La amistad con Francia
LA BREVE visita del ministro franc¨¦s de Relaciones Exteriores ha servido, al menos, para descargar la tensi¨®n entre Madrid y Par¨ªs, surgida a ra¨ªz de las palabras del primer ministro galo sobre la extradici¨®n de Tom¨¢s Linaza. Todo lo que contribuya a serenar los ¨¢nimos en v¨ªsperas del deseable replanteamiento de las relaciones hispano francesas, posible despu¨¦s del cambio en la Presidencia de la Rep¨²blica (y tal vez en la mayor¨ªa parlamentaria) del pa¨ªs vecino, debe ser acogido con esperanza y aplauso. La tradicional francofobia de algunos sectores de la sociedad espa?ola puede quedar reforzada ahora por la voluntad electoralista de descalificar al PSOE como c¨®mplice de la pol¨ªtica exterior del presidente Mitterrand en materia de extradiciones. Sin embargo, las inequ¨ªvocas palabras de Claude Cheysson en favor de la integraci¨®n de Espa?a en la OTAN, opci¨®n que el PSOE rechaza, han puesto de relieve que las afinidades ideol¨®gicas y pol¨ªticas entre los socialistas de uno y otro lado de los Pirineos no tienen por qu¨¦ traducirse en opiniones id¨¦nticas sobre. cuestiones que conciernen a los intereses y a la estrategia internacional de cada Estado. Las discrepancias entre el PSF y el PSOE a prop¨®sito de la Alianza Atl¨¢ntica, en cuya organizaci¨®n militar, parad¨®jicamente, Francia no participa, pueden favorecer, al menos en el terreno de la propaganda y de los intercambios dial¨¦cticos, la posici¨®n adoptada por el Gobierno de UCD a este respecto. Ser¨ªa abusivo, en consecuencia, que las decisiones del Gobierno socialista franc¨¦s a prop¨®sito de la extradici¨®n de presuntos terroristas fueran manipuladas en un sentido diametralmente opuesto.
La eventual (y probable) negativa del presidente de la Rep¨²blica Francesa a conceder la extradici¨®n de Tom¨¢s Linaza y de otros ciudadanos espa?oles acusados de cr¨ªmenes terroristas en nuestro suelo dar¨ªa una lamentable soluci¨®n al dificil dilema con el que la magistratura francesa, tan silenciosa y cautelosa durante el reinado de Giscard, ha obsequiado a Fran?ois Mitterrand nada m¨¢s ocupar el cargo. El derecho de asilo no puede amparar a quienes emplean la violencia y el crimen contra las instituciones de un sistema democr¨¢tico homologable al de los reg¨ªmenes europeos y amenazado, de a?adidura, por una conspiraci¨®n golpista. La legislaci¨®n antiterrorista, la jurisdicci¨®n especializada de la Audiencia Nacional, sucesos como los ocurridos en Almer¨ªa o violaciones de los derechos humanos como los denunciados por Amnist¨ªa Internacional no suprimen, aunque la ensombrezcan, la existencia en nuestro pa¨ªs de un sistema parlamentario, ni hacen olvidar que esos negativos y condenables rasgos se han dado o se siguen dando tambi¨¦n en Francia, Alemania e Italia.
No les falta raz¨®n a quienes, aun criticando la eventual denegaci¨®n del presidente Mitterrand, defienden la necesidad de situar la cuesti¨®n de las extradiciones en el contexto global de la lucha contra el terrorismo etarra. Si bien la extradici¨®n de Tom¨¢s Linaza est¨¢ sobradamente avalada por razones jur¨ªdicas, son mucho m¨¢s relevantes, y a la larga decisivas, las argumentaciones pol¨ªticas dirigidas a convencer al Gobierno de Par¨ªs para que colabore activa y seriamente a la erradicaci¨®n del terrorismo en Espa?a mediante el cierre de ese c¨®modo santuario instalado a pocos kil¨®metros de la frontera, en el que los activistas de ETA, al amparo del derecho de asilo, se refugian despu¨¦s de perpetrar sus cr¨ªmenes en nuestro suelo, cobran e invierten las extorsiones mafiosas de los ?impuestos revolucionarios ?, adquieren y almacenan explosivos y armamentos, y proyectan nuevos golpes. La entrega de Tom¨¢s Linaza y de otros acusados de abominables delitos de sangre permitir¨ªa condenarlos, si se demuestra su culpabilidad, y encarcelarlos, pensando m¨¢s en su castigo que en su rehabilitaci¨®n, pero no impedir¨ªa que otros miembros de esas bandas armadas prosiguieran sembrando la muerte y la desolaci¨®n en el Pa¨ªs Vasco y en el resto de Espa?a. En esa perspectiva, aunque se cometa el desafuero de la denegaci¨®n de las extradiciones, creemos que el objetivo pol¨ªtico de nuestra diplomacia debe ser que el Gobierno franc¨¦s pse,de la tole rante pasividad frente a los refugiados de ETA al activo compromiso en favor de la democracia espa?ola y en contra del terrorismo.
El derecho de asilo en territorio franc¨¦s no puede convertirse por m¨¢s tiempo en una patente para la exportaci¨®n del asesinato y de la provocaci¨®n golpista, El respeto de las libertades en Francia no debe construirse sobre los sangrientos cimientos de la licencia para matar en suelo espa?ol con tal de que los terroristas no asesinen gendarmes. El apaciguamiento de las tensiones nacionalistas en Laburdi, Zuberoa y Baja Navarra, territorios hist¨®ricos vascos incluidos en el departamento de los Pirineos Atl¨¢nticos, no debe hacerse a base de intercambiar la neutralidad de los independentistas vascos en Francia contra la tolerante complicidad para que realicen, desde sus bases de Bayona, San Juan de Luz o Hendaya, sus criminales incursiones en Espa?a.
El presidente Mitterrand y los socialistas franceses podr¨ªan por lo dem¨¢s aprender un poco de su propia historia y recapacitar sobre las desastrosas consecuencias que tuvieron para su antecesor Leon Blum las vacilaciones e inconsecuencias de la pol¨ªtica de no intervenci¨®n durante nuestra guerra civil. El afianzamiento y consolidaci¨®n de la experiencia Miterrand depende en algo de la estabilidad democr¨¢tica de Espa?a. El ministro Cheysson ya se refiri¨®, en Madrid, a que ¨¦sta era su ?segunda capital?: toda una declaraci¨®n de amistad y de esperanzadores prop¨®sitos, que es necesario que se cumplan.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- PS Francia
- Tom¨¢s Linaza Echevarria
- Zulos
- Visitas oficiales
- Coalici¨®n antiterrorista
- Pol¨ªtica nacional
- Opini¨®n
- Diplomacia
- Incorporaci¨®n Espa?a Otan
- OTAN
- Contactos oficiales
- Refugiados ETA
- Expedientes administrativos
- Extradiciones
- Infraestructura terrorista
- Conflictos diplom¨¢ticos
- Deportaci¨®n
- PSOE
- Cooperaci¨®n policial
- Inmigraci¨®n irregular
- Relaciones internacionales
- Pol¨ªtica migratoria
- Sentencias
- Francia
- Pol¨ªtica antiterrorista