Pilar Mir¨®: "El espectador tiene derecho a la libertad de hacer cine"
La directora de "El crimen de Cuenca" explica los contenidos del pol¨¦mico filme
Los casi dos a?os que han transcurrido desde que Pilar Mir¨® termin¨® el montaje de El crimen de Cuenca no han apagado la pol¨¦mica creada por la pel¨ªcula, que fue secuestrada por la autoridad militar y cuya directora fue procesada por la citada jurisdicci¨®n. La causa pas¨® luego a los tribunales ordinarios y ¨¦stos sobreseyeron la causa que pesaba sobre la realizadora. Despu¨¦s de tanta controversia, el filme se estrena ma?ana en Madrid. En Barcelona, donde se estren¨® el pasado jueves, fue masiva la afluencia de p¨²blico, que reaccion¨® normalmente ante la pel¨ªcula, en la que se narra la historia de un error judicial ocurrido hace unos sesenta a?os, y en el que la Guardia Civil tuvo implicaciones. Las escenas de tortura que hay en El crimen de Cuenca no fueron protestadas por el p¨²blico barcelon¨¦s en la fecha del estreno.
?El crimen de Cuenca es ni m¨¢s ni menos que una pel¨ªcula, una obra de creaci¨®n cultural de la que en absoluto me arrepiento ni me retracto. No es en ning¨²n caso un alegato contra la Guardia Civil, sino la expresi¨®n del drama de desintegraci¨®n de dos personas como seres humanos a los que se les han aplicado unos procedimientos salvajes?. Pilar Mir¨®, directora de esta pel¨ªcula prohibida durante casi dos a?os por los tribunales militares, controvertida y temida por los exhibidores, defiende, ante todo, la libertad de hacer cine. ?Que nadie, ni un bando ni otro, la utilice para sus propios fines. Tan s¨®lo el espectador tiene derecho a criticarla, calificar sus contenidos y sacar conclusiones. Que la dejen libre?.Parecen mayores los traumas que ha producido esta pel¨ªcula antes de estrenarse en Espa?a, en los medios oficiales, quienes han intentado transmitirlos al cuerpo social, que en la propia autora. ?La prohibici¨®n, el juicio y todo lo dem¨¢s han influido en m¨ª mucho m¨¢s en el aspecto personal que en el de la creaci¨®n. Sufr¨ª una fuerte sacudida personal, pero continu¨¦ trabajando en cine. Prueba de ello es que al poco tiempo rod¨¦ Gary Cooper, que est¨¢s en los cielos, y ahora estoy trabajando en otro proyecto que ser¨¢ la otra cara de Gary Cooper?.
?La primera impresi¨®n que tuve cuando actu¨® la censura?, explica Pilar Mir¨®, ?fue la de pensar que est¨¢bamos todos equivocados o que nos estaban enga?ando. ?C¨®mo es posible que pueda ocurrir esto?, nos pregunt¨¢bamos. Pon¨ªamos en tela de juicio muchas cosas en las que comenz¨¢bamos a creer. Despu¨¦s me he sentido l¨®gicamente manipulada, con la impresi¨®n de convertirme en una especie de cruce de h¨¦roe y v¨ªctima. Cuando estaba sumergida en esta especie de caos decid¨ª que deb¨ªa emborracharme con el trabajo y rodar como fuera, aunque no contara con una productora fuerte?.
Como consecuencia de esta decisi¨®n de continuar en el cine, Pilar Mir¨® rod¨® Gary Cooper, que est¨¢s en los cielos, pel¨ªcula que ha recibido hasta ahora m¨¢s de siete premios, el ¨²ltimo en el reciente festival de Mosc¨². La vigencia de la pel¨ªcula El crimen de Cuenca, documento recreado sobre un hecho que ocurri¨® hace setenta a?os, es, seg¨²n Pilar Mir¨®, la misma e incluso m¨¢s acentuada que antes de la prohibici¨®n. ?Tiene m¨¢s vigencia, porque los acontecimientos que hemos vivido en los ¨²ltimos tiempos la han puesto todav¨ªa m¨¢s de actualidad e incluso la realidad ha superado a la ficci¨®n. Estos acontecimientos han desbordado cualquier tipo de reflexi¨®n sobre qu¨¦ es lo que est¨¢ pasando aqu¨ª?.
?Qu¨¦ ha querido expresar Pilar Mir¨® en la pel¨ªcula, que ha levantado tan grandes pol¨¦micas, incluso antes de estrenarse? ?Cu¨¢l es el n¨²cleo fundamental de esta narraci¨®n? ?Lo fundamental de El crimen (le Cuenca es contar c¨®mo se puede llegar a destruir a dos personas, c¨®mo se les puede llegar a convertir en dos animales, f¨ªsica y ps¨ªquicamente, a trav¨¦s de la aplicaci¨®n de unos procedimientos salvajes. El tema central es la desintegraci¨®n del ser humano, y coincid¨ªa que la pel¨ªcula se pod¨ªa construir sobre unos hechos reales?.
En el Festival de Cine de Berl¨ªn, donde se estren¨® internacionalmente la pel¨ªcula en 1980, algunos espectadores abandonaron la sala de proyecci¨®n al poco tiempo de haber comenzado las escenas de torturas. Algunas personas que han visto la pel¨ªcula dicen que hay unos veinte minutos dedicados a este tema. ?No es esta quiz¨¢ la causa de las desdichas de la pel¨ªcula? Pilar Mir¨®. ?No, esto no es cierto. En primer lugar, las escenas de tortura no duran veinte minutos, sino, como mucho, cuatro minutos. Lo que sucede es que esos veinte minutos es lo que dura la exposici¨®n de los sucesos que se desarrollan en los interrogatorios. Probablemente sucede que el efecto de estas escenas o la narraci¨®n de los hechos llegan a desasosegar de tal manera al que las ve que le da la impresi¨®n de haber estado m¨¢s tiempo del real viviendo la experiencia?.
Pilar Mir¨® insiste en que el tema central de la pel¨ªcula El crimen de Cuenca tiene una fuerza tal que requiere precisamente un tratamiento m¨¢s expresivo. ?En este sentido, porque es una pel¨ªcula de acci¨®n, es en un principio una pel¨ªcula f¨¢cil, pero a esta acci¨®n el director debe prestarle un lenguaje personal?. Pilar Mir¨® compara esta pel¨ªcula con la que hizo a continuaci¨®n, Gary Cooper. ?Esta ¨²ltima es una pel¨ªcula de reflexi¨®n que ,requiere otro tratamiento y otro lenguaje. Mientras que, por ejemplo, los hechos de El crimen de Cuenca se pueden contar en tres minutos, los sentimientos de Gary Cooper necesitan casi dos horas?.
Pilar Mir¨® confiesa que no le gusta ver sus pel¨ªculas despu¨¦s de haberlas terminado. ?Analizo muy mal mis pel¨ªculas, soy negativa porque siempre encuentro en ellas cosas que me molestan. Por ejemplo, ahora encuentro que El crimen de Cuenca es bastante incompleta ?.
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