Un pacto en entredicho
El PCE fue excluido del acuerdo auton¨®mico, a iniciativa del Gobierno y del PSOE, por no aceptar la propuesta de ley org¨¢nica de Armonizaci¨®n del Proceso Auton¨®mico (LOAPA). Esto ocurri¨® a media tarde del viernes 31 de julio, despu¨¦s de mes y me dio de negociaciones a las que el PCE hab¨ªa sido invitado tras dar a conocer oficialmente sus criterios sobre este aspecto del Informe Garc¨ªa de Enterr¨ªa en los siguientes t¨¦rminos: "Una ley org¨¢nica para desarrollar el t¨ªtulo VIII de la Constituci¨®n resulta innecesaria, inconveniente y dudosamente constitucional". A este antecedente hay que a?adir que cuando tuvimos conocimiento del proyecto de ley elaborado por encargo del Gobierno y del PSOE result¨® que adem¨¢s de org¨¢nico era armonizador, dimensi¨®n que ni siquiera preve¨ªa el Informe Enterr¨ªa -de aqu¨ª el cambio de nombre, de LOOPA a LOAPA-. El car¨¢cter armonizador significa que "afecta a aspectos relacionados con el contenido de los Estatutos de las comunidades aut¨®nomas y con el ejercicio de sus competencias". Esta cita no es de ning¨²n documento del PCE, sino del propio pre¨¢mbulo del borrador de la LOAPA, que hemos estado discutiendo y constituye una raz¨®n de peso m¨¢s para oponerse a la alteraci¨®n de unos Estatutos en ausencia de las fuerzas pol¨ªticas que son mayoritarias en las comunidades afectadas. Cabe a?adir todav¨ªa que el acuerdo sobre la LOAPA es un acuerdo sobre un proyecto de ley que deber¨¢ pasar por las Cortes, ser enmendado y apreciada su urgencia, ya que es armonizador. ?Qu¨¦ actitud van a tener los pactantes ante las enmiendas? Por qu¨¦ la prisa de firmar esto, si no se podr¨¢ presentar hasta septiembre?Todo lo anterior clarifica y, a nuestro juicio, justifica sobradamente el planteamientos comunista de separar la LOAPA de los restantes acuerdos pol¨ªticos y econ¨®micos, que son propiamente acuerdos entre partidos y sobre materias en las que el entendimiento estaba muy avanzado y era globalmente posible. Ni siquiera se puede invocar en contra de esta actitud el manido refr¨¢n de todo o, nada, ya que al tiempo que se quer¨ªa forzar al PCE para que asumiera la LOAPA se le marginaba de la cuarta parte de la negociaci¨®n -relativa a haciendas locales-, que de principio a fin ha sido llevada entre el Gobierno y el PSOE, sin ofrecer a las otras fuerzas presentes ni informaci¨®n, ni posibilidad de opini¨®n.
As¨ª han sido las cosas. Ni han transcurrido de la mejor manera, ni han concluido bien. Si esta negociaci¨®n hubiera comprendido desde el principio y en plano de igualdad a todas las fuerzas interesadas -y esto incluye a nacionalistas vascos, catalanes- hubiera sido posible llegar a acuerdos verdaderamente firmes y verdaderamente ajustados a la Constituci¨®n. Tal y como la han enfocado el Gobierno y el PSOE, el resultado es que la justeza de lo pactado queda en entredicho por parte de los excluidos y caben dudas sobre la firmeza de los pactantes sobre lo pactado. Aunque s¨®lo sea por la contraposici¨®n derivada de ser unos Gobierno y otros primer partido de la oposici¨®n.
Algunas aclaraciones m¨¢s. El PCE mantiene su posici¨®n en aquellos aspectos del pacto pol¨ªtico a los que dimos nuestro acuerdo. Destacadamente, el mapa de diecis¨¦is comunidades aut¨®nomas, el calendario para concluir el proceso antes de febrero de 1983 y la programaci¨®n de las transferencias, as¨ª como sobre la desaparici¨®n de las diputaciones en las comunidades uniprovinciales. Sobre la composici¨®n y funci¨®n de las diputaciones en comunidades multiprovinciales tenemos que decir que, tras presentar propuestas concretas y reclamar a lo largo de un mes que el Gobierno hiciera contrapropuestas, finalmente el tema se sac¨® de la mesa de negociaci¨®n para establecer un acuerdo bilateral Gobierno-PSOE, sobre el que no se nos ofreci¨® ni ocasi¨®n de opinar, al no aceptar la LOAPA. Igualmente ocurri¨® con las consideraciones especiales que exige el tema Canarias, por todos reconocidas, pero que se han mantenido en la imprecisi¨®n m¨¢s abasoluta en el texto finalmente suscrito. Y parecida es la historia del tema econ¨®mico. Los negociadores se hartaron de o¨ªr reclamar a los representantes comunistas cifras y cuantificaciones Concretas. Durante semanas, el silencio fue la respuesta, aunque las computadoras oficiales trabajaban a tope realizando juegos de simulaciones, entre los que, al parecer, Calvo Sotelo y Felipe Gonz¨¢lez eligieron el que era de su gusto. En la ma?ana del viernes 31 nosotros no tuvimos tiempo ni de usar las calculadoras de bolsillo para ver qu¨¦ significaban aquellas cifras. Lo haremos y lo diremos claramente cuando la ley del Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial vaya a las Cortes. Desde luego, lo que no significan -aunque se haya presentado as¨ª- es que todo el mundo va a recibir m¨¢s dinero, m¨¢s inversiones. Puede ocurrir que incluso inversiones en curso o programadas para ciertas comunidades queden en suspenso. Esto es probable con un fondo de 180.000 millones, que es un fondo peque?o, frente a las propuestas comunistas, y otrora socialistas, de superar los 200.000 millones.
Es posible que los firmantes del acuerdo, cumplido su compromiso de culminar la negociaci¨®n el 31 de julio, se hayan ido de vacaciones tranquilos. Pero la verdad es que el tema dista mucho de quedar resuelto y con la vuelta del veraneo volver¨¢n sobre ¨¦l partidos, Gobierno, Parlamento, comunidades aut¨®nomas y Tribunal Constitucional.
Entre tanto, los comunistas hemos querido dejar claro, con serenidad y objetividad, las cuestiones sobre las que estuvimos y estamos de acuerdo, los temas en que se nos neg¨® informaci¨®n o posibilidad de opini¨®n y el serio problema de la LOAPA, en el que nos negamos a comprometer nuestra posici¨®n.
Carlos Almiso Zald¨ªvar represent¨® al PCE en la 'cumbre auton¨®mica"
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