La mayor¨ªa de los refrescos no dan el contenido de zumo exigido por la reglamentaci¨®n

El calor y la sed hacen de muchas personas aut¨¦nticas adictas a las bebidas refrescantes durante el verano, dejando de lado otras m¨¢s tradicionales, como el agua o el vino. Sin embargo, la cantidad de az¨²car que suelen contener este tipo de refrescos no ayudan a acabar con la sed, sino simplemente a mitigarla a base de fr¨ªo y sabores sugerentes. Pero no s¨®lo no mitigan la sed, por su alto contenido de sacarosa, sino que rara vez estas bebidas contienen productos naturales.

En los distintos an¨¢lisis realizados por las revistas especializadas recogidos recientemente por la revista Coeba quedaba patente que el nivel de zumo contenido en las cinco marcas m¨¢s importantes de refrescos llegaba desde el 12% de Tninaranjus, a un 3 % Schweppes, esta ¨²ltima marca utilizaba la pulpa de la naranja -sobrante de las f¨¢bricas que producen zumos y lo a?ad¨ªa en la composici¨®n como si realmente fuera zumo de naranja. Otro dato curioso de este an¨¢lisis es el que casi no exista zumo de lim¨®n natural en estos refrescos, quiz¨¢ debido a que esta fruta es m¨¢s cara que la naranja. De las marcas analizadas ninguna pasa de la proporci¨®n del 3%. Sin embargo, la cantidad de az¨²car es muy amplia, oscilando entre un 10% y un 13%. Esto quiere decir, que en un litro de refresco se est¨¢n consumiendo m¨¢s de cien gramos de az¨²car.Seg¨²n el C¨®digo Alimentario, las materias primas reconocidas para fabricar un refresco son fundamentalmente tres: agua potable, jarabe compuesto o preparado b¨¢sico y anh¨ªdrido carb¨®nico.

El jarabe compuesto es el componente que imprime car¨¢cter por su sabor y puede ser el resultado de la mezcla de todos o de varios de estos ingredientes: edulcorantes, zumos, extractos o disgregados vegetales (principalmente de frutas), agentes arom¨¢ticos y aditivos. La utilizaci¨®n de estos aditivos est¨¢ permitida dando absoluta preferencia a los de origen natural, y si no, acogi¨¦ndose a los admitidos por el anexo n¨²mero II de esta reglamentaci¨®n. Sin embargo, se exige que en los envases figure la menci¨®n ?para uso alimentario?. Pero, aparte de estos tres elementos, el consumidor deber¨¢ saber a la hora de comprar un refresco las distintas clases en que ¨¦stos est¨¢n divididos. Dejando de lado el tema de las aguas minerales, gaseosas o las aguas gaseadas o de seltz, entre las bebidas refrescantes se puede escoger entre los siguientes productos:

Bebidas refrescantes aromatizadas. Contienen, fundamentalmente, agua potable, carb¨®nica o no, edulcorantes naturales o artificiales, agentes arom¨¢ticos y aditivos. Adem¨¢s, pueden contener zumos de frutas, cloruro s¨®dico, ¨¢cido asc¨®rbico (vitamina C), un volumen de anh¨ªdrido carb¨®nico en las que sean gaseadas y cafe¨ªna en un 0,015% en peso y quinina en un 0,01%.

Bebidas refrescantes de extractos. Son bebidas carb¨®nicas o no, elaboradas con agua potable, extractos y/o agentes arom¨¢ticos naturales de origen vegetal, edulcorantes y aditivos autorizados, con exclusi¨®n de edulcorantes artificiales. Los extractos son los preparados obtenidos por presi¨®n y posterior evaporizaci¨®n del zumo o l¨ªquido obtenido.

Bebidas refrescantes de zumos de frutas. Se componen, al igual que las dem¨¢s bebidas carb¨®nicas o no, de agua potable, zumos de frutas y edulcorantes naturales. Aqu¨ª la reglamentaci¨®n da las cifras m¨ªnimas de zumos de frutas en unas proporciones que, como se ha podido ver por los an¨¢lisis, no se cumplen en todos los casos. Estas proporciones son las siguientes: zumo de naranja, un 8%; zumo de lim¨®n, 6%; sumo de pomelo, 4%; zumo de pi?a, 4%; zumo de manzana, l6%; zumo de albaricoque, melocot¨®n y pera, l6%; zumo de uva, 22%; zumo de fresa, 6%, y zumos de otras frutas, 6%.

Bebidas refrescantes de disgregados de frutas. Son las preparadas con agua potable, disgregados de frutas interpuestos o emulsionados y edulcorantes. Los disgregados de frutas son los productos obtenidos de las frutas por separaci¨®n o desuni¨®n en peque?os fragmentos de las partes que constituyen su fruto. Por ¨²ltimo, se encuentran los productos en polvo para preparaci¨®n de bebidas refrescantes, que son una diluci¨®n de las distintas clases se?aladas, a los que se a?ade bicarbonato s¨®dico. En general, las condiciones b¨¢sicas de este tipo de bebidas deber¨¢n satisfacer estos requisitos m¨ªnimos: estar elaboradas exclusivamente con los productos autorizados; poseer aspecto normal, color, olor y sabor caracter¨ªsticos; estar exentas de impurezas y estar exentas de microorganismos pat¨®genos.

Envasado y etiquetado

En la rotulaci¨®n de los envases dispuestos para su venta al p¨²blico deben constar los siguientes datos: marca registrada y capacidad de envase; tipo de bebida (es decir, aclarar a qu¨¦ tipo de refresco pertenece, de los citados anteriormente), marca registrada y n¨²mero de registro sanitario; contenido de cafe¨ªna, quinina o edulcorantes artificiales y proporci¨®n del zumo de frutas que lleva.Est¨¢ prohibido, por otra parte, el empleo de palabras o frases que induzcan a confusi¨®n con zumos de frutas cuando no lo sean, as¨ª como la menci¨®n ?contiene zumo? o ?bebida de zumo? cuando tengan una proporci¨®n menor de la obligada; el uso de palabras como ?pasteurizada? o ?esterilizada?- en bebidas que contengan sustancias conservadoras; el empleo de calificativos como ?puro? o ?natural? en las bebidas a las que se hayan adicionado conservadores qu¨ªmicos o colorantes artificales, observaciones que puedan inducir a error respecto a su verdadera composici¨®n t¨¦cnica de elaboraci¨®n, as¨ª como las indicaciones que atribuyan una acci¨®n terap¨¦utica.

La acidez mata los g¨¦rmenes

Desde el punto de vista microbiol¨®gico, las bebidas refrescantes no presentan problemas graves, ya que su acidez es tan elevada que los g¨¦rmenes no pueden prosperar en ellas. As¨ª, en an¨¢lisis realizados por Sanidad sobre 64 muestras ninguna present¨® una presencia indeseable de microbios, salvo un zumo de mandarina, fruto de acidez menos fuerte. La capacidad natural para eliminar a los g¨¦rmenes se comprob¨® con la experiencia de contaminar artificialmente un refresco de este tipo; a las cinco horas estaban muertos los microbios.Los inconvenientes de las bebidas refrescantes se concretan en su nulo valor proteico y el riesgo de un consumo excesivo, sobre todo en la infancia, que puede llevar a problemas de malnutrici¨®n, ya que estos refrescos producen saciedad y quitan, por tanto, el apetito.

De las experiencias cient¨ªficas se deduce que el az¨²car refinado disuelto en los refrescos forma al consumirlo una fina pel¨ªcula que cubre los dientes; las bacterias tienen as¨ª v¨ªa libre para producir el ¨¢cido l¨¢ctico, que destruye el esmalte, y su acci¨®n es continua

El az¨²car presenta tambi¨¦n un problema para las personas obesas o para quienes siguen dietas de adelgazamiento; claro que este inconveniente puede quedar suprimido en las bebidas que usan edulcorantes, elementos que no tienen valor cal¨®rico. La pega es que sobre ellos (sobre todo si se trata de ciclamatos) pesa la sospecha de que sean cancer¨ªgenos, y aqu¨ª la cosa est¨¢ poco clara, porque las opiniones cient¨ªficas se dividen y la guerra comercial anda por medio para confundir m¨¢s. No obstante, la ingesti¨®n diaria admitida (IDA) por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) es de cuatro miligramos por kilo de peso corporal para los ciclamatos y de 2,5 m¨ªligramos por kilo para la sacarina, dieta que se cubrir¨ªa con el consumo de un solo botell¨ªn.

En 1902, el doctor Charles A. Crampton descubri¨® que la palabra cola estaba plenamente justificada en la coca-cola por la presencia de coca¨ªna. Este ingrediente fue cuidadosamente suprimido, pero a las bebidas de cola les queda a¨²n un elemento estimulante: la cafe¨ªna. Aunque las cantidades sean mucho m¨¢s peque?as que las que contiene el caf¨¦, el efecto de la cafe¨ªna depende de la temperatura y se ve aumentado por el fr¨ªo. Por otro lado, los expertos aseguran que el consumo habitual de estas bebidas produce adicci¨®n, al igual que el tabaco o el alcohol, detect¨¢ndose el s¨ªndrome de carencia.