El tema pol¨ªtico, punto ¨¢lgido en la conferencia de ministros europeos
Con el tercer tema del programa, Cuestiones de inter¨¦s pol¨ªtico actual en el deporte, la tercera conferencia de ministros responsables alcanz¨®, seg¨²n se esperaba, su punto ¨¢lgido de inter¨¦s. Aunque se reafirmaron las posturas de bloques, como las producidas a favor y en contra del pasado boicoteo a los Juegos Ol¨ªmpicos de Mosc¨², tambi¨¦n hubo propuestas concretas, como la de Francia, en el sentido de convertir al COI en un organismo con estatuto internacional definido, tipo Cruz Roja.
Si los tiempos que corren en el deporte no fuesen cada vez m¨¢s turbios, por los muchos intereses que su propia incidencia generan, no cabe duda que el tema de la mayor participaci¨®n (tanto de los grupos marginados o disminuidos como en el normal deporte para todos) hubiese acaparado la principal atenci¨®n de la conferencia. La sociedad actual exige cada vez m¨¢s su propia integraci¨®n en el deporte por un motivo tan fundamental como su propia calidad de vida. Por todo ello, fue normal ayer en la reuni¨®n de ministros responsables pol¨ªticos del deporte, que la ambig¨¹edad, por un lado, y las discrepancias, por otro, mantuvieran abierto el interrogante sobre lo que puede suceder en cualquier momento. Gerhard Baum, ministro del Interior de la Rep¨²blica Federal de Alemania, ponente del tema, no hizo sino confirmar que la pol¨ªtica debe intervenir (ya se vio con la ausencia alemana de Mosc¨²), pues el deporte es un tema de los ciudadanos al igual que cualquier otro, fomentado con su dinero y, por tanto, ¨¦l se ve en la obligaci¨®n de ordenarlo como diputado elegido en su representaci¨®n. Unicamente suaviz¨® su intervenci¨®n al hablar de ?limitar en lo posible su influencia?. Holanda (entre murmullos, por su pesimista visi¨®n, incluso del aprovechamiento mutuo entre pol¨ªtica y deporte) y Gran Breta?a se sumaron a la opini¨®n alemana. Noruega calific¨® de optimista la resoluci¨®n de independencia. Francia, por citar s¨®lo los pa¨ªses m¨¢s influyentes, aunque recalc¨® que su Gobierno se reserva s¨®lo el derecho de tutela, pero deja libertad a sus deportistas y organizaciones, advirti¨®, en cambio, que ya hay grandes maniobras cara a los pr¨®ximos Juegos de 1984, y no conviene cerrar los ojos a lo que se puede avecinar. Otros pa¨ªses, sin embargo, como Irlanda (pese a su actual problema con el rugby), defendieron m¨¢s a¨²n, y ut¨®picamente, la libertad del deporte.
Respecto a esto, como era de suponer, surgieron referencias a la idea de Juan Antonio Samaranch de darle al COI entidad jur¨ªdica internacional. Mientras el suizo Chevallaz se?al¨® que deber¨ªa tener un estatuto sui g¨¦neris, no pol¨ªtico, el representante sueco apoy¨® el proyecto del presidente (tras ser el ¨²nico que toc¨®, junto al brit¨¢nico, el apartheid, ambos en contra del sistema de listas negras de la ONU). En cuanto al franc¨¦s, aport¨® una soluci¨®n m¨¢s: que una instituci¨®n como la ONU o la Unesco acepte al COI con un estatuto definido que le garantice una libertad real, al igual que le sucede a la Cruz Roja Internacional.
El ministro noruego de Iglesia y Educaci¨®n, as¨ª como el representante dan¨¦s, hicieron especial hincapi¨¦ en el peligro de la comercializaci¨®n, que puede perjudicar al dar s¨®lo oportunidad a los grandes atletas que interesen o al mismo p¨²blico, si cualquier medio de comunicaci¨®n, como televisi¨®n, especialmente, no puede correr con los gastos de los acontecimientos deportivos.
Sede permanente
En cuanto a la nueva petici¨®n griega de establecer la sede permanente de los Juegos en su pa¨ªs, adem¨¢s de remitirse la mayor¨ªa de las intervenciones al congreso ol¨ªmpico de Baden-Baden, fue acogida con escepticismo casi general. Ser¨ªa una soluci¨®n, pero s¨®lo relativa. Aparte de tener a¨²n que resolverse el problema de los nacionalismos, conviene recordar, por ejemplo, que el boicoteo de Montreal por parte de los pa¨ªses africanos no fue a Canad¨¢, como el de Mosc¨² a la URSS, sino a Nueva Zelanda, por una causa, el rugby, ajena al comit¨¦ organizador.
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