Espa?a no mereci¨® ganar a Francia
La pel¨ªcula futbol¨ªstica de anoche ya la hab¨ªamos visto. Fue una repetici¨®n de las que se nos han ofrecido en los ¨²ltimos a?os. Espa?a se anot¨® el triunfo, cosa novedosa de un a?o a esta parte, pero de nuevo fracas¨® t¨¢ctica y t¨¦cnicamente. La selecci¨®n espa?ola decepcion¨® una vez m¨¢s.El primer tiempo fue de p¨¦simo juego espa?ol. El terreno estuvo en poder de los franceses por mejor situaci¨®n y distribuci¨®n de funciones. Francia se dedic¨® al marcaje por zonas, y Espa?a se ocup¨® m¨¢s de perseguir al hombre. El equipo de Santamar¨ªa mostr¨® una descomposici¨®n notable desde la defensa hasta la zona de ataque.
Camacho dedic¨® todos sus afanes a perseguir a Platini, la estrella francesa a la que efectivamente no dej¨® moverse a gusto en ning¨²n momento. Pero con su colocaci¨®n en el centro del campo dej¨® s¨®los atr¨¢s a Tendillo, Alexanco y Gordillo. El valencianista tuvo que escorarse constantemente hacia la banda derecha para vigilar a Six; Alexanco se qued¨® s¨®lo en el centro de la defensa, para recibir las oleadas galas al mando de Larios, un centro delantero muy m¨®vil al que no marcaba nadie; Gordillo, con la preocupaci¨®n de defender, no pudo ser el hombre incisivo que es en el Betis. Desde atr¨¢s, pues, no se pudo empujar por las bandas.
El centro del campo espa?ol careci¨® de la debida celeridad para encauzar el juego de ataque e, incomprensiblemente, se fall¨® en la entrega m¨¢s de lo que cabe esperar de hombres que manejan bien la bola como Joaqu¨ªn, Solsona y Zamora. Moizan, Larios y Chistophe lograron imponer su ley a medida que fue avanzando el encuentro.
La gran contradicci¨®n del sistema espa?ol estuvo en la delantera. Te¨®ricamente, Santamar¨ªa aline¨® a dos extremos natos, pero de nada sirvi¨® su intenci¨®n porque el juego de su equipo no se desarroll¨® por las bandas. Juanito volvi¨® a ser jugador ingenioso y de buenos lanzamientos a sus compa?eros, pero siempre escondido atr¨¢s. Juanito zascandile¨® por el centro del campo y a Rubio no le sirvieron balones para que intentara las penetraciones por el lado izquierdo. Con este panorama, Santillana no pudo recibir balones adaptados a sus condiciones. El ¨²nico que le fue bien servido lo remat¨® espl¨¦ndidamente, pero el gol no pudo ser contabilizado porque el ¨¢rbitro se?al¨® con anterioridad el evidente fuera de juego en el que se encontraba.
Santamar¨ªa busc¨® en el segundo per¨ªodo un hombre con fuerza entre Solsona y Zamora, y dej¨® en la caseta a Joaqu¨ªn, que tuvo una actuaci¨®n muy gris¨¢cea. El equipo espa?ol puso m¨¢s nervio, pero continu¨® sin encontrar la f¨®rmula id¨®nea para dominar el encuentro.
Una vez m¨¢s la selecci¨®n careci¨® del director de juego. A lo que se ve, no hay modo de encontrar el l¨ªder capaz de galvanizar a sus compa?eros. En la zona de centrocampistas estamos a mitad de camino de lo que debe ser lo ideal: la conjunci¨®n de la clase con la fuerza.
El partido fue una total decepci¨®n. El f¨²tbol espa?ol es cada vez m¨¢s mediocre, y adem¨¢s no se encuentra un sistema que encaje con las caracter¨ªsticas de los actuales jugadores. En el momento presente todo hay que cifrarlo en la genialidad o en el golpe de fortuna. Otras cualidades no hay.
Francia no gan¨® el encuentro por la ayuda del ¨¢rbitro en el primer tiempo, que perdon¨® dos penaltis, uno de ellos flagrante, y porque Arconada resolvi¨® en cuatro salidas con los pies por delante las jugadas m¨¢s peligrosas. Adem¨¢s, los galos pusieron de manifesto su inocencia ante el marco, que fue la que le impidi¨® en el Mundial argentino obtener una mejor clasificaci¨®n.
El penalti de Spechet a Santillana, a cuatro minutos del final, permiti¨® a Juanito establecer un resultado victorioso para Espa?a, que fue inmerecido. Los franceses hasta el ¨²ltimo momento dispusieron de mayores oportunidades. Y curiosamente cuando Espa?a tuvo la ventaja adquirida, mostr¨® un, debilidad defensiva que no era imaginable. El bal¨®n lleg¨® a pasearse por delante de la meta de Arconada, sin que hubiera un franc¨¦s capaz de empujarlo a la red.
Francia realiz¨® un juego m¨¢s ordenado que Espa?a, pero tampoco tuvo el punch necesario para adjudicarse una victoria que no se le presentaba nada dif¨ªcil. Los franceses perdieron parte de su empuje en el segundo tiempo y no encontraron en Platini, gracias a Camacho, el hombre resolutivo. En lo ¨²ltimos a?os se ha dicho del Saint Etienne franc¨¦s que sale al campo con un gol de ventaja, que es el que le asegura Platini en libre directo. Anoche, el centrocampista franc¨¦s volvi¨® a lucir su habilidad, pero afortunadamente para Arconada el bal¨®n se estrell¨® en el larguero.
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