Margaret Thatcher,

la primera ministra brit¨¢nica, ha demostrado en las ¨²ltimas semanas una capacidad extraordinaria para mostrar buena cara a los tiempos malos, que en su pa¨ªs son especialmente turbulentos ahora, como consecuencia de los disturbios raciales ocurridos en Brixton y L¨ªverpool. Ella ha aceptado las tormentosas sesiones del Parlamento, e incluso ha tenido tiempo para acudir al teatro y escuchar all¨ª, en directo, las s¨¢tiras que se dedican tanto a ella como a su marido, Dennis Thatcher, en una comedia que tiene gran ¨¦xito en la capital inglesa. Hace unos d¨ªas la llamada danza de hierro fue a ver la representaci¨®n de Anyone for Dennis? (?Alguno para Dennis?), en la que el matrimonio que habita actualmente el n¨²mero 10 de Downing Street es zaherido sin otras contemplaciones que las que permite el humor ingl¨¦s. Pero Margaret Thatcher aguant¨® bien la tormenta de chistes, se ri¨® ella misma y al final de la funci¨®n acudi¨® al camerino de Angela Thorne, la actriz que hace su papel en la obra.