Exigen a Reagan garant¨ªas de que el Ej¨¦rcito salvadore?o no asesina

La futura ayuda militar norteamericana a El Salvador deber¨¢ ir precedida de una garant¨ªa expresa por parte del presidente Ronald Reagan de que ?las torturas y asesinatos indiscriminados? por parte de las fuerzas de seguridad se encuentran bajo control, seg¨²n las restricciones impuestas ayer por el Comit¨¦ de Asuntos Exteriores de la C¨¢mara de Representantes.Por veintis¨¦is votos a favor (incluidos numerosos republicanos) y siete en contra, el comit¨¦ aprob¨® una enmienda a la ley de Ayuda Exterior, concediendo veinticinco millones de d¨®lares (2.200 millones de pesetas) en asistencia militar a El Salvador durante el a?o fiscal 1982, pero dejando muy clara su preocupaci¨®n sobre las continuas violaciones de los derechos humanos que se suceden en esta Rep¨²blica centroamericana.

Se trata de la primera prueba parlamentaria con la que habr¨¢ de enfrentarse la Administraci¨®n Reagan en su deseo de ampliar la ayuda militar a la Junta de El Salvador, pa¨ªs al que han sido ya asignados 56 asesores del Pent¨¢gono para que presten su apoyo a las fuerzas armadas.

La enmienda requiere del presidente Reagan que garantice dos veces al a?o que el Gobierno de El Salvador no est¨¢ implicado en constantes violaciones de los derechos humanos; controla a todos los elementos de su propio Ej¨¦rcito de forma que ?se ponga fin a las torturas y asesinatos indiscriminados de ciudadanos salvadore?os por estas fuerzas?; avanza en el cumplimiento de las principales reformas econ¨®micas y pol¨ªticas; se compromete a convocar en fecha pr¨®xima elecciones libres, y demuestre su voluntad de negociar con los grupos de la oposici¨®n una soluci¨®n pol¨ªtica equitativa al conflicto.

Tr¨¢fico de armas

Coincidiendo con esta sesi¨®n parlamentaria, fuentes de la inteligencia norteamericana recalcaron ayer que el tr¨¢fico de armas con destino a la guerrilla salvadore?a sigue en pie, pero a trav¨¦s de diferentes rutas. En vez de atravesar Nicaragua, los env¨ªos procedentes de Cuba llegan por mar a Honduras desde donde son transportados por tierra hasta El Salvador, seg¨²n afirmaron funcionarios de la Administraci¨®n Reagan.La enmienda sobre la ayuda militar norteamericana fue introducida por los dem¨®cratas liberales, pero el republicano Jonathan Bingham, al justificar su apoyo, coment¨® que las condiciones a las que se supedita la concesi¨®n de los fondos tienen por objeto ?ayudar al presidente Napole¨®n Duarte para que pueda llevar a cabo sus prop¨®sitos?.

Duarte, pol¨ªtico democristiano, cuenta con el apoyo de los militares, pero Estados Unidos considera que su papel ha de consistir en garantizar el control civil del Gobierno. Duarte ha garantizado a la Administraci¨®n Reagan que est¨¢ investigando a fondo los actos de violencia cometidos por las fuerzas.