"Esos movimientos seudorreligiosos son un peligro social"
?Las sectas separan al joven de la sociedad, que pasa a ser considerada, gracias a la manipulaci¨®n del cerebro, sin¨®nimo de lo demon¨ªaco. Las sectas aislan al adepto de la familia y de los amigos para mejor ejercer su propio control. Las sectas arrancan al joven de su trabajo y profesi¨®n para mejor hacerle depender totalmente del nuevo grupo?. As¨ª resum¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa Belil Palau, presidente. de la Asociaci¨®n Pro Juventud, las secuelas sociales de quien en el siglo XX entra en secta.
Para los miembros de esta Asociaci¨®n Pro Juventud, entidad privada creada a iniciativa de padres cuyos hijos son o han sido adeptos de las sectas, la crisis general de valores y un momento de debilidad en el individuo explica el auge de estas sectas. ?En Espa?a, las sectas crecen como las setas?, dec¨ªan en la conferencia de Prensa celebrada en Madrid, ?y ah¨ª est¨¢n la Iglesia de la Unificaci¨®n, la Cientolog¨ªa, los Har¨¦ Krishna, la Meditaci¨®n Transcendental, los Ni?os de Dios, la Comunidad y otras muchas, dirigidas por extranjeros con pasaportes e identidad falsa, pero reclutando adeptos espa?oles?.?Todo esto es muy alucinante, pero todo se puede demostrar?, dec¨ªa Jos¨¦ Rodr¨ªguez, un periodista que conoce el tema desde dentro y que se lamentaba de la poca credibilidad que hasta ahora se hab¨ªa dado a sus toques de atenci¨®n. El denominador del variopinto panorama que ofrecen las sectas tienen por com¨²n denominador, seg¨²n los ponentes, la pseudoreligiosidad, el totalitarismo y el car¨¢cter enmascarador de su discurso te¨®rico.
Com¨²n a todas ellas son, dec¨ªa Jos¨¦ Rodr¨ªguez, cuatro tipo de actividades. La primera es de tipo lucrativo; detr¨¢s de su apariencia beat¨ªfica existe una actividad industrial, legalmente constituida gracias a las donaciones de los adeptos, con notables irregularidades: sus trabajadores, que son ellos mismos, no cobran sueldo ni cotizan a la Seguridad Social. El resultado es un negocio floreciente y un desamparo econ¨®mico para el miembro que decida salirse del grupo. Tambi¨¦n se da una actividad pol¨ªtica, de amplios vuelos. Seg¨²n un informe cubano presentado en la ONU, muchas de estas sectas est¨¢n ligadas a la CIA y expanden un rabioso anticomunismo; el segundo de a bordo del reverendo Moon, es dirigente de la CIA coreana. Estas sectas no escapan, en tercer lugar, a una actividad delictiva: el lavado de cerebro ?que puede ser considerado como un asesinato ps¨ªquico?; en las prisiones de Estados Unidos penan pros¨¦litos de Har¨¦ Krishna por ¨¢tico de drogas, de armas, de piedras preciosas. Los Ni?os de Dios parecen especializados en el proxenetismo, seg¨²n la misma Asociaci¨®n Pro Juventud. Finalmente, una actividad antisocial, que margina al individuo de la sociedad, de la familia, de los amigos y de su trabajo o estudios.
Para el psic¨®logo Jos¨¦ Luis Jord¨¢n Pe?a, t¨¦cnicamente es f¨¢cil la manipulaci¨®n del cerebro, su programaci¨®n, gracias a t¨¦cnicas de sofronizaci¨®n y una dieta adecuada. Los Hare Krishna, que dedican cuatro horas diarias a la meditaci¨®n, tienen establecidos estos cuatro principios regulativos: abstenerse del sexo il¨ªcito, no comer carne, la fatiga muscular y no participar en juegos de azar que, seg¨²n un ex miembro de la secta, hay que traducir por ?abstenerse de la especulaci¨®n mental?, esto es, de reflexionar. Estos principios, que llevar¨¢n al cielo al practicante, no obstan para que se legitime el tr¨¢fico y consumo de droga entre los perdidos de afuera. El mismo psic¨®logo pon¨ªa de manifiesto las profundas lesiones cerebrales que ?esta comedura de coco? produce en los que una vez han dado el paso de entrar en la secta, cit¨¢ndose casos de paranoia y fracasos en casos de desprogramaci¨®n.
La Asociaci¨®n Pro Juventud, organizaci¨®n espa?ola similar a las que existen en otros muchos pa¨ªses, se ha impuesto como obligaci¨®n la de informar a la opini¨®n p¨²blica sobre el mecanismo oculto de estos movimientos que no trascienden f¨¢cilmente a la opini¨®n p¨²blica.
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