Quisiera, antes de empezar,

recordar la frase que dijo aquel revolucionario famoso en la que indicaba que aun no compartiendo una opini¨®n estaba dispuesto a morir para que se pudiera expresar.Quiero en esta carta replicar al capit¨¢n Garc¨ªa, por la que ¨¦l mand¨® a esta secci¨®n y que apareci¨® con fecha del 25 de agosto de 1981. Y quiero replicarle, porque me parece que el desmemoriado es ¨¦l, y no aquellos a quienes alude. En primer lugar, un peri¨®dico civil no me parece el marco adecuado para que se permita el lujo de hacer reprimendas a otros militares. Es como airear trapos sucios.

Yo comparto con usted, mi capit¨¢n Garc¨ªa, la opini¨®n de que es una verg¨¹enza determinadas pintadas y determinados gritos en donde se ofende a nuestro comandante jefe y a miembros destacados de la naci¨®n, con un estilo entre grosero y violento. Pero lo que ya no comparto con usted es que diga que en los cuarteles pasa lo mismo, ya que en los cuarteles en donde he pasado jam¨¢s o¨ª esos comentarios; a lo m¨¢s, peque?as discusiones sobre la situaci¨®n gene-

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ral. De haberlos, usted escuchado, no creo que el mejor, m¨¦todo sea airearlos en la Prensa sino que su obligaci¨®n es comunicarlos, a sus superiores, ya que, de no hacerlo, ser¨ªa usted c¨®mplice.

En cuanto a esas, ventajas materiales a las que usted alude que ahora disfrutamos y antes no, creo que equivoc¨® la carrera; deb¨ªa haber sido armador de buques, hubiera sacado m¨¢s provecho econ¨®mico. Para m¨ª, todas esas ventajas no valen la vida de uno de esos hombres que, visten uniforme, desde el soldado al general, y usted deber¨ªa saber que ya han muerto cientos de personas por llevar uniformes con dignidad. ?O para uste,d la, vida de esos compa?eros no ten¨ªa valor? Los militares muy bien pagados son los mercenarios. En esto, al que le falla la memoria es a usted, porque ni una sola vez nombra a los que m¨¢s han pagado con su sangre esta democracia junto a la Polic¨ªa Nacional y Guardia Civil, tambi¨¦n militares, con el Cuerpo Superior de Polic¨ªa.

Como bien dice el art¨ªculo 82 de la Constituci¨®n es defender a Espa?a; por t¨¢nto, nuestra primera lealtad es para Espa?a, independientemente de la forma de Gobiemo. Bien sabe que la mayor¨ªa del Ej¨¦rcito jur¨® en el r¨¦gimen anterior y no por ello deja de tener valor el juramento en esta otra etapa pol¨ªtica. Usted, tambi¨¦n jur¨®, ?lo recuerda?

Evidentemente, la actitud de muchos militares en estos ¨²ltimos acontecimientos no ha sido, como debiera de ser, pero, por favor, no se precipite en calificativos gratuitos contra quien no se puede defender libremente. La justicia no los ha pronunciado todav¨ªa.

Pienso con usted que, ante todo, debemos obediencia y lealtad; pero con una salvedad para m¨ª: que antes est¨¢ el honor.

Sin m¨¢s, se despide, record¨¢ndole la existencia de revistas militares, su subordinado, siempre a sus ¨®rdenes./ . .