Chirac acusa a Giscard de "haber ilusionado a Espa?a" con la ampliaci¨®n del Mercado Com¨²n

El candidato gaullista a la presidencia de la Rep¨²blica Francesa y actual alcalde de Par¨ªs, Jacques Chirac, se desmarc¨® radicalmente del jefe del Estado, Val¨¦ry Giscard d'Estaing, a quien acus¨® de ?haber ilusionado a Espa?a? con la ampliaci¨®n de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). Chirac, que calific¨® de ?globalmente desastrosa? la pol¨ªtica exterior giscardiana, hizo estas afirmaciones en su primer debate televisado de la campa?a para las elecciones que culminar¨¢n a principios de mayo.

En su intervenci¨®n del lunes ante las c¨¢maras, Chirac preconiz¨® la renegociaci¨®n del Tratado de Roma, que dio origen a la CEE, con el fin de crear una Europa aut¨¦ntica..Por su parte, el presidente Giscard d'Estaing afirm¨® ayer que, si es reelegido el pr¨®ximo mes de mayo, no volver¨¢ a presentarse candidato al finalizar su segundo septenio Chirac, en cambio, se manifest¨® convencido de que ser¨¢ ¨¦l, y no Giscard, quien se enfrente al candidato socialista Fran?ois Mitterrand en la segunda vuelta de la elecci¨®n presidencial, el pr¨®ximo d¨ªa 10 de mayo.

El Reagan franc¨¦s, Chirac, camina con paso seguro a trav¨¦s de todos los obst¨¢culos del teatro electoral franc¨¦s, que entr¨® anteanoche en la pen¨²ltima etapa con los debates televisados. A lo largo del presente mes, la banda de los cuatro (Giscard d'Estaing, Chirac, Mitterrand y el candidato comunista, Georges Marchais) se enfrentar¨¢ con la Prensa especializada en presencia de las c¨¢maras de televisi¨®n.

Cuando el alcalde de Par¨ªs y l¨ªder gaullista anunci¨® su candidatura a la presidencia, hace un mes, los sondeos de opini¨®n le atribu¨ªan el 12% de los sufragios. Ayer, la ¨²ltima encuesta le concedi¨® el 18 %en la primera ronda.

Si el ascenso no se interrumpe, su convencimiento de llegar a la segunda ronda, para. dirimir la batalla final por el palacio del El¨ªseo con Mitterrand, podr¨ªa convertirse en algo m¨¢s que demagogia electoralista.

De momento, los esquemas planteados por Giscard d'Estaing y Mitterrand se vienen abajo: el primero ha excluido de su estrategia electoral a Chirac, ?porque yo soy el ¨²nico que, en la mayor¨ªa, puede ganar a Mitterrand?. Este ¨²ltimo, con m¨¢s cartas a su favor, sin duela, mira por encima del hombro de Marchais. Pero la llegada del nuevo Chirac ha embarullado el juego.

Tras una larga cura, de silencio, el Chirac de las tarascadas y del dramatismo gratuito se ha reconvertido: su pol¨ªtica econ¨®mica y diplom¨¢tica a lo Reagan, proponiendo en cada caso pol¨ªticas de recambio fundadas en los n¨²meros y en ?la esperanza, la firmeza, la autoridad y la confianza?, no caen en el vac¨ªo.

Francia, durante el septenio de Giscard d'Estaing, ha visto multiplicarse por tres el paro, y por dos la inflaci¨®n. Y ?la voz de Francia en el mundo?, debilitada, seg¨²n Chirac, por ?una diplomacia de balanza que nos enfada con todo el mundo para no conseguir nada?, encuentra o¨ªdos atentos.

Para Chirac, el presidente ?no ha cesado de hacer propuestas que luego no han encontrado continuidad?. A t¨ªtulo de ejemplo cit¨® la idea de di¨¢logo Norte-Sur y la creaci¨®n de una especie de ?plan Marshall? para Africa que hicieron concebir, seg¨²n el l¨ªder gaullista, esperanzas sin futuro entre los socios de Francia.