Recelo entre empresarios y sindicatos ante la reuni¨®n convocada para ma?ana, viernes, por Calvo Sotelo

La convocatoria cursada por el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, a la patronal CEOE y a las dos primeras fuerzas obreras del pa¨ªs, CC OO y UGT, para mantener una reuni¨®n ma?ana, viernes, en la Moncloa es interpretada en los medios convocados como una intento del jefe del Ejecutivo para asumir la iniciativa en la negociaci¨®n a tres bandas (Gobierno, empresarios y sindicatos) que anunciara el propio Calvo Sotelo en su discurso de investidura. No obstante, y al margen de esta primera valoraci¨®n, Ia CEOE ha estado a punto de rechazar la invitaci¨®n por no estar de acuerdo con la forma adoptada para iniciar las negociaciones que, en principio, y a tenor de lo anunciado por Calvo Sotelo en el Parlamento, deber¨ªan limitarse a la b¨²squeda de medidas para combatir el paro o, al menos, paliar sus efectos.

El desacuerdo de la patronal, resuelto a ¨²ltima hora por la decisi¨®n adoptada por su comisi¨®n ejecutiva de acudir a la cita representada por su presidente, Carlos Ferrer Salat, ?a ver qu¨¦ ocurre?, se centra en la forma de plantear ?el inicio de lo que no se sabe bien de qu¨¦ se trata y cu¨¢l es su objetivo ?.Es decir, la patronal, a la que precisamente no se la puede acusar de falta de pragmatismo y precipitaciones negociadoras,- se muestra recelosa en ?la constituci¨®n de una mesa de negociaci¨®n cuyo objetivo se desconoce ?.

La postura de la patronal inicialmente es, pues, de cautelosa y protocolaria respuesta a la convocatoria presidencial. No obstante, al margen de declaraciones p¨²blicas, parece claro que el inter¨¦s del empresariado, que viene cosechando excelentes resultados a trav¨¦s de su pol¨ªtica de concertaci¨®n social a dos con la central socialista, consiste en ahondar en la negociaci¨®n con UGT, perfeccionando el acuerdo-marco interconfederal.

Desde este planteamiento, los intereses patronales se muestran contrarios a lo que se entiende como una segunda versi¨®n de los pactos de la Moncloa, ?aunque hoy los partidos y sindicatos de izquierda ya hayan perdido el pudor a calificarlo como pacto social?. En este sentido, y sin que constituya la versi¨®n oficial de la CEOE, su secretario general, Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, apuntaba d¨ªas pasados a la necesidad de una previa concertaci¨®n bilateral entre patronal y UGT, ?hasta agotar el soporte de la pol¨ªtica de concertaci¨®n que ha supuesto el pacto CEOE-UGT?.

Y a¨²n m¨¢s definida es la sugerencia, tampoco susceptible de ser considerada posici¨®n oficial de la patronal, de que un pacto social o nueva versi¨®n de los pactos de la Moncloa primar¨ªa fundamentalmente a los comunistas y perjudicar¨ªa a los socialistas, que quedar¨ªan emparedados por la pol¨ªtica de tenaza que practicar¨ªa la propia patronal y el Gobierno, de una parte, y el PCE, de otra.

En esta misma l¨ªnea, se advierte a los socialistas de la desventaja que supondr¨ªa para ellos el establecimiento de esta pol¨ªtica de concertaci¨®n abierta a otras fuerzas, por cuanto las contrapartidas obtenidas en la *negociaci¨®n ser¨ªan compartidas tambi¨¦n por otras fuerzas sociales. En este punto hay que se?alar que, desde el primer pacto establecido entre U GT y CEOE, la central socialista ha adquirido un protagonismo ascendente que le est¨¢ suponiendo su definitiva consolidaci¨®n como la futura primera central.

"La t¨ªpica reuni¨®n para la foto"

El otro gran protagonista de la convocatoria, la parte: obrera, muestra un importante recelo, en l¨ªnea con lo sugerido por la patronal. En concreto, la central socialista, que se ha venido acomodando al pacto bilateral con la patronal, considera que la reuni¨®n de ma?ana es ?la t¨ªpica reuni¨®n montada para hacernos la foto y salir en los peri¨®dicos?. Seg¨²n este sindicato, la. reuni¨®n no tiene el car¨¢cter de inicio de negociaciones, pues nadie sabe lo que se va a plantear en la misma.

Para la central socialista, antes de que el Gobierno participe en las reuniones ser¨ªa preciso agotar un per¨ªodo de consultas bilaterales. ?Con la CEOE, nosotros tenemos constituida una comisi¨®n de trabajo en cuyo seno podr¨ªamos desbrozar el camino para llegar ante una mesa m¨¢s amplia de negociaci¨®n, con un objetivo claro y decidido ?.

Tambi¨¦n fuera de las declaraciones oficiales, en medios sindicales se considera que la situaci¨®n pol¨ªtica creada en el pa¨ªs a ra¨ªz del fallido golpe de Estado del pasado d¨ªa 23 puede dar lugar a la paradoja de que, mientras la izquierda est¨¦ en condiciones de ofrecer la negociaci¨®n de un pacto social, sea la derecha quien rechace esta posibilidad.

Esta grave conjetura se basa, seg¨²n los citados medios, en la predisposici¨®n de la izquierda a asumir un cierto papel de oposici¨®n tutelada y consentida, como lo ha puesto de manifiesto el silencio que ha seguido a la ?grave injerencia que supuso la declaraci¨®n p¨²blica de la CEOE en contra de un Gobierno de coalici¨®n?. En este sentido, los mismos medios aseguran que la declaraci¨®n de Ferrer Salat fue solicitada por el propio Calvo Sotelo, quien habr¨ªa considerado necesario este apoyo patronal para rechazar la oferta socialista de formar un Gobierno de coalici¨®n.

La conclusi¨®n, pues, de los referidos medios es que en una situaci¨®n de chantaje por parte de la fuerza, consecuencia primera del fallido golpe de Estado, la derecha no necesita el pacto social para sacar adelante una pol¨ªtica econ¨®mica af¨ªn a sus intereses.