Los pol¨ªticos italianos tendr¨¢n que hacer p¨²blicas sus declaraciones de impuestos

El Senado italiano acaba de aprobar una ley de moralizaci¨®n de la vida p¨²blica. Ahora tendr¨¢ que ser aprobada por los diputados, pero el resultado positivo se da por descontado.Seg¨²n la nueva ley, todos los senadores, diputados, ministros, subsecretarios, consejeros regionales, provinciales y municipales, dirigentes de empresas p¨²blicas, estatales o municipales, tendr¨¢n que hacer p¨²blicas, antes de tomar posesi¨®n de su cargo, y despu¨¦s de haber cesado, las declaraciones de la renta, que estar¨¢n a disposici¨®n de todos los ciudadanos que deseen consultarlas.

Se trata de una ley que hab¨ªa pedido sobre todo la izquierda, a la luz de los innumerables esc¨¢ndalos financieros que se han ido descubriendo entre los hombres del poder pol¨ªtico y estatal.

La Democracia Cristiana, que era reacia a estas medidas por considerarlas demag¨®gicas, no ha podido oponerse abiertamente.

A disposici¨®n del p¨²blico estar¨¢n s¨®lo las cifras globales de la declaraci¨®n, pero no sus detalles. En una palabra, se podr¨¢ saber lo que ganan, pero sin conocer la fuente de tales ganancias. Al menos, afirman algunos observadores, la Guardia de Finanzas podr¨¢ investigar abiertamente sobre la declaraci¨®n de la renta de estos personajes pol¨ªticos, y la opini¨®n p¨²blica podr¨¢ satisfacer la curiosidad de saber lo que declaran ministros y senadores.

Una reforma m¨¢s a fondo, como hab¨ªa pedido la izquierda, es decir, que desapareciera la inmunidad parlamentaria para los delitos comunes y que se reformara la actual comisi¨®n de investigaci¨®n parlamentaria para analizar las acusaciones contra los hombres pol¨ªticos y de gobierno, ha sido aplazada para m¨¢s tarde.

Mientras tanto, el Senado, despu¨¦s de una discusi¨®n de doce horas, ha aprobado el aumento de la subvenci¨®n del Estado a los partidos pol¨ªticos, que sube de 4.500 millones de pesetas a 7.400 millones, para ajustarse al coste de la vida.

Por lo que se refiere al sueldo de los diputados y senadores, se est¨¢ discutiendo un aumento de 50.000 pesetas mensuales a cada uno, a lo que se opone toda la izquierda.

Para contrarrestar estas medidas, que no son muy populares, como lo demostr¨® el refer¨¦ndum de los radicales, hace dos a?os, se han aprobado tambi¨¦n una serie de disposiciones restrictivas por lo que se refiere a los regalos monetarios a los hombres pol¨ªticos.

El balance de los partidos ser¨¢ controlado por inspectores nombrados por los presidentes de las dos C¨¢maras del Parlamento.