Los contactos militares del Partido Socialista
Algunos de los m¨¢s cualificados dirigentes socialistas han dicho que su partido avis¨® al Gobierno del malestar existente en los cuarteles, varias semanas antes del intento de golpe de Estado, pero puede descartarse que estas informaciones se relacionaran directamente con los preparativos golpistas. M¨¢s bien parece que se trat¨® de informes sobre el deterioro de la opini¨®n militar respecto a la evoluci¨®n democr¨¢tica y a la gobernaci¨®n del pais.La historia de los contactos militares entre el PSOE y mandos de las Fuerzas Armadas se remontan pr¨¢cticamente a la primera legislatura democr¨¢tica, ¨¦poca en que el consenso con UCD -y, m¨¢s concretamente, con el vicepresidente Abril- permiti¨® el acceso de Enrique M¨²gica a la presidencia de la Comisi¨®n de Defensa del Congreso. El partido socialista tuvo as¨ª una plataforma institucional para iniciar contactos con un sector en que carec¨ªa de toda relaci¨®n seria
Tras la primavera de 1980, el PSOE, despu¨¦s de haber puesto contra las cuerdas a Adolfo Su¨¢rez con su moci¨®n de censura, se vio impotente para continuar esa l¨ªnea de acci¨®n, falto de apoyo de los partidos nacionalistas y de una actitud favorable del sector socialdem¨®crata de UCD. En esos momentos, Alejandro Rojas Marcos lanz¨® la idea de que el PSOE propiciaba el nombramiento de un militar como jefe de Gobierno: el director de Cambio 16 lleg¨® a adelantar que se trataba del general ?lvaro de Lacalle.
La direcci¨®n socialista aplic¨® a este asunto la t¨¦cnica de ?no dar importancia? a tales informaciones, pero, tras la constituci¨®n de un nuevo Gabinete -¨²ltimo de, los que presidir¨ªa Su¨¢rez- y coincidiendo tanto con el esfuerzo de ocupaci¨®n de espacio sindical, como de las tensiones internas en UCD, los dirigentes socialistas intensificaron sus contactos pol¨ªticos, econ¨®micos e incluso militares.
En este contexto se produjo el encuentro de M¨²gica con el general Armada, que ha dado lugar a especulaciones sobre el alcance de la conversaci¨®n y la posibilidad de que la direcci¨®n del PSOE estuviera implicada en operaciones poco claras para derribar a Su¨¢rez. Por aquella ¨¦poca, los contactos mifitares del PSOE ya no eran un tema exclusivo de M¨²gica, sino que otro miembro de la ejecutiva -Javier Solana- se hab¨ªa incorporado a esta tarea.
Fuentes de distintos sectores socialistas, incluso los que se encuentran en posiciones cr¨ªticas respecto a la actual direcci¨®n, consideran como mera fantas¨ªa, o como una pura campa?a de desprestigio, la hip¨®tesis de que ¨¦l tan mencionado almuerzo de M¨²gica con Armada tuviera finalidades conspiratorias. Entre otras razones, hubo m¨¢s testigos del mismo -Joan Revent¨®s y Antonio Ciurana-, y parece dif¨ªcil admitir que una conspiraci¨®n de tan altos vuelos pudiera hacerse con tan diversos comensales.
La conversaci¨®n con el general Armada no fue la ¨²nica mantenida por los socialistas con militares, aunque parece que s¨ª fue la de m¨¢s alto rango (con independencia de los encuentros en actos protocolarios). Parece descartarse, sin embargo, que tanto estos contactos como los celebrados con numerosos diplom¨¢ticos, produjeran alguna noticia fehaciente en torno a preparativos golpistas. La mayor preocupaci¨®n de aquellos meses en la direcci¨®n del PSOE, seg¨²n pudo detectarse en conversaciones estrictamente privadas, era la posibilidad de que los capitanes generales llegaran a presentar un pliego de condiciones al Rey, as¨ª como la inquietud suscitada por los primeros trabajos publicados con la firma Almendros.
Fruto de los indicios o noticias de que el PSOE dispon¨ªa fue que este partido pens¨® inmediatamente en presiones militares al producirse la dimisi¨®n de Su¨¢rez. Por otra parte, existe un informe de la ejecutiva al comit¨¦ federal del PSOE -m¨¢ximo ¨®rgano de este partido entre congresos-elaborado en enero, que conten¨ªa algunos datos generales sobre la inquietud militar pero la conclusi¨®n actual de las diferentes fuentes consultadas parece inequ¨ªvoca: ?Qu¨¦ m¨¢s quisiera el PSOE que estar m¨¢s informado de lo que est¨¢?. En cualquier caso, una de las ¨²ltimas, reuniones de la ejecutiva acord¨® centralizar en Felipe Gonz¨¢lez toda la informaci¨®n militar.
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