El primer ministro Men¨¢jem Beguin asegura que puede formar r¨¢pidamente nuevo Gobierno

La fragilidad de la victoria del Partido Laboralista israel¨ª en los comicios legislativos del martes, no parece permitir a su l¨ªder, Shimon Peres, formar Gobierno, opinan la mayor¨ªa de los observadores. El jefe de la coalici¨®n nacionalista conservadora Likud y actual primer ministro, Men¨¢jem Beguin, se cree, en cambio, en condiciones de poner en pie un nuevo gabinete, seg¨²n declar¨® ayer en una conferencia de Prensa celebrada a las cuatro de la madrugada. A falta de resultados definitivos -el escrutinio finalizar¨¢ probablemente hoy-, es arriesgado hacer pron¨®sticos.

Las ¨²ltimas estimaciones de la televisi¨®n israel¨ª, basadas en cerca de un mill¨®n de sufragios (50% de los votantes), apuntan a una victoria laborista por 49 esca?os contra 48 para el Likud. Pero el voto del Ej¨¦rcito, tradicionalmente algo m¨¢s favorable a Beguin, podr¨ªa empatar a las dos principales formaciones pol¨ªticas de Israel.A lo largo de la noche electoral, las previsiones de la televisi¨®n llegaron a otorgar al primer partido de oposici¨®n hasta seis esca?os de ventaja sobre el Likud, suscitando una gran euforia entre los militantes laboristas reunidos en la sede central de su partido, en Tel Aviv, e incitando a Shimon Peres a declarar a medianoche que su formaci¨®n hab¨ªa, "recibido el mandato de conducir el pa¨ªs".

M¨¢s prudente, Beguin decidi¨® esperar a las cuatro de la madrugada para anunciar que: "Formar¨¦ el pr¨®ximo Gobierno, intentar¨¦ ponerlo en pie r¨¢pidamente y esta misma tarde me ocupar¨¦ de ello en Jerusal¨¦n".

Los conservadores se mantienen

Aunque no pueda aspirar a formar Gobierno, el partido de Shimon Peres ha registrado una espectacular progresi¨®n incrementando en un 60% su n¨²mero de esca?os con respecto a las anteriores elecciones legislativas de 1977. El impresionante aumento de la representaci¨®n parlamentaria laborista no significa, sin embargo, una derrota de Likud, ya que la coalici¨®n nacionalista conservar¨¢, en el peor de los casos, el mismo n¨²mero de esca?os que en el anterior Kneset (Parlamento).Si a nivel nacional el Partido Laborista ha obtenido m¨¢s sufragios que su rival, el Likud, la coalici¨®n encabezaba por Beguin es mayoritaria entre el electorado jud¨ªo, gracias, sobre todo, al voto masivo de la comunidad sefard¨ª, que representa al 60% de la poblaci¨®n. La lista electoral laborista recoge, en cambio, la mayor¨ªa de los sufragios de los jud¨ªos ashkenazit, originarios de Europa del Norte.

La bipolarizaci¨®n de la vida pol¨ªtica israel¨ª, puesta de relieve por las elecciones del martes, se ha efectuado en detrimento de las peque?as formaciones pol¨ªticas, laicas o religiosas, cuyo apoyo parlamentario ser¨¢, sin embargo, indispensable para formar Gobierno.

En el Kneset son necesarios 61 esca?os sobre un total de 120, para poder disponer de la mayor¨ªa absoluta necesaria para gobernar. El partido nacional religioso (PNR), tercera fuerza pol¨ªtica, pierde la mitad de sus esca?os -s¨®lo tendr¨¢ seis diputados en el nuevo Parlamento-, mientras el Telem, dirigido por el ex ministro de Defensa y Asuntos Exteriores, Moshe Dayan obtiene un solo mandato, el de su l¨ªder.

La vida pol¨ªtica de Israel parece, por ahora, orientarse a la derecha a nivel nacional y hacia la inflexibilidad en pol¨ªtica exterior; pero queda por ver si, como pronostica el editorial del Jerusalen Post, la heterogeneidad de las posibilidades coaliciones de Gobierno "no acabar¨¢ por provocar otras elecciones anticipadas".