CC OO fortalecer¨¢ su aparato central en detrimento de las organizaciones territoriales
El fortalecimiento de la organizaci¨®n central de CC OO, en detrimento de las organizaciones de nacionalidad y regi¨®n es uno de los puntos m¨¢s importantes de los documentos congresuales de dicha central. Deber¨¢n ser aprobados en ocasi¨®n del Segundo Congreso de la Confederaci¨®n Sindical de CC OO, a celebrar en Barcelona, entre los d¨ªas 18 y 21 de junio. De ser as¨ª, anular¨¢n los principales acuerdos M ¨²ltimo congreso, de las CC OO catalanas. Seg¨²n dichos documentos, el n¨²mero de cotizantes a la organizaci¨®n central de CC OO es de 702.000. Esta cifra difiere mucho del n¨²mero de afiliados y del de cotizantes a los respectivos sindicatos de base, por existir grandes irregularidades en el pago a la organizaci¨®n central.
En los ¨²ltimos a?os hab¨ªan aparecido diversas tendencias centr¨ªfugas dentro de la central comunista. La m¨¢s significativa se dio en Catalu?a, Las CC OO catalanas son las ¨²nicas que est¨¢n inscritas separadamente en el correspondiente registro oficial, por lo cual gozan de plena independencia jur¨ªdica. Esta independencia fue en la pr¨¢ctica muy leve mientras existi¨® identidad de criterios entre el PCE y el PSUC. Pero paralelamente al distanciamiento entre ambos partidos -en el que los dirigentes sindicales catalanes jugaron un papel determinante- se produjo un gran distanciamiento dentro de la estructura estatal de CC OO. El congreso en ciernes representa un intento de poner fin a este estado de cosas, seg¨²n acreditan los documentos facilitados a este diario por un dirigente de la Confederaci¨®n.Los documentos detallan, en primer lugar, una situaci¨®n econ¨®mica delicada en cuanto a disponibilidades de la Confederaci¨®n, dado que s¨®lo una parte de las cotizaciones logradas en la base llega a la organizaci¨®n central, debido a las fuertes necesidades de las federaciones, de las organizaciones locales y de las de nacionalidad o regi¨®n.
El metal, el sector con m¨¢s cotizantes
La federaci¨®n del Metal, con 190.000 cotizantes, es la que m¨¢s cotiza a organizaci¨®n confederal. Le sigue la de Construcci¨®n, con 94.000. A continuaci¨®n Transporte, con 52.000. Luego Textil, con 46.000. Le sigue Qu¨ªmicas, con 45.000. A continuaci¨®n aparecen pensionistas, con 34.000, Alimentaci¨®n, 33.000; federaci¨®n del Campo, 26.000; Madera, 23.000; Actividades Diversas, 22.000; Miner¨ªa, 17.000; Hosteleria, 16.000; Papel, 16.000; Piel, 14.000; Comercio, 13.000, y Banca, 12.000. Las restantes federaciones no llegan a 10.000 cotizantes a la organizaci¨®n central, en toda Espa?a.
En cuanto a nacionalidades o regiones, la que aport¨® una mayor contribuci¨®n a la organizaci¨®n central, entre el 1 de julio de 1978 y el 28 de febrero de 1981, fue Catalu?a, con 31 millones. Por ello, la delegaci¨®n catalana ser¨¢, con sesenta delegados, la m¨¢s numerosa del pr¨®ximo congreso, despu¨¦s de la correspondiente a la federaci¨®n del Metal (78 delegados). A Catalu?a, siempre en el mismo per¨ªodo de tiempo, le sigui¨® en cotizantes a la organizaci¨®n estatal el Pa¨ªs Valenciano, con veintis¨¦is millones. A continuaci¨®n, Madrid, con diecinueve. Le sigue Andaluc¨ªa, .con diecisiete millones.
Las restantes organizaciones territoriales aportaron cantidades muy inferiores.
Los anteproyectos de ponencia de estatutos, finanzas y organizaci¨®n muestran una clara voluntad de la confederaci¨®n de controlar las desviaciones de la l¨ªnea central aparecidas desde el ¨²ltimo congreso. La correlaci¨®n de fuerzas existente permite avanzar desde ahora que tal prop¨®sito podr¨¢ llevarse a cabo, pese a que los sindicalistas catalanes hayan ya expresado, en este periodo precongresual, su voluntad de oponerse a los contenidos de dichos anteproyectos de ponencia.
Para los catalanes es a¨²n m¨¢s grave que las ponencias del ?Proyecto de normas generales para el per¨ªodo precongresual?. Seg¨²n ¨¦ste, ?todos los acuerdos de los congresos de las confederaciones, federaciones, uniones y sindicatos de CC OO, que puedan afectar al conjunto de la confederaci¨®n sindical de CC OO, o a los estatutos y acuerdos de su primer congreso, tendr¨¢n car¨¢cter de propuestas para su discusi¨®n y, en su caso, aprobaci¨®n en este segundo congreso?. Por este camino quedar¨ªan anulados, sin duda alguna, todos los acuerdos de ?independizaci¨®n ? adoptados en el Segundo Congreso de las CC OO catalanas, celebrado en Barcelona, en junio de 1980. Como se recordar¨¢, dicho congreso estableci¨® una total independencia de las federaciones de industria del sindicato catal¨¢n respecto a las hom¨®nimas de las CC OO estatales. Tambi¨¦n estableci¨® una radical incompatibilidad entre cargos sindicales y pol¨ªticos (sin parang¨®n alguno a nivel estatal), critic¨® abiertamente las posturas sindicales de Santiago Carrillo, puso ¨¦nfasis en lucha reivindicativa dentro de las f¨¢bricas, reafirm¨® el total predominio de la izquierda ?leninista? (coincidente con la tendencia del mismo nombre dentro del PSUC) y reafirm¨® el car¨¢cter jur¨ªdica mente independiente de las CC OO catalanas, incluyendo en sus estatutos una referencia a su inscripci¨®n independiente en el registro oficial correspondiente.
El anteproyecto de estatutos del congreso estatal en ciernes reafirma que ?la Confederaci¨®n Sindical de CC OO est¨¢ integrada por las confederaciones de nacionalidad y uniones regionales?, precisa que los carn¨¦s y sellos de afiliaci¨®n ?reflejar¨¢n que la afiliaciones a la Confederaci¨®n Sindical de CC OO? (lo cual no sucede ahora en Catalu?a). .Agrega que ?las federaciones estatales est¨¢n integradas por las federaciones de nacionalidad o de regi¨®n? (lo cual es pr¨¢cticamente la ant¨ªtesis de lo acordado en el congreso catal¨¢n).
En el mismo anteproyecto se afirma que ?la Confederaci¨®n Sindical de CC OO, por el car¨¢cter esencialmente ¨²nico de la clase obrera y la realidad nacional y regional configurada hist¨®ricamente en Espa?a, est¨¢ integrada por las federaciones estatales y por las confederaciones de nacionalidad y uniones regionales?.
Las concesiones son de orden muy menor. As¨ª, por ejemplo, se reconoce que en el Pa¨ªs Valenciano y en Catalu?a no existen organizaciones provinciales, sino comarcales. Esta circunstancia se da en Catalu?a, en pr¨¢cticamente todas las organizaciones pol¨ªticas y sindicales, inclu¨ªda CC OO, desde los tiempos franquistas.
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