Bruselas plantea a los Estados incentivos fiscales para impulsar las inversiones verdes
La Comisi¨®n se abre a aplicar modelos que desliguen los precios de la electricidad de las cotizaciones del gas, como la excepci¨®n ib¨¦rica
Uno de los grandes e inminentes retos de la Uni¨®n Europea es impulsar su competitividad para lograr m¨¢s seguridad econ¨®mica y m¨¢s autonom¨ªa estrat¨¦gica, mientras Estados Unidos y Rusia discuten c¨®mo acabar con la guerra abierta en suelo europeo, en Ucrania. Ante ese reto may¨²sculo, la Comisi¨®n Europea ultima una propuesta a la que llama Pacto para una industria limpia. Un importante abanico de medidas que persiguen un objetivo prioritario: abaratar la energ¨ªa, una brecha que sit¨²a en desventaja a las empresas europeas en los mercados mundiales, sin dejar de lado la lucha contra la crisis clim¨¢tica y la meta de la descarbonizaci¨®n, impulsando las inversiones en redes energ¨¦ticas y tecnolog¨ªas limpias. Por eso, Bruselas propone a los Estados miembros que se den incentivos fiscales, desgravando inversiones empresariales en tecnolog¨ªa ambiental o reduciendo el IVA que se aplica a la electricidad ¡°al umbral m¨ªnimo¡±, seg¨²n los borradores de esa iniciativa, a los que ha tenido acceso EL PA?S.
¡°La base industrial es central para nuestra identidad y para nuestra competitividad¡±, comienza uno de los documentos que Bruselas espera presentar el pr¨®ximo mi¨¦rcoles y que todav¨ªa pueden cambiar. ¡°Europa se enfrenta a tensiones geopol¨ªticas crecientes, un crecimiento econ¨®mico lento y una competencia tecnol¨®gica. La UE debe abordar urgentemente tres desaf¨ªos a la vez: la crisis clim¨¢tica y sus consecuencias, las preocupaciones por la competitividad y la resiliencia econ¨®mica¡±, remarca el texto.
El declive industrial del club comunitario durante d¨¦cadas es la gran preocupaci¨®n de la nueva Comisi¨®n Europea, pilotada por Ursula von der Leyen, que busca tratar de revertirlo con iniciativas como este pacto. Tambi¨¦n se trata, apunta una fuente comunitaria, de aterrizar sobre la econom¨ªa real buena parte de los ambiciosos objetivos clim¨¢ticos que se plantearon en la anterior legislatura (una reducci¨®n del 90% de las emisiones de carbono en 2040), en ocasiones sin tener muy en cuenta este aspecto clave. Y en este ¨²ltimo argumento hay que enmarcar las dos comunicaciones que lanzar¨¢ el Ejecutivo de la Uni¨®n la semana que viene, tanto el Pacto para la industria limpia como el Plan para una energ¨ªa asequible, que complementa al primero.
Para proporcionar un alivio a corto plazo a la industria, en particular a la de alto consumo energ¨¦tico que invierte en la descarbonizaci¨®n, Bruselas reclama a los Estados miembros a que reduzcan los impuestos sobre la electricidad ¡°a los umbrales m¨ªnimos legales¡±. En el caso del IVA, eso supone reducirlo al 5%, o eliminar los grav¨¢menes de las facturas de la luz que financian pol¨ªticas no relacionadas con la energ¨ªa. No es lo ¨²nico: la Comisi¨®n promete presentar una armonizaci¨®n de las metodolog¨ªas que emplean los diferentes pa¨ªses por las tarifas de acceso a la red.
Todo este paquete es uno de los elementos clave de la nueva cartera de Teresa Ribera, vicepresidenta para una Transici¨®n Limpia, Justa y Competitiva y encargada de Competencia. Tambi¨¦n lo es de otros tres miembros del Colegio de Comisarios: el franc¨¦s St¨¦phane S¨¦journ¨¦, el holand¨¦s Wopke Hoekstra y el dan¨¦s Dan Jorgensen. Y en ¨¦l hay un elemento llamativo, estando la espa?ola implicada en su elaboraci¨®n. Abre la puerta a aplicar modelos similares a la excepci¨®n ib¨¦rica, el mecanismo de ahorro energ¨¦tico que impulsaron los gobiernos de Espa?a y Portugal y que permiti¨® a ambos pa¨ªses desligar los precios el¨¦ctricos de los del gas en los peores momentos de la crisis energ¨¦tica.
La Comisi¨®n, que entonces era reticente a aquella iniciativa, asegura ahora que ¡°est¨¢ dispuesta¡± a ayudar a los Estados miembros a dise?ar instrumentos de ayudas p¨²blicas que permitan afrontar los picos de precios extremos. Se trata, adem¨¢s, de desligar las cotizaciones del gas, cuando se disparan, de los precios de la electricidad ¡°bas¨¢ndose en modelos probados en situaciones de emergencia¡±. Es decir, herramientas como la excepci¨®n ib¨¦rica, que tuvo en Ribera a su principal baluarte cuando era vicepresidenta del Gobierno espa?ol. Esa apertura toma importancia porque el gas, que ha vuelto encarecerse en los ¨²ltimos meses, seguir¨¢ en cotizaciones altas durante los pr¨®ximos a?os, como reconocen los propios borradores.
Adem¨¢s de la habitual panoplia de recomendaciones a las capitales, en los planes de la Comisi¨®n tambi¨¦n se contemplan medidas para reducir la burocracia y cambiar las reglas que rigen las ayudas de Estado para abrir la mano e impulsar las energ¨ªas limpias, como adelant¨® este diario, algo que es competencia directa de Ribera.
Lo que dejan ver los documentos vistos por este peri¨®dico todav¨ªa no incluye cifras previstas de inversi¨®n. Por ejemplo, se hace referencia a la creaci¨®n de un nuevo Fondo de Competitividad en el pr¨®ximo presupuesto multianual, algo que ya adelantaba el documento presentado hace un par de semanas que ven¨ªa a trazar el programa econ¨®mico de esta Comisi¨®n Europea en el que se cuelgan iniciativas como este pacto para la industria limpia, pero sigue sin detallarse la cantidad. Lo que s¨ª hace el Ejecutivo de la Uni¨®n, mientras tanto, es plantear el uso de fondos del marco presupuestario actual, que finaliza en 2027, ¡°para mejorar el negocio de la producci¨®n de energ¨ªa limpia¡±.
Del lado del dinero, vuelve a incidirse en una idea que circula en Bruselas desde hace a?os: la transici¨®n limpia de la econom¨ªa requerir¨¢ un desembolso ingente. ¡°Las inversiones anuales en el sistema de energ¨ªa, industria y transporte¡± tendr¨¢n que aumentar ¡°en unos 480.000 millones de euros respecto a la d¨¦cada anterior¡±. La magnitud de estas cifras lleva a mirar a las empresas, se?alando que ¡°es clave movilizar y aprovechar el capital privado¡±.
Otro de los elementos que aborda Bruselas est¨¢ relacionado con los anuncios arancelarios del presidente estadounidense, Donald Trump, que parecen conducir al mundo a una guerra comercial. Esta pol¨ªtica de barreras de entrada altas en Estados Unidos puede provocar que la ingente oferta industrial china se redirija a Europa, con el consiguiente riesgo para el sector secundario de la Uni¨®n. Ante eso, la Comisi¨®n plantea vigilar de cerca la sobreproducci¨®n del gigante asi¨¢tico estimulada con subsidios, una de las acusaciones tradicionales que la UE y muchas otras ¨¢reas del mundo lanzan sobre Pek¨ªn y que ha tenido una traducci¨®n pr¨¢ctica a los aranceles adicionales impuestos a las importaciones de coches el¨¦ctricos chinos.
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