Una gran hamburgueser¨ªa sustituir¨¢ a un comercio de ¨¦poca en el centro de la Gran V¨ªa

Una hamburgueser¨ªa sustituir¨¢ en octubre o noviembre, cuando todos los tr¨¢mites legales est¨¦n cumplidos, a una de las m¨¢s bellas tiendas de Madrid, ubicada tambi¨¦n en uno de sus lugares m¨¢s privilegiados: Gran V¨ªa esquina a Montera. Un edificio construido en las primeras d¨¦cadas del siglo, propiedad del Real Colegio de los Escoceses de Valladolid. Aunque las cifras del traspaso del comercio -la relojer¨ªa Aleixandre present¨® suspensi¨®n de pagos en junio de 1978- son secretas y todas las partes guardan celosamente el pacto de silencio autoimpuesto, no es arriesgado se?alar una que se hizo por un monto cercano a los cien millones de pesetas. La multinacional McDonalds, n¨²mero uno del imperio de la hamburguesa, con 6.500 establecimientos en el mundo entero y m¨¢s empleados en Estados Unidos que toda la industria del acero, est¨¢ dispuesta a cambiar el mapa de la alimentaci¨®n en el centro de Madrid.

Al principio fueron los bancos: los edificios de post¨ªn dan prestigio. Antiguas cafeter¨ªas de tertulia, casonas vetustas y hasta palacios ducales cambiaron de due?o. A lo mejor s¨®lo el blindado de los cristales y el aire burocr¨¢tico avisaban al transe¨²nte de que all¨ª no quedaba m¨¢s que la fachada. A lo peor, el aluminio y el pl¨¢stico alargaban la mano sobre una ciudad que alguna vez fue de piedras. Pocos fueron los edificios que se salvaron de aquella invasi¨®n, y ahora todo parece indicar que se aproxima la segunda. Entre m¨²sica de FM y sonido de maquinitas de matar al monstruo, vienen las hamburguesas.Las multinacionales del picadillo llegan a Espa?a con retraso. Lo que pretenden no es instalar cuatro tiendas y ganarse unas perras Quieren cambiar el mapa de la comida callejera. Ganarles la batalla a las tascas de barrio. Y para eso, al igual que a los bancos, les hace falta imagen, prestigio, fachada.

En la esquina de Gran V¨ªa con Montera sentaba sus reales hasta hace unos d¨ªas la joyer¨ªa Aleixandre. Era dif¨ªcil encontrar en esta ciudad una tienda mejor situada y con m¨¢s gracia. La instalaron en los a?os veinte y en los cuarenta la decoraron tal como a¨²n podemos verla: escalera interior de madera oscura y ascensor antiguo para que las se?oras pudieran subir c¨®modamente a probarse los collares. Piso de los de antes y l¨¢mparas de las de verdad. La m¨¢s bonita, quiz¨¢ la de fuera, que colgaba del artesonado de la marquesina. Colgaba. Ya no est¨¢.

Mientras un ebanista desmonta la decoraci¨®n interna, Vicente Aleixandre Gonz¨¢lez, presidente de la firma, se niega a informar a la Prensa. En el Juzgado de Primera instancia n¨²mero 18 de Madrid consta la suspensi¨®n de pagos el 13 de junio de 1978. La suspensi¨®n se ha transformado en quiebra necesaria y el pr¨®ximo d¨ªa 2 de junio est¨¢ convocada la junta de nombramiento de la sindicatura. ?Cu¨¢l ser¨¢ el futuro de la firma? No hemos podido saberlo. Pero el del local de Gran V¨ªa ya est¨¢ claro: McDonald's, el n¨²mero uno, el grande de la hamburguesa, el Big Mc de la nueva mitolog¨ªa americana, se ha hecho con la tienda.

Ayuntamiento: "Proteger es dif¨ªcil"

El local est¨¢ incluido en el Plan Especial de Protecci¨®n y Conservaci¨®n de Edificios y Conjuntos de Inter¨¦s Hist¨®rico- Art¨ªstico de la Villa de Madrid. En pocas palabras: est¨¢ sujeto a protecci¨®n integral.?La solicitud de licencia de obra se present¨® por McDonald's el 20 de abril, e inmediatamente hemos ido a inspeccionar. Respondimos con un requerimiento que rechaza algunas de las modificaciones propuestas. En particular, el cambio de emplazamiento de la escalera interior. Por lo dem¨¢s, se comprometen a mantener intacta la fachada, los suelos, el ascensor interior; est¨¢n dispuestos a revisar y mantener en su sitio la escalera?, seg¨²n informa Angel Sanz, jefe de la secci¨®n de apoyo de la Gerencia Municipal de Urbanismo.

?El Plan Especial?, contin¨²a Sanz, ?proh¨ªbe los cambios de uso entre categor¨ªas globales. Por ejemplo, entre residencia y oficinas. Tanto la joyer¨ªa como la hamburgueser¨ªa son locales comerciales, y es dif¨ªcil justificar un rechazo absoluto e inmediato. La Gerencia exigir¨¢ en todo caso el m¨¢s absoluto respeto a las caracter¨ªsticas del local?.

McDonald's promete respetar el interior; que la fachada no se pintar¨¢ de los t¨ªpicos colorines y hasta las letras del r¨®tulo imitar¨¢n el actual estilo del de Aleixandre. Pero, aunque las promesas se cumplan, ?c¨®mo queda una tienda de estilo cuando los acr¨ªlicos anuncian a toda luz el m¨¢s jugoso de los bocados, la m¨¢s fresca de las lechugas y el m¨¢s rosado c¨®ctel del hemisferio occidental?

Jos¨¦ Antonio Fern¨¢ndez Ord¨®?ez es ingeniero de caminos y participante activo en todas las pol¨¦micas que ha habido sobre el urbanismo madrile?o desde mucho antes de que Arias Navarro le prohibiese colgar la sirena varada de Chillida en su puente de la Castellana. Para Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, ?es muy importante que no se toque ni el exterior ni el interior de este tipo de edificios. Esta es una de las pocas muestras que hay en Madrid de lo que podr¨ªamos llamar arquitectura comercial, de la que tantos ejemplos hay en Londres o Nueva York?.

?Para este tipo de edificios, el Ayuntamiento deber¨ªa tomar la iniciativa y definirlos como monumentos de car¨¢cter local. Son edificaciones comerciales sin gran relevancia a nivel nacional, pero a nivel local son de mucha importancia?.

Los hombres de McDonald's

Con 6.500 establecimientos en el mundo entero, veinticinco a?os de l¨ªder en el mercado de las hamburguesas y m¨¢s empleados en Estados Unidos que la industria del acero, McDonald's es todo un s¨ªmbolo de la sociedad de consumo. Un s¨ªmbolo creado por un vendedor de batidoras a mediados de los a?os cincuenta y que hasta tiene una universidad de la hamburguesa, que es donde se forman los hombres de McDonald`s.En Espa?a, el hombre de McDonald's es Camilo Mira, un abogado y hombre de negocios andaluz que dispone del 50% del capital de la sociedad mixta hispano-norteamericana, de cuya creaci¨®n ha sido principal promotor.

En sus planes se incluye la apertura de alrededor de doscientas tiendas. A Madrid le corresponder¨¢n cinco: dos en la Gran V¨ªa, la tercera en la calle de Alcal¨¢, pr¨®xima a Arturo Soria; otra en la calle del Duque de Alba y la quinta en Mayor, esquina a Espartero.

-Se trata de un edificio de gran valor arquitect¨®nico...

-S¨ª; y no creo que tengamos problemas porque vamos a adecuarnos a la fisonom¨ªa del conjunto en toda su extensi¨®n y con toda su profundidad. Mantendremos, por ejemplo, el exterior tal y como est¨¢ y s¨®lo cambiaremos las cosas que no tienen ning¨²n tipo de calidad, como los cristales actuales de la primera planta.

-?Y el cambio de uso que representa pasar de las joyas a las hamburguesas?

-Queda muy claro que nosotros no atentamos ni urban¨ªstica, ni arquitect¨®nica, ni patrimonialmente contra los valores que pueda tener el local. Interiormente..., pues..., no lo s¨¦.

Para el decano del colegio de Arquitectos de Madrid, Emilio Larrodera, ?es una l¨¢stima que un comercio que daba un cierto tono a la Gran V¨ªa se vea reducido a una condici¨®n como esta?.