Los sindicatos piden importantes contrapartidas para pactar la reconversi¨®n de Hunosa
Los sindicatos solicitan la inclusi¨®n de importantes contrapartidas en la negociaci¨®n del plan de reconversi¨®n de Hunosa, que en 1984 debe reducir el coste de la tonelada de carb¨®n extra¨ªda a 9.450 pesetas y elevar la producci¨®n a cuatro millones de toneladas. El SOMA-UGT pretende conseguir la diversificaci¨®n de las actividades de la empresa, singularmente la creaci¨®n de una central t¨¦rmica en Langreo, que proporcionar¨ªa 3.000 millones de beneficios anuales, 1.400 puestos de trabajo en fase de construcci¨®n y trescientos empleos estables.
Adem¨¢s de la reapertura del pozo Olloniego, solicita tambi¨¦n una mayor participaci¨®n de las centrales en la gesti¨®n de la empresa a trav¨¦s de la acci¨®n sindical y la incorporaci¨®n de setecientos picadores para alcanzar el nivel que esta categor¨ªa ten¨ªa en 1977. CC OO est¨¢ de acuerdo con la inclusi¨®n de estas reivindicaciones en la negociaci¨®n general. Los dos sindicatos coinciden en que tal negociaci¨®n debe realizarse en el INI, ¨²nico accionista de la sociedad hullera p¨²blica.En las conversaciones iniciales con la direcci¨®n de Hunosa s¨®lo se consigui¨® el acuerdo, de formar la comisi¨®n deliberadora, en representaci¨®n de los trabajadores, integrada por cinco miembros del SOMA-UGT (que aspiraba a uno m¨¢s que CC OO invocando su triunfo en las elecciones sindicales); tuvo que ceder, ante la convergencia de criterios al respecto, entre CC OO y las asociaciones profesionales.
CC OO propugna la constituci¨®n inmediata del comit¨¦ intercentros dentro de su filosof¨ªa sindical de negociar a trav¨¦s de los comit¨¦s de empresa, el SOMAUGT ha propuesto un orden del d¨ªa con tres puntos b¨¢sicos: ampliaci¨®n de capital de la sociedad, estructura financiera y plantillas. El SOMA-UGT atribuye la capacidad negociadora a los sindicatos e invoca adem¨¢s, en este caso, al Estatuto de los Trabajadores en defensa de su argumentaci¨®n. Sobre la mesa presidencial no existe a¨²n acuerdo.
Las negociaciones discurren en un marco de enorme confusi¨®n. El INI ha fijado unos objetivos que Hunosa debe cumplir en el per¨ªodo 1981-1983 para homologar en 1984 sus subvenciones a las que recibe la miner¨ªa europea, de caracter¨ªsticas similares.
El paso siguiente es el pacto entre la direcci¨®n y los sindicatos de los medios necesarios para alcanzar ese objetivo. Este planteamiento ha sido inicialmente rechazado por los sindicatos, de forma m¨¢s rotunda por CC OO, central que incluso cuestiona la facultad de la Administraci¨®n para fijar los objetivos de una empresa p¨²blica, como es el caso de Hunosa. La postura del SOMA-UGT es m¨¢s matizada: propugna una doble negociaci¨®n de los sindicatos, primero con el INI, para elaborar los objetivos, y despu¨¦s con la direcci¨®n de Hunosa, con el fin de elegir los medios capaces de alcanzar esos objetivos.
La negativa a sentarse a negociar, basada en estos planteamientos, qued¨® rota despu¨¦s de la huelga general convocada en la noche del lunes, cuando se cre¨ªa que el golpe de Estado hab¨ªa triunfado.
A la ma?ana siguiente ya fue imposible detener la convocatoria, lo que provoc¨® una dura cr¨ªtica del presidente de la sociedad, Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez Felgueroso, a los sindicatos. Esta situaci¨®n provoc¨® la solicitud de una reuni¨®n con la direcci¨®n de Hunosa, promovida por el SOMA-UGT, para tratar. de conseguir alguna contrapartida que permitiera desconvocar los paros previstos para el viernes y el s¨¢bado pasados. La concesi¨®n de 4.000 pesetas mensuales en concepto de anticipo del convenio colectivo y el anuncio de iniciar de inmediato la reprofundizaci¨®n del pozo Barredo, hasta ahora amenazado de cierre, consiguieron frenar la huelga e iniciar una fase de deliberaciones previas a la negociaci¨®n de la reestructuraci¨®n de Hunosa.
Eliminar p¨¦rdidas en tres a?os
La negociaci¨®n estar¨¢ dirigida a conseguir un acuerdo sobre condiciones salariales, financieras, producci¨®n, productividad, plantillas y contrato-programa. Medios solventes-estiman que los mineros de Hunosa podr¨ªan conseguir una subida salarial del 10% para 1981. La Administraci¨®n concede a Hunosa un plazo de tres a?os para eliminar sus p¨¦rdidas por tonelada de carb¨®n extra¨ªdo.El a?o pasado, ¨¦stas fueron de 5.480 pesetas, desglosadas as¨ª: 3.000 pesetas en concepto de ayudas, setecientas pesetas por las cargas heredadas del pasado, debidas a la integraci¨®n de las distintas empresas mineras, y 1.700 pesetas por p¨¦rdidas propiamente dichas. En el per¨ªodo 1981-1983, la empresa deber¨¢-reducir a cero los cap¨ªtulos relativos a las cargas heredadas y a las p¨¦rdidas propiamente dichas. Las ayudas ser¨¢n consideradas como ingresos, tal como sucede en la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). La Administraci¨®n contribuir¨¢ a reducir las subvenciones de Hunosa a 16.000 millones de pesetas hasta el a?o 1984, si se produce un acuerdo entre la direcci¨®n y los sindicatos en la f¨®rmula que har¨¢ viable el plan de reconversi¨®n.
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