Las investigaciones policiales sobre el asalto al Banco Central hacen insostenible la versi¨®n del Gobierno
El Gobierno De Calvo Sotelo o la polic¨ªa espa?ola podr¨ªan encontrarse en los pr¨®ximos d¨ªas ante un importante problema de credibilidad p¨²blica si esta ¨²ltima eleva a definitivas las conclusiones que en estos momentos mantiene sobre el m¨®vil del asalto a la oficina principal del Banco Central en Barcelona. Estas conclusiones, todav¨ªa provisionales, ya que hasta el pr¨®ximo d¨ªa 3 no expira el plazo de la ley Antiterrorista aplicada a los secuestradores, se centra principalmente en el hecho de que la operaci¨®n fue montada ¨²nicamente por los asaltantes, que, a juicio de la polic¨ªa, son simples delincuentes y nunca estuvieron arropados por la extrema derecha en la planificaci¨®n de la operaci¨®n, seg¨²n varias fuentes, todas ellas pr¨®ximas a los interrogatorios, consultadas por EL PAIS.De acuerdo con esta fuente, las detenciones de elementos ultras responden tan s¨®lo a ?una l¨®gica labor de limpieza ante la presencia en Barcelona de los Reyes y parte del Gobierno?.
Caso de que el pr¨®ximo d¨ªa 3 la polic¨ªa confirme definitivamente sus actuales sospechas, quedar¨ªa descartada la segunda de las hip¨®tesis que se han barajado desde que se inici¨® el asalto y que fue apuntada como veros¨ªmil por el propio presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, el pasado martes ante el Pleno del Congreso de los Diputados. Calvo Sotelo manifest¨® p¨²blicamente en aquella ocasi¨®n que el Gobierno que preside cre¨ªa que un ultraderechista sirvi¨® de contacto con el comando que ejercit¨® la acci¨®n y citaba como lugar de encuentro entre ¨¦stos la localidad de Perpi?¨¢n.
La primera hip¨®tesis sobre este aparatoso suceso barajada por el Gobierno y los principales estamentos del pa¨ªs apuntaba que entre los integrantes del comando se encontraban guardias civiles y miembros de la extrema derecha. Esta hip¨®tesis, difundida oficiosamente desde diversos departamentos de la Administraci¨®n durante el tiempo que dur¨® la ocupaci¨®n de la entidad bancaria, se descart¨® cuando fue detenido el primer asaltante, hecho que ocurri¨® sobre las diez de la noche del domingo pasado.
Fuentes policiales de toda solvencia y pr¨®ximas a los interrogatorios de los detenidos comunicaron a EL PAIS que por ahora resulta casi imposible vincular a los asaltantes con la extrema derecha, afirmaci¨®n esta que se produce cuando se va a cumplir una semana desde las detenciones.
Jos¨¦ Juan Mart¨ªnez G¨®mez, el N¨²mero Uno, reconoci¨® en un primer interrogatorio que hab¨ªa mantenido un encuentro en la localidad francesa de Perpi?¨¢n con un ultraderechista del que s¨®lo sab¨ªa que se llamaba Antonio Luis. Sin embargo, en posteriores declaraciones a lo largo de toda esta semana, el N¨²mero Uno ha negado insistentemente que esto fuera as¨ª. Los ocho restantes detenidos no aportan, siempre seg¨²n las mismas fuentes, ning¨²n indicio para poder corroborar la declaraci¨®n inicial de Jos¨¦ Juan Mart¨ªnez y as¨ª poder intentar establecer las conexiones barajadas en la hip¨®tesis que dio a conocer al Congreso el presidente del Gobierno.
Las conclusiones a que han llegado los investigadores hasta ahora son, seg¨²n supo y contrast¨® este peri¨®dico, siempre dentro de fuentes de la polic¨ªa, las siguientes: la operaci¨®n estar¨ªa planificada y dirigida por Jos¨¦ Juan Mart¨ªnez G¨®mez, el Rubio, hombre que ha sido confidente de la polic¨ªa y de otros servicios de investigaci¨®n y que conoce casi a la perfecci¨®n, por sus referidas conexiones, los movimientos de los cuerpos de seguridad del Estado. Mart¨ªnez G¨®mez aprovechar¨ªa el efecto psicol¨®gico del golpe y la proximidad en fechas de la celebraci¨®n del D¨ªa de las Fuerzas Armadas para organizar, junto con delincuentes comunes y una persona que conoc¨ªa el interior del banco, por haber trabajado en ¨¦l, el asalto, todo ello con el fin de apoderarse de una importante cantidad de dinero.
Siguiendo con las conclusiones policiales, el Rubio enga?ar¨ªa a los cuerpos de la seguridad del Estado, al Gobierno y a la opini¨®n p¨²blica haci¨¦ndose pasar, tanto ¨¦l como sus compa?eros, por guardias civiles y organizando desde dentro lo que ha sido el aparatoso eco del suceso en el exterior (solicitar la liberaci¨®n de golpistas), con la intenci¨®n de ganar tiempo (72 horas) y, de esta forma, intentar escapar del edificio con el dinero por un lugar que no fuera la puerta, en este caso un t¨²nel que intentar¨ªan abrir con el fin de conectar con el alcantarillado.
Las sospechas policiales, todas ellas recogidas de las declaraciones prestadas por los asaltantes, resultan de alguna forma incre¨ªbles para algunos sectores de la corporaci¨®n policial, aunque, seg¨²n todos los indicios, parece que lo expuesto anteriormente va a ser la s¨ªntesis general de la versi¨®n oficial de los hechos si de aqu¨ª al d¨ªa 3 no se produce otra novedad.
Todo fue un "montaje"
De ?montaje? calific¨® a este peri¨®dico una de las fuentes consultadas la operaci¨®n del Banco Central, en la que, seg¨²n sus palabras, una persona delincuente com¨²n y confidente reconocido ?ha sido capaz de enga?ar en dos ocasiones, primero con la Guardia Civil y luego con lo de Perpi?¨¢n, a todo un Gobierno y una naci¨®n entera?. La citada fuente se?al¨® que la operaci¨®n ten¨ªa como objetivo el dinero del banco (se estima en setecientos millones de pesetas el bot¨ªn que intentaban los secuestradores), que ?no pudieron llev¨¢rselo ya que les fall¨® la fuga mediante la construcci¨®n de un t¨²nel debido a que el subsuelo del banco es de un material muy duro y muy dif¨ªcil de excavar?. En este sentido precis¨® que ?los golpes de pico? que se escucharon desde el exterior iban encaminados a intentar abrir un t¨²nel que diera con el alcantarillado.
En cuanto al n¨²mero de asaltantes, indic¨® que eran once, de los cuales nueve han sido detenidos, uno logr¨® escapar aprovechando la confusi¨®n y otro result¨® muerto. Tambi¨¦n apunt¨® que el comando contaba con el apoyo exterior de una mujer, cuyo nombre parece que es Julia, que se encuentra huida. Esta mujer, siempre seg¨²n la versi¨®n facilitada a este peri¨®dico, trabajar¨ªa en el Banco Central como empleada, aunque parece que desde hace un a?o se encontraba dada de baja por enfermedad. Ella ser¨ªa quien facilitar¨ªa los planos.
Seg¨²n esta fuente de la polic¨ªa, el hecho de que se barajaran varias cifras sobre el n¨²mero de secuestradores y el n¨²mero de armas en su poder se debe a que ?se cambiaban de ropa cuando se trasladaban de una sala a otra, hecho que creaba confusi¨®n entre los rehenes. Tambi¨¦n se turnaban las armas para que ¨¦stos observaran que ten¨ªan m¨¢s de las que verdaderamente portaban?.
?El cerebro fue el Rubio?, dijo, ?quien aprovech¨¢ndose de sus contactos con la polic¨ªa y otros servicios jug¨® un papel preponderante y consigui¨® su objetivo: enga?ar a todo el mundo?. A este respecto, la fuente informante se?al¨® que, cuando a¨²n se sospechaba de que podr¨ªa haber entre los asaltantes miembros de la Guardia Civil, alguien desde el mando operativo se dirigi¨® a Jos¨¦ Juan Mart¨ªnez G¨®mez y le dijo: ?Que se ponga S¨¢nchez Valiente?, a lo que el Rubio respondi¨®: ?No se puede poner. Y adem¨¢s el que manda soy yo?. Este ¨²ltimo detalle hizo pensar al mando Operativo que el asalto podr¨ªa estar dirigido por una persona de mayor categor¨ªa o grado que el supuesto capit¨¢n S¨¢nchez Valiente, por lo que se cre¨® mayor alarma y confusi¨®n.
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