RAPSA tambi¨¦n envi¨® aceite desnaturalizado a Barcelona y Reus
El hecho de que el aceite t¨®xico no haya causado v¨ªctimas en Catalu?a es el principal argumento que esgrimen los abogados defensores de los empresarios detenidos en Barcelona y Tarragona en relaci¨®n con la comercializaci¨®n de dicho aceite. Hasta la actualidad han sido detenidos Florencio Feijoo S¨¢nchez, propietario de la marca El Olivo; Migueal Par Balcells y Alfonso Molina Garc¨ªa, ambos de la empresa L¨ªpidos Ib¨¦ricos; Ram¨®n Alabart, de la empresa Alabart Hermanos, de Reus suministrador de Feijoo, seg¨²n declaraciones del propio Feijoo-, y Enrique Salom¨®, tambi¨¦n de Reus, suministrador de aceite de colza a Aceites Valencia, SA. Tambi¨¦n se encuentra detenido el importador Jorge Pich Garriga, de Prat de Llobregat (Barcelona), acusado de encubrir el empleo de aceite t¨®xico para el consumo humano.Una vez comprobada la presencia de anilinas en aceite de colza, supuestamente de oliva, en la marca El Olivo, la Generalidad de Catalu?a orden¨® su inmovilizaci¨®n, primero, y su retirada del mercado, despu¨¦s.
El propietario de El Olivo, Florencio Feijoo, fue detenido. A ra¨ªz de sus declaraciones, tambi¨¦n lo fue Ram¨®n Alabart, comisionista de Reus, a quien Feijo¨® se?ala como su suministrador.
Salom¨® adquiri¨® el aceite de colza a RAPSA por mediaci¨®n de Jorge Pich Garriga, importador, el cual pensaba rebajar con la comisi¨®n obtenida de esta venta una deuda contra¨ªda con RAPSA en anteriores operaciones. El aceite vendido por RAPSA a Salom¨® no pas¨® nunca por los dep¨®sitos de Pich.
Sin embargo, no fue su labor de mediador entre RAPSA y Salom¨® lo que le llevar¨ªa a la c¨¢rcel. Un representante de Jorge Pich le indic¨® que un empresario de Madrid (Ram¨®n Ferrero, de Raelca) quer¨ªa comprar aceite de colza en cantidades que oscilaban entre las doscientas y cuatrocientas toneladas al mes. Este empresario comunic¨® telef¨®nicamente con Pich y le insisti¨® en que le proporcionase el aceite de colza. Le invit¨® incluso a visitar su factor¨ªa en Alcorc¨®n -seg¨²n consta en la declaraci¨®n prestada por Pich ante el servicio de informaci¨®n de la Guardia Civil-, y le anunci¨® unas ?condiciones de pago muy tentadoras?, puesto que ofreci¨® pagar al contado en el mismo momento de retirar la mercanc¨ªa. Ferrero insisti¨® en viajar a Barcelona y en conocer personalmente a Pich. Ambos se encontraron en el aeropuerto de El Prat. All¨ª, Ferrero, siempre seg¨²n Pich, le confesar¨ªa que refinaba en Raelca aceites para la venta al p¨²blico, y que ?legalmente estaba autorizado o legalizado?. Desde aquel mismo momento, Pich rompi¨® las relaciones con Ferrero y Raelea.
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