La CEOE movilizar¨¢ a los empresarios en las pr¨®ximas elecciones generales

El empresario catal¨¢n Carlos Ferrer Salat fue reelegido ayer presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE) por un nuevo per¨ªodo de tres a?os. Obtuvo 343 votos de los compromisarios, entre un m¨¢ximo posible de 346; los tres restantes fueron en blanco. En su discurso de salutaci¨®n hizo un pron¨®stico sobre las pr¨®ximas elecciones legislativas, muy preocupante para UCD: ?Si sus l¨ªderes 17 la indudable responsabilidad del presidente del Gobierno no consiguen superar la il¨®gica concepci¨®n del centro como una mezcla de ideolog¨ªas dispares y a veces contrapuestas, con reminiscencias de nuestro pasado reciente, prevemos una inevitable y pr¨®xima derrota electoral entre el hast¨ªo del electorado?.

El acto central de la asamblea, al margen de la votaci¨®n, fue el discurso de Ferrer, que comenz¨® haciendo repaso de los cuatro a?os de historia de la patronal, per¨ªodo en el que el mismo Ferrer fue presidente ininterrumpidamente. En ese repaso destac¨® la dur¨ªsima cr¨ªtica que hizo de los Pactos de la Moncloa. ?Podr¨ªa decirse?, afirm¨® Ferrer, ?que en septiembre de 1978, al comenzar el mandato electoral que hoy ha finalizado, nuestro objetivo fundamental de defensa de la libre empresa privada exig¨ªa eliminar las graves consecuencias negativas de los Pactos de la Moncloa. El evidente riesgo de socializaci¨®n de nuestro sistema econ¨®mico por el desmesurado crecimiento del gasto p¨²blico, la pol¨ªtica fiscal contra el ahorro y la inversi¨®n y el ataque directo de los sindicatos comunista y socialista a la empresa privada exigieron acciones firmes de la CEOE, con serios enfrentamientos con el Gobierno, las fuerzas pol¨ªticas y los sindicatos comunista y socialista?.Ferrer destac¨® en otro momento la unidad empresarial conseguida mediante la fusi¨®n de CEOE y CEPYME en 1980, sin duda para matizar la importancia que pudiera haber sido atribuida a la nueva patronal surgida recientemente entre las peque?as y medianas empresas.

Otro de los puntos m¨¢s significativos de su discurso se refiri¨® al an¨¢lisis de lo realizado por las corporaciones locales desde las ¨²ltimas elecciones. Y lo hizo al referirse a la firma de los recientes pactos auton¨®micos entre el Gobierno y los socialistas. ?Conf¨ªo?, dijo, ?en que estos acuerdos se traduzcan en medidas legislativas eficaces, y que el precio, injustificado del acuerdo, en moneda de mayor gasto p¨²blico para atender los resultados negativos de una mala gesti¨®n en los ayuntamientos regidos por los partidos socialista y comunista, no invalide sus posibles efectos positivos?. Y en otro momento: ?Bastante estamos padeciendo con la desastrosa gesti¨®n municipal en numerosos municipios espa?oles que tambi¨¦n prometieron saludables experiencias?.

Repaso a UCD y al PSOE

El cogollo del discurso de Ferrer tuvo un marcado matiz pol¨ªtico, refiri¨¦ndose en primer lugar a las fuerzas pol¨ªticas en general: ?Me refiero a la urgente necesidad de que los partidos pol¨ªticos, que constituyen legalmente los ¨²nicos cauces de participaci¨®n del pueblo espa?ol en la responsabilidad del Gobierno de la naci¨®n, clarifiquen su actuaci¨®n y sus verdaderos objetivos, perfeccionen su organizaci¨®n y sean capaces de relacionarse con eficacia con la sociedad espa?ola y sus aut¨¦nticas necesidades?.

En segundo lugar se detuvo en la situaci¨®n del partido en el Gobierno: ?Me atrevo a asegurar que resulta de mayor preocupaci¨®n para much¨ªsimos empresarios espa?oles que, con sus familiares y su indudable influencia social, consiguieron nutrir el elevado electorado que le concedi¨® la victoria en las urnas en dos ocasiones. Si sus l¨ªderes, y la indudable responsabilidad del presidente del Gobierno, no consiguen superar la Il¨®gica concepci¨®n del centro como una mezcla de ideolog¨ªas dispares y a veces contrapuestas, con reminiscencias de nuestro pasado reciente, prevemos una inevitable y pr¨®xima derrota electoral entre el hast¨ªo del electorado. Lo mismo suceder¨¢ si el centro no deja de constituir una mera actitud t¨¢ctica y ambigua en la que el aspecto predominante lo establece una exigua proporci¨®n de militantes o dirigentes que defienden el principio de ning¨²n enemigo a la izquierda y se empe?an en ocupar una tras otra, las posiciones socialistas o comunistas, condenando sistem¨¢ticamente como reaccionarios a los que persiguen aplicar el programa expuesto a los electores, o se allanan ante cualquier pretensi¨®n de la izquierda?.

Confusi¨®n en el electorado

Por ¨²ltimo, analiz¨® las posiciones del PSOE, al que Ferrer incluy¨® en la ?ceremonia de confusi¨®n del electorado?. ?Debe aceptarse?, explic¨® el presidente de la patronal, ?el esfuerzo de los socialistas para establecer posiciones de moderaci¨®n y de comprensi¨®n hacia los grandes problemas del Estado, de cuya soluci¨®n depende, por otro lado, su supervivencia. Pero el electorado debe tener presente que la esencia y el objetivo permanente del partido socialista es la socializaci¨®n del sistema econ¨®mico y social, con pol¨ªticas econ¨®micas, fiscales, de gasto p¨²blico y de acciones concretas que determinar¨¢n inevitablemente la asfixia de la iniciativa privada en provecho de un sector p¨²blico burocratizado e ineficaz?.

Finaliz¨® Ferrer Salat exigiendo un mayor esfuerzo ?para movilizar a todos los empresarios y a las fuerzas sociales que comparten nuestra concepci¨®n pol¨ªtica, econ¨®mica y social en apoye de las opciones electorales y de los l¨ªderes que asuman expresamente este compromiso en una acci¨®n de gobierno coherente y eficaz?.