La pol¨ªtica de alianzas y el programa econ¨®mico ser¨¢n las principales cuestiones del congreso del PSOE
A juzgar por los documentos que empiezan a circular entre las agrupaciones socialistas, los diferentes sectores del PSOE han reducido sus diferencias y tienden a converger en un programa de ofertas concretas hacia la sociedad, sin las pol¨¦micas meramente te¨®ricas del a?o 1979. No obstante, la revisi¨®n del programa econ¨®mico, la pol¨ªtica de alianzas y la estrategia antigolpista constituir¨¢n los principales temas de debate. Felipe Gonz¨¢lez regresar¨¢ pr¨®ximamente a Madrid tras su viaje a Centroam¨¦rica e intervendr¨¢ en la negociaci¨®n final de los preparativos precongresuales.
En materia de alianzas con otros partidos, las distintas ponencias no entran en estudios pormenorizados de prospectiva electoral, pero se observa una influencia notable de esta perspectiva a la hora de proponer las diversas soluciones. Los sectores que pueden considerarse m¨¢s vinculados a la corriente mayoritaria defienden una pol¨ªtica flexible de alianzas, que permita realizar el proyecto de una coalici¨®n entre los socialistas y los sectores progresistas del centro.Los grupos convencionalmente considerados m¨¢s a la izquierda est¨¢n por la defensa de la ?mayor¨ªa de izquierda? si ¨¦sta se consigue efectivamente; pero suavizan sus posturas anteriores respecto a otro tipo de coalici¨®n, si ¨¦stas fueran necesarias para la pol¨ªtica de contragolpe, que es su versi¨®n del t¨¦rmino ?consolidaci¨®n de la democracia? utilizado por otras corrientes.
La idea de vincular el programa socialista a la evoluci¨®n de las distintas confrontaciones electorales est¨¢ muy presente en la ponencia elaborada por Joaqu¨ªn Leguina y un grupo muy vinculado a la ejecutiva del PSOE de Madrid. En ella se propone un conjunto de reformas del sector p¨²blico de la econom¨ªa y la planificaci¨®n econ¨®mica, hasta un denominado ?saneamiento profundo de todo el aparato p¨²blico de protecci¨®n? -evidente referencia a la democratizaci¨®n de las fuerzas de seguridad-. El conjunto de cambios que se aborden en cada etapa estar¨¢n condicionados a que antes los haya aprobado el pueblo en un programa electoral calificado de ?programa-contrato del partido con sus votantes?. Y a?ade: ?Otra causa supondr¨ªa el riesgo de conducir al pa¨ªs hacia la confrontaci¨®n?.
En ese horizonte de cambios se esbozan cuestiones como ?un r¨¦gimen econ¨®mico en que las empresas p¨²blicas sean una forma de inyectar transparencia, eficacia y competitividad en toda la econom¨ªa, y no lo contrario?, y se dice que ello requerir¨¢, ?probablemente?, convertir en p¨²blicas ?algunas grandes concentraciones de poder econ¨®mico que, por la forma en que se ha producido nuestra industrializaci¨®n, detentan una posici¨®n claramente monopolista u oligopolista?. Esa econom¨ªa a construir no puede hacerse ?a trav¨¦s de ning¨²n tipo de expolio; pero eso no implica que identifiquemos titularidad de la propiedad con derecho de gesti¨®n total de las empresas. Puede y debe diferenciarse titularidad del capital y formas de gesti¨®n?.
Un borrador de Izquierda Socialista en materia econ¨®mica critica los pactos de la Moncloa y la excesiva moderaci¨®n de los programas econ¨®micos posteriores, y expone a su vez alternativas en diversos terrenos, algunas de ellas muy influidas por el programa del Partido Socialista franc¨¦s. Se mencionan entre ellas la reducci¨®n de la jornada laboral a cuarenta horas semanales, la pr¨¢ctica prohibici¨®n de las horas extraordinarias y la nacionalizaci¨®n de la gran banca y los seguros. Otro grupo de la misma corriente, Reflexiones Socialistas, formula ese tema en el sentido de ?nacionalizaci¨®n del cr¨¦dito? y de sectores clave de la econom¨ªa.
Por lo que se refiere a las libertades p¨²blicas, Izquierda Socialista tiene una ponencia muy pormenorizada. Destaca la idea de que la breve historia de nuestra democracia constituye ?un proceso de limitaci¨®n de libertades y derechos b¨¢sicos?, pero, al mismo tiempo, se dice que tras el 23 de febrero no se pueden proponer nuevas profundizaciones a las libertades, sino denunciar los atentados y restricciones de las que existen. Asimismo atribuye a la t¨ªmida reforma del C¨®digo de Justicia Militar -l hecho de que las Fuerzas Armadas tengan ahora que hacerse cargo de ? responsabilidades que en absoluto les conciernen?, como es el enjuiciamiento de los golpistas por delitos contra la seguridad del Estado, ?cuyos jueces naturales ser¨ªa la jurisdicci¨®n ordinaria?.
El mi¨¦rcoles, decisiones de la Comisi¨®n Ejecutiva
Por otra parte, la Comisi¨®n Ejecutiva se reunir¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles para decidir sobre las propuestas a formular al comit¨¦ federal del d¨ªa 11. Este ¨²ltimo es el que ha de acordar las reglas de juego del congreso. El camino recorrido desde el martes de Semana Santa, en que Alfonso Guerra y Luis G¨®mez Llorente comenzaban a poner las bases de una posible pacificaci¨®n interna -en el mismo restaurante donde el ministro de Educaci¨®n pactaba la LAU con otros dos dirigentes socialistas-, ha sido suficientemente largo como para que la ejecutiva se vea obligada a arbitrar entre las posiciones del sector mayoritario y las peticiones de la corriente de izquierda.
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