla una informaci¨®n parcial y poco veraz, para confundir a las gentes de buena voluntad.

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Ni rivalidad entre el capit¨¢n de la Cruz Roja de Potes con nadie, ni paseos in¨²tiles en helic¨®ptero, sino esperanza, esfuerzo hasta la extenuaci¨®n, armon¨ªa general, desaliento y frustraci¨®n tras la certeza de la muerte de los hombres j¨®venes, amigos de todos, de distintas ideolog¨ªas, pero, sin embargo, amigos, que todos necesit¨¢bamos. Esto, creo, es lo importante./