El placer de la lectura
Italo Calvino naci¨® en Santiago d¨¦ las Vegas (Cuba) en 1923, aunque ?mi nacimiento es oscuro?. Eso respond¨ªa Calvino en un reciente programa de Apostrophe en la televisi¨®n francesa. El nacimiento cubano es un azar de la biograf¨ªa calviniana, pues, y lo que de su historia personal conocemos, son cuatro o cinco datos claros: el resto es nebulosa.Vive en San Remo hasta los veinte a?os, participa en la resistencia en los ¨²ltimos meses de la segunda guerra mundial como partisano de la brigada Garibaldi (del PCI), se establece en Tur¨ªn finalizada la guerra y all¨ª trabaja en la Editorial Einaudi, colabora en L'Unit¨¢, y termina una licenciatura en Letras. En 1957, a consecuencia de los sucesos de Hungr¨ªa, se marcha del PCI. Sin abandonar la colaboraci¨®n con Einaudi, se establece en Par¨ªs en un momento impreciso, y s¨®lo regresa definitivamente a Italia en 1980, cuando se instala en Roma, en una vieja casa del centro, a unos pasos del Pante¨®n y de Piazza Navona.
Sus primeras incursiones en lo literario, la novela corta El sendero de los nidos de ara?a (1947) y los cuentos de Ultimo viene el cuervo (1949), recogen las experienc¨ªas en la lucha partisana, pero incluyen ya lo que va a ser el marchamo t¨ªpico de Calvino: la realidad transfigurada.
El vizconde Demediado (1952) nace -lo confiesa su autor en el esclarecedor posfacio que acompa?a la edici¨®n espa?ola de Nuestros antepasados (Alianza Editorial, Madrid, 1977)- como tiempo privado. Y Calvino se encuentra narrando una historia enteramente fant¨¢stica, que expresa inequ¨ªvocamente la atm¨®sf¨¦ra de 1951 y la tensi¨®n de los a?os iniciales de la guerra civil. De un planteamiento similar nacer¨¢n los otros antepasados de la trilog¨ªa: El bar¨®n rampante (1957) y El caballero inexistente (1959).
Otra trilog¨ªa, centrada en problemas italianos, pero trascendi¨¦ndolos y universaliz¨¢ndolos con su concreta intenci¨®n moral y pol¨¦mica, la constituyen La especulaci¨®n inmobiliaria (1957), La nube de smog (1958) y La jornada de un escrutador (1963). Esta ¨²ltima, por cierto, se publica ahora en bolsillo con nuevo t¨ªtulo: La, jornada de un interventor electoral.
Dos libros de ficci¨®n cient¨ªfica (llam¨¦smoles as¨ª para entendernos), Las cosmic¨®micas (1965) y Tiempo cero (1967); dos complicados juegos que combina narraci¨®n y tarots, El castillo y La posada de los destinos cruzados (1973); los filos¨®ficos poemas en prosa de Las ciudades invisibles (1972); recopilaciones de f¨¢bulas populares, cuentos y art¨ªculos diseminados aqu¨ª y all¨¢, y una ¨²ltima novela, Si una noche de invierno un viajero (1980).
He disfrutado el placer de traducir cuatro libros de Calvino, y lo que siempre me impsesion¨® fue la infinita paciencia del autor para resolver mis dudas y al tiempo su incre¨ªble humildad cuando confesaba no recordar ya el significado de determinada palabra; en una de las cartas que nos cruzamos, Calvino remataba as¨ª una aclaraci¨®n: ?Es una palabra que no creo que conozcan muchos lectores, ni siquiera italianos; perdone usted las coque ter¨ªas eruditas del entonces joven autor?.
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