La Polic¨ªa Municipal carg¨® violentamente contra los espectadores de un circo ambulante
Una serie de incidentes muy graves se originaron en la noche de ayer cuando una veintena de polic¨ªas municipales interrumpieron por la fuerza una funci¨®n circense que se desarrollaba al aire libre en la calle de Carril del Conde, en las inmediaciones del Poblado de Absorci¨®n de Canillas. Ante las protestas verbales del p¨²blico, la Polic¨ªa Municipal carg¨® contra los espectadores, entre los que abundaban las mujeres y los ni?os, con una violencia excesiva, seg¨²n declaraciones recogidas entre los vecinos.
El jefe de la Polic¨ªa Municipal se neg¨® a hacer declaraciones. Los testimonios recogidos coinciden en que el tumulto se origin¨® a las 22.30 horas, poco despu¨¦s de comenzada la funci¨®n, muy modesta de medios. El circo de los Rub¨ª lo mantiene una familia que vive precisamente a poca distancia de all¨ª, en el antiguo barrio de Canillas, y su propietaria es Concepci¨®n D¨ªaz. El circo est¨¢ compuesto simplemente por un carromato que hace las veces de decorado para todo, y la m¨²sica corre a cargo del acorde¨®n de un hombre maduro, paral¨ªtico, que fue maltratado de obra y palabra por la Polic¨ªa Municipal y, finalmente, subido con su silla de inv¨¢lido incluida a un jeep y conducido a la comisar¨ªa. Fueron varios los detenidos.A la hora indicada, el jefe de la Polic¨ªa Municipal avis¨® tajantemente que no ten¨ªan licencia para actuar y que deb¨ªan suspender la funci¨®n. El p¨²blico, que, seg¨²n manifestaciones de algunos vecinos protagonistas de los hechos, se encontraba muy a gusto tomando el fresco en una noche calurosa como la de ayer y viendo los saltimbanquis, protest¨® verbalmente la orden. A continuaci¨®n, el jefe de la Polic¨ªa Municipal conmin¨® a apagar las luces del carromato, y ante la resistencia pasiva del p¨²blico y actores orden¨® el desalojo por la fuerza. A partir de entonces, y hasta la una de la madrugada de hoy, la confusi¨®n en la peque?a plazoleta donde est¨¢ instalado el carromato fue enorme. Los mismos polic¨ªas debieron darse cuenta de que se hab¨ªan extralimitado, puesto que ya no contestaban siquiera a los insultos que les dirig¨ªan los vecinos. El jefe de la Polic¨ªa Municipal fue increpado a menudo. La due?a del circo presentaba un ojo totalmente amoratado, fruto de un pu?etazo, seg¨²n explic¨® ella misma a medio metro escaso del jefe de, la polic¨ªa, con quien hablaba a gritos cuando se acercaron los periodistas. Otro vecino ense?¨® una fuerte se?al en la espalda producida por otro porrazo, una ni?a de apenas siete a?os ten¨ªa el vestido desgarrado, y numerosas personas se quejaban de los golpes recibidos y, sobre todo, de la inexistencia de motivos que justificaran una actitud as¨ª.A la hora de cerrar esta edici¨®n fue imposible contactar con Valent¨ªn Medel, presidente de la Junta Municipal del distrito, y con Jos¨¦ Barrionuevo, delegado de Seguridad y Polic¨ªa Municipal.
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