Visto para sentencia el juicio contra el ex director de la Caja de Ahorros de Orense

La vista del juicio oral contra el ex director de la Caja de Ahorros de Orense, Ricardo Mart¨ªn Esperanza, celebrado a lo largo de dos jornadas en la Sala Segunda del Tribunal Supremo, concluy¨® ayer con la petici¨®n definitiva, por parte del fiscal, de 52 a?os de privaci¨®n de libertad para el acusado y de una indemnizaci¨®n de 150 millones de pesetas a favor de la citada instituci¨®n. El procesado ha sido juzgado por la Sala Segunda del Tribunal Supremo por su condici¨®n de procurador en Cortes y consejero nacional del Movimiento en el per¨ªodo en que se produjeron los hechos de los que se le acusa, entre los a?os 1971 y 1972.

Estos hechos est¨¢n referidos a presuntas irregularidades en los balances de la Caja de Ahorros de Orense, observadas durante 1973 por inspectores del Banco de Espa?a en el transcurso de una inspecci¨®n. En concreto, las irregularidades se concretan en una fraudulenta suscripci¨®n, realizada a nombre del procesado, y con dinero de la entidad, de determinado n¨²mero de acciones de tres empresas del pol¨ªgono industrial de San Cipri¨¢n (Orense). Las citadas empresas son Boisite, Cervezas de San Mart¨ªn y Orense.Seg¨²n el ministerio fiscal y el abogado del Estado, cada una de estas suscripciones ser¨ªa constitutiva de un delito de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, a cada uno de los cuales corresponder¨ªa quince a?os de reclusi¨®n menor. El ministerio fiscal y el abogado del Estado tambi¨¦n acusan al procesado de haber permitido la percepci¨®n por la Caja de Ahorros de Orense de reintegros de corretajes y timbres cobrados sin intervenci¨®n de corredores de comercio a beneficiarios de gran n¨²mero de p¨®lizas de pr¨¦stamos, hecho que el fiscal califica de estafa y el abogado del Estado de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos. Por este cuarto delito ambos acusadores solicitan la pena de siete a?os de prisi¨®n mayor.

Seg¨²n el abogado del Estado, la percepci¨®n de estos reintegros es constitutiva de malversaci¨®n de caudales p¨²blicos en cuanto que implica la ocultaci¨®n a Hacienda de las cantidades que los prestatarios abonaron por corretajes, conforme a la legislaci¨®n tributar¨ªa, y que fueron transferidas ilegalmente a una cuenta corriente especial.

La defensa, a cargo del catedr¨¢tico de Derecho Penal Antonio Ferrer Sama, solicit¨® la libre absoluci¨®n del procesado, por entender que ¨¦ste se apropi¨® ?de manera puramente formal? de un dinero de la entidad para suscribir las acciones, con conocimiento del consejo de administraci¨®n, las cuales eran contabilizadas en la cartera de acciones de la caja de ahorros. Aleg¨® tambi¨¦n que el acusado reintegr¨® las cantidades dudosas antes de la apertura del procedimiento judicial. En cuanto al destino de las cantidades percibidas por corretajes y timbres, el defensor manifest¨® que tal hecho pod¨ªa calificarse de l¨ªcito o il¨ªcito, pero que, en todo caso, hubo posterior restituci¨®n a Hacienda.

Durante su interrogatorio, realizado en la primera sesi¨®n del juicio, Mart¨ªn Esperanza, que fue director de la Caja de Ahorros de Orense desde 1948 hasta 1973, neg¨® haber obtenido con las operaciones realizadas otro beneficio que su sueldo personal. Como testigos comparecieron los inspectores del Banco de Espa?a que detectaron las irregularidades, as¨ª como representantes del consejo de administraci¨®n de la Caja de Ahorros orensana y de la plantilla de la entidad. Estos ¨²ltimos afirmaron, en general, que se hab¨ªa facultado, tolerado al menos, que Mart¨ªn Esperanza actuase como lo hizo. Otros testigos, principalmente de la asesor¨ªa jur¨ªdica y del consejo de administraci¨®n, negaron estar al corriente de las irregularidades, en base a la confianza otorgada a Mart¨ªn Esperanza por el beneficio ascendente de la entidad: de unos cien millones de pesetas de capital, en 1948, a unos 25.000 millones al t¨¦rmino de la gesti¨®n del procesado. El juicio qued¨® visto ayer para sentencia, despu¨¦s de ocho a?os de procedimiento judicial, iniciado en 1974.