Las declaraciones del cardenal

Cuando los historiadores del futuro hayan de trazar la cr¨®nica de nuestra naciente democracia tendr¨¢n que se?alar, si tratan de parangonarla, con la vida de la II Rep¨²blica, que una de las m¨¢s viva y visibles diferencias entre ambas traves¨ªas hist¨®ricas se situ¨® en el campo de las relaciones/entre religi¨®n y pol¨ªtica, entre Iglesia y Estado. ( ... )Que un cardeti¨¢l pueda hoy contar que, efectivamente, luch¨® para que ninguno de los partidos en liza llevase el apellido de cristiano, que pueda mirar sin temores la posibilidad de un Gobierno de un partido de izquierdas y que se?ale que "si el PSOE llegase al Poder, en la Iglesia no ocurrir¨ªa nada"; que repita que la Iglesia no estar¨¢ con nadie en la lucha por el Poder, que insista en la b¨²squeda de una independencla econ¨®mica de la Iglesia que a¨²n clarificar¨ªa m¨¢s todos estos problemas, son cuatro afirmaciones que significan, evidentemente, que muchas cosas han cambiado en Espa?a. Y para bien.(...)

Afortunadamente, esta b¨²squeda de respetuoso distanciamiento y de autonom¨ªa que el cardenal Taranc¨®n expresa en sus declaraciones y que coinciden con el pensamiento de la Conferencia Episcopal en su conjunto son tambi¨¦n compartidas por la gran mayor¨ªa de los pol¨ªticos espa?oles y por cada vez mayor prop¨®rici¨®n de ciudadanos de Espa?a.(...)

, 22 de agosto