La ciudad, m¨¢s sucia que nunca
Las principales calles de la capital se encuentran, una vez terminado el per¨ªodo de vacaciones, m¨¢s sucias que nunca, situaci¨®n que coincide con el estado lamentable en que se encuentran muchos de los parques, entre ellos el del Retiro y la Casa de Campo. Mientras se habla de crear un nuevo mobiliario urbano y de invertir cientos de millones en el.ajardinamiento y mejora de las zonas verdes, se estima que una correcta aplicaci¨®n de la ordenanza vigente hubiera conseguido evitar una gran parte del gasto.El reparto masivo de propaganda en las calles c¨¦ntricas provoc¨® en los ¨²ltimos meses que determinadas salidas de estaciones de Metro est¨¦n literalmente alfombradas con papeles. La maniobra es casi siempre la misma: todos los que ascienden o descienden por las escaleras de las estaciones, de Sol, Callao, Jose Antonio, Arg¨¹elles o Moncloa reciben folletos en los que se les ofrece fotocopias a bajb precio, cursos de formaci¨®n profesional, aprendizaje en escuelas, parcelas y chal¨¦s con buenas f¨®rmulas de pago y hasta comidas en un determinado restaurante. La mayor¨ªa de las receptores de esta propaganda la depositan inmediatamente en el suelo a escasos metros del repartidor, que pront¨® se ve rodeado de su propia mercanc¨ªa.
La imagen del trabajador empujando un carro junto a un compa?ero que va agrupando en peque?os montones la basura que puede rescatar de entre los veh¨ªculos aparcados se contradice con la renovaci¨®n tecnol¨®gica de otros departamentos. Hace unos a?os, el Ayuntamiento decidi¨® comprar unas m¨¢quinas barredoras autom¨®viles para limpiar las calzadas; en la actualidad, esta maquinaria est¨¢ ¨ªnfrautilizada a causa de la circulaci¨®n existente en las principales v¨ªas.
Otro de los cap¨ªtulos importantes que influyen en la limpieza de la ciudad es la falta de concienciaci¨®n ciudadana. Tanto el alcalde como los responsables de la Delegaci¨®n de Saneamiento y Medio Ambiente han repetido en varias ocasiones que la suciedad de las calles madrile?as est¨¢ provocada por la falta de educaci¨®n c¨ªvica. Para intentar variar esa actitud, el pasado oto?o se realiz¨® una campa?a publicitaria de varios millones de pesetas con el fin de que los madrile?os conservaran la limpieza de sus calles y cuidaran de los parques. Los efectos de estas campa?as no parecen haber sido muy positivos.
Ordenanza incumplida
En octubre de 1977 se presentaba a la opini¨®n p¨²blica la nueva ordenanza municipal de limpieza en la que, seg¨²n se destac¨® entonces, se contemplaba la posibilidad de poner multas de mil pesetas a aquellas personas que tiraran un papel o una colilla en la v¨ªa p¨²blica; sanciones de mil a 2.000 pesetas a aquellos que lavaran sus veh¨ªculos en la calle y de mil pesetas a aquellos que, por ejemplo, sacudieran alfombras fuera del horario comprendido entre las siete y las nueve de la ma?ana. Esta ordenanza no se hace cumplir estrictamente.
Junto a la basura as¨ª producida no es extra?o ver abandonados en los solares existentes, montones de bolsas, colchones e incluso c¨®modas o neveras fuera de uso. Eso si los infractores no deciden utilizar un solar para quemar la basura con el peligro que conlleva.
Con respecto a los parques, la sequ¨ªa, la falta de cuidado y el gamberrismo han provocado la desaparici¨®n de praderas, el destrozo de setos y la desaparici¨®n de caminos. Parques como el Retiro o la Casa de Campo tienen zonas concretas arrasadas.
Con objeto de solucionar el problema de riego, limpieza y poda de algunos parques, en las dos ¨²lti, mas comisiones permanmentes celebradas se han aprobado distintos proyectos por un valor aproximado a los 175 millones de pesetas.
Por ¨²ltimo, existe un plan de inversiones para el pr¨®ximo trienio, tiempo en el que se invertir¨ªan 1.500 n¨²llones de pesetas, cantidad de la que se beneficiar¨¢n distintas zonas verdes de Latina, Vallecas, Carabanchel, Hortaleza, Moratalaz y Mediod¨ªa.
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